Adrián Rubio
Que el fútbol es sorprendente, y da muchas vueltas, lo pueden decir personas como nuestro siguiente protagonista
Es Juan Márquez Contreras (San Juan del Puerto, 1971), andaluz nacido en el mismo pueblo onubense del que también salió el famoso y televisivo Jesús Quintero, conocido profesionalmente por su programa ‘El Loco de la Colina’.
Y loco hay que estar para aceptar lo que ha aceptado este técnico con una amplia experiencia en el fútbol de su tierra, pues firma en un barco que se hunde y del que muchos huirían en una situación como la actual. Pero no en su caso, destacando de sí mismo lo “cabezón” que es cuando se le pone un objetivo entre ceja y ceja, y ese no es otro a día de hoy que rescatar a un CD Segorbe que languidece en el fondo de la clasificación del grupo VI de 3ª División.
Al rescate del colista
El CD Segorbe, recién iniciada la segunda vuelta del campeonato liguero, es último con apenas 6 puntos sumados en 21 jornadas disputadas. Sólo ha ganado un encuentro hasta la fecha, y de eso hace ya más de 3 meses, siendo el equipo menos goleador y el más goleado de todo el grupo.
Receta para el desastre y augurio de un rápido regreso a la Regional Preferente que abandonó el pasado verano, a toda prisa tras el descenso administrativo del CF Huracán, y viéndose obligados por tanto a confeccionar una plantilla contrarreloj para debutar en la siempre competitiva 3ª División. Por ahí empiezan a entenderse los males de un club que, bajo la aprobación del presidente Paco Fortea y el director deportivo Luis Carrasco, se agarra al clavo ardiendo que supone la llegada de un hombre de importante currículum. El cuarto entrenador en lo que va de temporada.
Juan Márquez debuta en territorio valenciano pero su trayectoria pasada habla por sí misma. Tras despuntar en los banquillos juveniles de su pueblo, es el histórico Recreativo de Huelva el que pone sus ojos en ese técnico de mucho carácter, amante del 4-3-3 y del juego de toque y elaboración, al más puro estilo Masía del FC Barcelona.
El Decano, donde alcanzó el banquillo del filial, y otros clubes de la Tercera División andaluza disfrutan de sus servicios en la banda, hasta que los problemas económicos del Recre dan con sus huesos de vuelta en su pueblo natal, donde rápidamente cambia el destino de un equipo de su tierra que bajo su mando firma registros históricos. Suficiente bagaje para llamar la atención incluso del otro lado del Atlántico, desde ni más ni menos que de Bolivia.
Es allí donde, en una situación muy similar a la que va a volver a vivir ahora en tierras castellonenses, toma las riendas de un Atlético Potosí que se entrega por completo a sus conocimientos. Y con Juan en la banda, el ‘Profe’ como le conocen por aquellos lares, el club da un giro de 180 grados y pasa de ocupar el descenso a estar cuarto clasificado, incluso soñando con pelear el título liguero para alegría de directiva y afición.
Problemas personales, de salud y la distancia con una familia que sufre por él provocan que, a finales del pasado mes de abril, abandone ese ambicioso proyecto y desoiga todo tipo de ofertas para volver con los suyos, a su casa en Andalucía. Allí ha permanecido alejado de los banquillos, “viendo mucho fútbol y reciclándome con conversaciones con amigos entrenadores”, hasta que una llamada procedente del Alto Palancia le ha permitido recuperar las ganas de triunfar otra vez al frente de un vestuario.
La receta del ‘Profe’ Márquez
Su diagnóstico de la situación del CD Segorbe, en las dos semanas que lleva por aquí, es muy claro: “Apenas son 16 jugadores, y muchos de ellos son jóvenes y sin experiencia en la categoría. Me he encontrado una plantilla hundida por los resultados. Hay chicos muy profesionales algunos de los cuales han jugado en sitios interesantes, y otros que sólo han jugado en Preferente”.
Ante esto anticipa cambios en la plantilla porque “con 6 caras nuevas podríamos ser un equipo competitivo en este grupo, ahora mismo por la edad de la mayoría de jugadores es como si fuéramos un filial”. Se va a fiar de gente conocida en el pasado, futbolistas que ahora le echen una mano y por los que también pueda apostar en el futuro si vuelven a surgirle oportunidades tan jugosas como la que tuvo en Bolivia, donde se fue con un preparador físico y 3 jugadores españoles a su lado, y también se está mirando actualmente por la zona de Castellón.
Llevamos días buscando refuerzos por la zona, y si no es de aquí pues también nos vale. Ahora ya tenemos medio convencido a un lateral que ha estado jugando últimamente en Polonia y Gibraltar”, apunta Juan.
Su receta es más psicológica que técnica, reclamando “gente experta en estas cuestiones” porque lo que queda va a ser duro, necesitando el CD Segorbe una segunda vuelta de al menos 10 victorias y números de playoffs de ascenso. “Miedo no tengo porque sé que vengo a un equipo casi hundido, sería casi un milagro salvarlo así que vamos a lucharlo a muerte hasta el final».
Tengo claro, para lograr el objetivo, que a un equipo organizado es muy difícil ganarle por muy limitado que sea”, avisa.
No se siente perjudicado por ser debutante en el grupo valenciano de Tercera División, es más, le ha empujado a recuperar a marchas forzadas sus viejos hábitos de ver fútbol a todas horas para ponerse al día cuanto antes de lo que le espera en el grupo VI. “Hoy día, con la tecnología que tenemos, estás puesto al día enseguida y además el fútbol es igual en todos lados. Si tu idea la transmites bien, el grupo te acepta y entrenas como quieres jugar el domingo, no importa la categoría, en Bolivia ya cogimos un equipo desahuciado y lo dejamos cuarto en la clasificación”.
“Es un reto hacerlo bien en esta zona de España igual que me fue en Andalucía y en Bolivia, que se vea que mi mano está ahí y que el equipo ha dado un giro radical. Me voy a matar trabajando por el club, eso que no lo dude nadie”, añade Juan, el nuevo míster de un CD Segorbe que ahora más que nunca necesita unas gradas del Sisterre llenas a reventar.
Por eso le pide a su gente “que no pierdan la esperanza mientras matemáticamente sea posible, que se ilusionen otra vez porque la afición es el jugador número 12. Si ellos aprietan los jugadores corren más y todo va mejor en casa, y ahora en nuestro campo son todo finales a partir de ahora”.
