Pablo Martínez Benlloch
Lucía Cortez (Alicante, 2000), una joven tenista alicantina que viene pisando fuerte, nos repasa su trayectoria y su intensísima rutina diaria
La misma que la ha convertido en uno de esos talentos del tenis español que siempre integran la lista que recitan los que más saben de este deporte, cuando de hablar de brillante presente y un mejor futuro se refiere.
Con cuatro años ya empezó a dar sus primeros pasos raqueta en mano, y sólo el tiempo dirá si su carrera continúa la línea ascendente hacia la cima del tenis femenino mundial.
Recientemente Lucía cambió de club, y pasó de la academia de tenis de David Ferrer a su actual hogar tenístico, el Club de Tenis Villajoyosa.
El tenis transmitido desde que era pequeña
Lucía se vio tan rodeada de personas que jugaban a tenis, en este caso familiares, que no tardaría en ser una tenista más. Desde bien pequeña ya daba sus primeros raquetazos en las pistas de tenis.
“Todo empezó cuando tenía cuatro años, y entrenaba con mi madre. Teníamos en mi casa una pista de tenis».
Toda mi familia juega, y también tenía que jugar yo. Es un deporte que me encanta y me lo inculcaron desde pequeña», confiesa la alicantina.
Vive el día a día intensamente
La prometedora tenista española vive el día a día intensamente, sin parar de entrenar pero también sin dejar de lado sus estudios.
“Entreno casi todos los días, mañanas y tardes, el domingo descanso y el sábado por la tarde también. Suelo entrenar unas cinco horas diarias, todos los días me levanto a las 7:30 y salgo a correr a las 8:00, desde mi casa al club que se tardan unos quince minutos», explica.
«Forma parte de mi calentamiento, cuando llegó allí sobre las ocho y media es cuando empiezo a entrenar hasta las once. Luego me voy al gimnasio un rato, y después estudio. Como estudio a distancia, me organizo las horas que quiero estudiar. Ahora estoy haciendo primero de bachiller a distancia”, añade.
Su madre tiene una doble función
Su madre ejerce de entrenadora y presidenta del club a la vez: “Mi madre lleva el club, porque tiene una concesión con el ayuntamiento y lo dirigimos desde hace tres o cuatro años”.
Sobre la faceta de entrenadora admite que era “dura” y le metía “caña” en los entrenamientos, aunque como Lucía dice, “el tenis ya de por sí es muy duro”.
Son muchas horas en lo que Lucía define como “una segunda casa“, por el tiempo que allí pasa durante el día, y los lazos madre-hija se estrechan con cada jornada de convivencia en el competitivo mundo de la raqueta.
Sus referentes
Lucía tiene dos referentes en el mundo del tenis: “De masculino podría decirte a Rafa Nadal, porque he ido a su academia en Mallorca a jugar el campeonato de España absoluto, lo he visto y es impresionante».
Me encanta mucho Rafa Nadal, como referente masculino . Como referente femenino me gusta Muguruza que es una buena tenista española, admiro su forma de jugar”.
Muchas experiencias surgidas en su propio camino
Ha vivido muchas anécdotas para el recuerdo, pero tiene algunas marcadas en su memoria. “El mejor recuerdo ha sido cuando quedé campeona de España el año pasado, llevo jugando este campeonato desde que era Benjamín o Alevín».
Siempre me he quedado en semifinales, pero por fin conseguí ganarlo. Era mi objetivo porque me preparé mucho. Estoy muy contenta, y creo que ese ha sido el mejor recuerdo”.
Hasta el momento casi todo han sido “alegrías”, también alternando algunas “derrotas duras” que curten a los jóvenes tenistas en su crecimiento deportivo y personal. Lucía siempre ha sabido reponerse y continuar su camino hacia adelante.
Llamada de la selección española
Sus grandes actuaciones nunca pasaron desapercibidas, y cuando menos se lo esperaba obtuvo su recompensa y pudo jugar con la selección: “Sucedió cuando quedé campeona de España, eso fue sobre la primera semana de Junio, y la segunda ya me fuí a jugar el campeonato de España junior».
«Me quedé en semifinales, pero allí estaba la capitana de la selección española y como había quedado campeona de España cadete y estaba en semifinales junior, me comentó de ir a Moscú a jugar el campeonato de Europa cadete», recuerda la alicantina.
También le propuso «ir con la selección a Rumanía a jugar por equipos representando a España. Yo acepté encantada”, rememora Lucía, que sintió una “alegría inmensa” al recibir la llamada de la selección.
Sus costumbres antes de los partidos
Como es habitual, antes de saltar a la pista sigue su particular ritual, para tener fuerzas y afrontar el partido.
“Siempre hablo con mi madre y ella me dice cosas que tengo que recordar dentro de la pista. Eso me motiva mucho porque siempre me lo dice ella».
También me pongo música con los auriculares antes de entrar en pista, para entrar activa y motivada”, apunta.
Aclimatada a distintas superficies
Con el paso del tiempo se ha acostumbrado a entrenar y jugar en diversos tipos de pistas: “Aquí en Villajoyosa hay cinco pistas de tierra y una rápida, entreno siempre en tierra».
A mí me gusta mucho la tierra, pero la pista rápida también me gusta bastante por cómo me adapto y me desenvuelvo en esta superficie”.
