Ciclistas y conductores ¿Quién tiene la culpa? | Yo soy noticia

En Valencia, al igual que en otros lugares, se está tratando de implantar un modelo de circulación de vehículos y personas más parecido al del norte de Europa. Favorecer los vehículos no contaminantes y promover su uso, en detrimento de aquellos que contaminan, que han colapsado las ciudades y han convertido en nocivo el aire de las grandes urbes.

Este nuevo modelo, junto con un aumento de la afición por los deportes relacionados con la bicicleta, ya sea de carretera o montaña, ha generado un incremento de denuncias en redes sociales por parte de ciclistas que ven como cada vez es más habitual encontrarse en situaciones peligrosas para ellos. No en vano, España ha liderado el ranking europeo de ciclistas atropellados en carretera.

Este ciclista se quejaba hace unos días en un vídeo de que había estado a punto de sufrir un atropello en la carretera del Perellonet, una zona que ha levantado una gran polémica. Si nos fijamos en la trayectoria de los vehículos veremos que al evitar un resalto invaden el arcén por donde circulan habitualmente gran cantidad de ciclistas. Esto hace imposible que mantengan la distancia de seguridad de 1,5m respecto a los otros usuarios de la vía y convierte esta zona en unos de los puntos negros de nuestras carreteras.

Por otro lado, hay conductores que se quejan de que los grupos de ciclistas circulan agrupados y no en fila, como deberían hacerlo, y al final se genera una polémica negativa que lleva a que unos y otros se echen la culpa, y el problema ya es muy serio. Hablamos de vidas o lesiones graves por culpa de esta situación viciada entre unos y otros. El respeto debe ser el punto de partida.

¿Quién tiene la culpa?

Más que buscar culpables, este nuevo escenario se debe abordar aportando soluciones. Lo cierto es que muchas carreteras y calles no están todavía preparadas para ofrecer la seguridad necesaria a los ciclistas. En Valencia ciudad, la remodelación de algunas vías está permitiendo la separación en carriles de unos y otros. Parece una solución lógica, pero ya hay voces que critican el llamado carril «segregabicis».

m62_feat_protectedbikelanes_vancouver_dunsmuir_photo-paul-krueger

En la imagen se observa cómo se han separado las calzadas de circulación

Para documentarnos sobre esta solución podemos echar un vistazo a los países que ya han empleado este método como solución. Los ciclistas pasan a utilizar un carril paralelo al de los coches y siempre circulan como vehículos. Al subir a la cera los ciclistas deben circular a pie y en su carril deben respetar las señales y los semáforos para bicis.

Fuera de poblado la cuestión sería otra. Los ciclistas exigen su derecho a utilizar la calzada en vías en las que tienen permitido circular, pero la convivencia con los vehículos en algunos puntos puede ser fatal. Unos arcenes limpios y amplios ayudarían a quitar gran parte del problema.

La V-30, pensada en exclusiva para vehículos a motor supone una barrera para muchos aficionados a la bicicleta. Y muchas otras vías rápidas no ofrecen una alternativa viable para peatones y ciclistas. Los pueblos del área metropolitana de Valencia trabajan en mejorar sus conexiones de carril bici, pero el proceso está inacabado en algunos casos y en otros, ni siquiera pensado.

Con todo ello llegamos a la conclusión de que para solucionar este entuerto y evitar más desgracias se debe avanzar hacia una mayor concienciación ciudadana (educando a conductores y ciclistas), ya que la convivencia entre bicis y vehículos se está conviertiendo en inevitable debido a los niveles de polución y saturación de las vías. Por otro lado, son las instituciones las que deben adecuar las vías de tráfico, al igual que se ha hecho en otras zonas de Europa, para que esta convivencia sea lo más segura posible, tanto dentro como fuera de las ciudades.

Parking de bicicletas en el centro de Aarhus, Dinamarca

Parking de bicicletas en el centro de Aarhus, Dinamarca

El resultado puede ser el de la imagen. Cuando los ciudadanos pueden hacer uso de un vehículo ligero, barato y no contaminante, y tienen carreteras adecuadas y seguras para llevarlo a cabo, muchos lo eligen antes que el coche. Tanto es así, que en algunos sitios tienen un nuevo problema, ¿dónde pueden dejar tantas bicis? Los parkings de bicicletas a varias alturas ya son una realidad en muchas ciudades europeas.

Teniendo en cuenta que en esos países hace mucho peor tiempo y que algunas ciudades presentan una oreografía mucho más escarpada, o nos hemos quedado atrás como ciudadanos, o nuestros responsables políticos no han sabido realizar esa transición como toca. Coches, motos, vehículos de transporte, peatones, ciclistas… Todos tienen derecho a circular y las carreteras deben deben defender ese derecho de cada uno de ellos.

Aviso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información ‘aquí’.

Aceptar Cookies