Vicente Boix
El actual delantero de la UD Carcaixent, donde está cedido este curso, fruto del esfuerzo, la constancia y la madurez sigue despuntando por su gran olfato goleador y su descaro en el terreno de juego
La UD Alzira baila al son de la nueva joya de l’Alcúdia. Roberto Fernández, con tan solo 18 años, ya ha empezado a relatar su propia historia. El joven delantero ha experimentado un poderoso cambio en los últimos años y, fruto de su madurez, ha conseguido hacerse un hueco en la primera plantilla de la UD Carcaixent de Regional Preferente.
El 30 de diciembre de 1997 se erigió en Valencia una auténtica estrella. Sería algo más tarde, cuando Roberto contaba con apenas seis años de edad, cuando emprendió su mayor aventura en las categorías inferiores de, en su momento, la EMFU l’Alcúdia. Fue en el salto a fútbol once cuando, tras un torneo veraniego, cambió de aires y recaló en uno de los clubes más prestigiosos de la Ribera Alta. La UD Alzira, en un primer y largo momento, y el Levante UD, en un segundo, disfrutaron la progresión de una de las mayores proyecciones de la comarca.
El futbolista valenciano vio premiado su esfuerzo el 16 de noviembre de 2014. Con 17 años, su esfuerzo se vio recompensado con el debut con el primer equipo alzireño. “Fue una sensación increíble y que jamás olvidaré».
Debutar en partido oficial, y en un estadio como el Luis Suñer Picó ante 500 espectadores, fue como un sueño que se había hecho realidad. Era mi debut en un club que me ha dado todo y del cual siempre estaré agradecido. La gente que envuelve a la UD Alzira es excepcional, y desde el primer día me hicieron sentir como en casa. Fue un plus de motivación para seguir trabajando y creciendo como jugador”, afirmó el joven delantero.
Sin embargo, las lesiones irrumpieron en su evolución. Primero fue un esguince del ligamento interno de la rodilla derecha, y le siguió una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho. A pesar de los dos meses que tuvo que estar en el dique seco, el ribereño no desistió y con la ayuda de su familia y compañeros consiguió volver más fuerte que nunca a los terrenos de juego.
La UD Alzira, por su parte, sigue demostrando que mantiene intacta su firme apuesta por la cantera. El club ribereño es y ha sido fiel a su dinámica de lidiar para que los jóvenes de la casa puedan aspirar, con fundamento, a llegar un día al primer equipo. Fernández es un claro ejemplo de ello. Desde muy pequeño despuntó por su gran capacidad goleadora, su descaro en el terreno de juego y su atrevimiento con ambas piernas, que le permitieron quemar cada una de las etapas a una velocidad de vértigo.
Tras trece años, Roberto Fernández sigue cumpliendo sus sueños a base de esfuerzo, ilusión y una capacidad tremenda para mejorar sus ya de por sí grandes virtudes sobre la cancha. El actual jugador de la UD Carcaixent es una de las más firmes apuestas de futuro, a corto plazo, de la comarca. Además, todas las dificultades que suponen competir en la élite deportiva le otorgan todavía más mérito, pues consigue compaginar la exigencia del deporte con sus estudios de Administración y Dirección de Empresas.
