El toque de magia en el Puerto de Sagunto

Son muchos años entendiendo de 40×20 en la localidad valenciana, que cada curso ve ‘volar’ a muchas de sus piezas importantes y aterrizar a caras nuevas que esperan relanzar sus carreras con la camiseta rojiblanca. Podría ser el caso de Ángel Pérez de Inestrosa, pero a sus 30 años reconoce abiertamente que ya no se ve jugando en un Barça o Kiel en el futuro cercano, y tras dar muchas vueltas por Asobal y también Ucrania ahora apuesta por volver a disfrutar con el balonmano y asentarse en un lugar como el Puerto de Sagunto.

Charlamos con el ‘mago’ en el puesto de central que atesora el equipo que dirige Nikola Milos, un jugador que se curtió junto a algunos de los mejores jugadores del mundo cuando era un adolescente en el Ciudad Real, y cuyos movimientos y genialidades sobre la pista ejemplifican a la perfección la peculiar naturaleza de los tipos como él. Son los ‘cerebros’ de un equipo de balonmano, los organizadores, los jugadores ‘diferentes’ que con sus acciones de juego cautivan al espectador. Y de momento, el matrimonio entre el Puerto de Sagunto y Ángel Pérez de Inestrosa funciona a la perfección.

Foto: Pepa Conesa

– Primera victoria de la temporada en casa, coincidiendo además con el regreso al horario de las 18:30 los sábados, donde se ha visto a uno de los mejores Fertiberia Puerto de Sagunto de la temporada 2016/17.

Estábamos teniendo buenas sensaciones, pero nos hemos dejado algún punto por el camino que lamentamos ahora mismo. Este sábado en casa contra el Puente Genil se ha notado que hemos estado frescos hasta el final. Se han llegado a poner a un gol de distancia en la segunda parte, pero esta vez no ha pasado como el día de Naturhouse u otros miércoles que nos viene peor jugar. Hemos sabido manejar la situación para acabar el partido por todo lo alto.

– Decías lo de haber dejado escapar algún punto en las jornadas previas. ¿Este Fertiberia se siente capaz de hacer grandes cosas en la temporada?

Llevamos 7 puntos y lo cierto es que podríamos tener 9 o 10, pero la realidad es que son 7 y estamos en mitad de tabla. Tengo buenas sensaciones, he estado en Cuenca compartiendo equipo con algunos compañeros como Sorrentino y Corzo y se me asemeja bastante a ese grupo, con el que tan buenos resultados conseguimos. Fuertes en defensa y portería, fue un año muy bueno y aquí también siento que tenemos equipo para meternos entre los 8 primeros. Todavía es muy pronto, pero si nos respetan las lesiones creo que podemos dar mucha guerra contra todos los rivales, incluido el Barcelona.

– Equipo y también afición, porque jugar en el Puerto de Sagunto es como hacerlo siempre con un jugador más.

Es una plaza en la que apetece jugar. Aquí he jugado de visitante y es uno de esos pabellones donde el jugador quiere ir a competir. En los 4 partidos de casa me ha sorprendido para bien y mejor de lo que pensaba que nos llevan en volandas desde la grada, y espero que podamos conseguir todos los puntos que podamos en el Ovni.

– Tú que has vivido en primera persona los años buenos del Ciudad Real y el espectacular nivel que tenía la competición de Asobal hace una década, ¿ha perdido mucho valor la competición española?

Ha perdido valor en la lucha por los puestos de arriba, cuando había 4 o 5 equipos peleando la liga con el Barça. Ha perdido valor ahí, pero del segundo para abajo se puede ganar a cualquier y perder con cualquiera, es lo que hace que esta liga ahora sea tan bonita. Además, viene bien para que la gente joven pueda tener los minutos en Asobal que hace 10 años no teníamos gente como yo. Debuté hace 12 años con el Ciudad Real y era el equipazo que más tarde asombraría a Europa, entrenar con esa plantilla todos los días era un lujo pero luego en los días de partido apenas tenía ocasión de jugar. Hoy en día los jóvenes están formándose mucho más rápido, son más duros de mente y cuerpo con veinte y pocos años, y también por eso del segundo clasificado para abajo es muy bonita la competición.

– Además de tu Ciudad Real natal, Pamplona, Toledo, Cuenca o Aragón también has vivido el balonmano lejos de España. Ni más ni menos que en Ucrania, donde por cierto creo que te pilló todo el conflicto de la guerra. Pero pudiste jugar Champions, una experiencia que ahora traes hasta la plantilla del Fertiberia Puerto de Sagunto.

Me fui porque estaba Bebeshko de entrenador, que ya me había dirigido en Toledo. Me ofreció ir en Navidad del 2013 cuando ya había problemas económicos en Aragón, y estuve un año jugando allí. Pude enfrentarme en Champions al Kiel, Kielce, ganarle al Veszprém… aunque también fue un año duro en lo personal porque me pilló la guerra entre Rusia y Ucrania. Estuve sólo todo el año y me costó mucho sobre todo los primeros meses, es una liga más física que en España donde los árbitros concedían más que aquí.

– ¿Ya con tu edad eres de los que esperas relanzar tu carrera con un gran año en el Puerto de Sagunto, o ya es momento de asentarse y liderar a un equipo como éste para hacer historia con esta camiseta?

Por ahora estoy muy a gusto y creo que en la pista también se nota. La gente de aquí es encantadora con el equipo, se juega con una afición espectacular que en cuanto a pasión y entrega es parecida a la que conocí en Cuenca. Esto me encanta, y con 30 años que tengo sé que ya no voy a jugar en el Barcelona o en el Kiel alemán, así que me gustaría disfrutar del balonmano todo lo que pueda en un sitio como éste. Poder tener la oportunidad de jugar aquí, con esta afición, es la ‘ostia’.

Fotos: Pepa Conesa

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