Luis Barrachina
Es el nuevo reto del nadador valenciano que a mediados de agosto arriesgó su vida nadando entre tiburones y luchando contra el oleaje en Hawai durante las 17 horas y 54 minutos que duró la travesía. Así es cómo se convertía en uno de las 44 personas en el mundo que atravesaba el Canal del Molokai
Jorge Crivillés no se pone límites. Apenas han transcurrido dos semanas desde que el alicantino lograse el gran reto de convertirse en el primer español en atravesar el Canal del Molokai, en Hawai, y ya tiene en mente nuevos y ambiciosos objetivos como el de conseguir el título Seven Oceans, una prueba consistente en completar las siete grandes travesías del mundo en mar abierto.
A la reciente hazaña hawaiana se suman: el Canal de la Mancha y el del Norte en Irlanda, el Estrecho de Gibraltar, el Estrecho de Tsugaru en Japón y el Estrecho de Cook en Nueva Zelanda. De los siete objetivos, Crivillés ya ha completado cuatro y sin dudarlo un instante, el alicantino se ha propuesto completar el desafío para seguir ayudando a personas con enfermedades crónicas.
Primer español en atravesar el Molokai
Nadando durante media hora entre los tiburones del mar de Hawai y luchando contra las grandes corrientes, Jorge Crivillés ha logrado una de las mayores proezas que jamás había alcanzado ningún español hasta el momento: atravesar el Canal de Molokai.
La que es considerada una de las travesías de aguas abiertas más peligrosas y dificultosas del mundo, tan solo había sido completada por 43 personas de todo el planeta. Ahora, Crivillés amplía esa lista de valientes deportistas que, del mismo modo que el alicantino, tuvieron que mantenerse firmes y no abandonar pese a poner en peligro sus propias vidas.
La hazaña completada en 17 horas y 54 minutos se tuvo que alargar más del tiempo previsto a causa de las condiciones meteorológicas adversas, otro factor más que hizo que el alicantino se replantease tirar la toalla. Con el patrocinio y la colaboración directa de ASISA, el nadador ha realizado la travesía a favor de los enfermos oncológicos de la AEAL (Asociación Española de Afectados por Linfoma).
«Esta es la travesía más dura que he vivido, por lo que la recompensa es también mayor. Nunca me he sentido en peligro tanto como en este cruce, y, por primera vez, he pensado en dejarlo porque el grado de dificultad era extremo. Sin embargo, mi mejor decisión ha sido seguir hasta el final», explicaba Crivillés a la Agencia EFE .
Tras varias horas nadando contra la corriente, el nadador alcanzó una pequeña cala llamada Sandy Beach con la ayuda del capitán, que tuvo que guiarle en un pasillo de rocas y evitar que resultara golpeado a causa de las olas. El momento más peliagudo de la competición fue en su llegada al amanecer cuando un grupo de tiburones le rodearon. Afortunadamente, los dispositivos electrónicos que acompañan a Crivillés hicieron que los marrajos cambiaran de dirección y se olvidaran del alicantino que no solo tuvo que lidiar con el fuerte oleaje sino también con las amenazas del fondo marino.
En su página de Facebook, el nadador alicantino ha manifestado su felicidad por haber conseguido el objetivo, agradeciendo el apoyo recibido por quienes siempre han estado a su lado confiando en él: «Como muchos ya sabréis he concluido con éxito la travesía del Canal de Molokai. Quiero daos las gracias por el apoyo que me habéis dado, ha sido alucinante. Jamás me hubiera imaginado la cantidad de gente que ha estado pendiente del reto, con continuas muestras de cariño y de ánimo. Me encantaría daos un abrazo a cada uno de vosotros, pero ahora estoy muy cansado. Dadme un par de días para que me reponga y hablamos», escribía a todos sus seguidores y allegados que le han arropado a través de las redes sociales.
