Adrián Rubio
Y que a Julián, el afectado y un deportista sobre el que ya hablamos el pasado mes de mayo tras volver de una competición en Atenas, le ha dado todavía más fortaleza en su camino hacia las mejores competiciones mundiales de CrossFit
Y es que al mallorquín de nacimiento, afincado en la localidad valenciana de Algemesí, la vida le dio un gran susto este verano. Fue mientras conducía su vehículo particular acompañado de su novia rumbo a las pistas de atletismo donde se preparaba a conciencia para participar en la Spanish Throwdown, cita obligada para los amantes de este deporte que este mes de septiembre celebra en Madrid su segunda edición.
El CrossFit cambió la vida de Julián, ¿podrá hacerlo también con la tuya?
Una de esas circunstancias que, como tantas otras en nuestro día a día, es imposible controlar. Porque nunca vas a prever que una motocicleta que intenta adelantar se choca contra ti, y esta traumática experiencia es en la que se vieron envuelto tanto Julián como su pareja. Traslado al hospital para ambos, operaciones y posteriores secuelas tanto físicas como psicológicas.
He llorado y he tenido momentos de mucho bajón mientras estaba ingresado, ha sido muy duro”, recuerda este auténtico devoto del CrossFit, que casualmente un día después tenía previsto firmar contrato de trabajo en un box de Alzira.
Como se puede comprobar en la impactante foto que acompaña este artículo, el accidente fue de gravedad y a Julián le dejó una fractura abierta de tibia y peroné rompiéndose los huesos. A su chica le tocó aplastamiento de pie, aunque los dos pueden contarlo a día de hoy y eso es lo único que verdaderamente importa. “Siempre hay que intentar sacar lo positivo de cada situación”, nos apunta muy acertadamente.
El largo pero incansable camino de regreso a la normalidad
Julián ya sabía que esto iba a ser duro, pero acompañado de los que más te quieren siempre es más llevadero cualquier drama personal.
Tengo que dar gracias por las personas que me rodean, sin la fuerza de mi familia y mi novia hubiera sido mucho más complicado superar todo esto”, confiesa el de Algemesí.
A él este accidente de circulación le supuso 3 tornillos en los huesos de la pierna, además de un fijador externo que le hace de puente en la zona afectada y que debe llevar durante unos 4 meses desde que fue operado de urgencia a finales del pasado mes de julio. Situación muy delicada, pero otro motivo más para sacar a relucir esa fortaleza mental que con los lógicos altibajos que algo así provoca en cualquier ser humano siempre ha empujado a llegar más lejos a nuestro protagonista.
Su sueño, como ya nos contaba en la anterior entrevista realizada, era poder participar en la inminente edición de la espectacular Spanish Throwdown donde acuden deportistas de CrossFit de diferentes rincones del planeta. Darle allí continuidad a todo el trabajo de entrenamiento y alimentación que había emprendido desde el día que, algo más de un año antes, se había convencido de que este deporte es lo que más le gusta en el mundo y para el que está dispuesto a entregarse sin un solo día de descanso.
Y aunque como es lógico no va a poder estar dentro de unos días en Madrid, no pierde la ilusión por competir en 2017 y de hecho ya está de vuelta en el box de CrossFit Alzira donde entrena habitualmente. Todavía “cojo” pero siendo un ejemplo de constancia, sacrificio y esfuerzo, utilizando el reto de acudir a la Spanish Throwdown como motivación para recuperarse y volver a la vida normal.
El deporte como vía de escape a dramas como el de Julián y su pareja, el CrossFit como forma de vida y motor que le impulsa a levantarse y seguir luchando aún con más fuerza. Por delante varios meses de rehabilitar y convivir con dolores, pero al mismo tiempo tiene un mensaje que se repite continuamente en su mente: “un día menos para volver a competir…”
julian conesa gomez wod 1 spanishtrowndown 2016
