De Río 2016 a Ontinyent: la plata olímpica que celebran a lo grande en la Vall d’Albaida

Y es que Orlando es un ‘valenciano’ más, miembro del Club Atletisme Vall d’Albaida (CAVA). Aquí también se siente como en casa tras abandonar su Cuba natal hace algunos años y estar envuelto en una polémica con la Federación de Atletismo de aquel país, al que representó en Londres 2012 y para el que obtuvo un más que meritorio sexto puesto.

Orlando ha llegado a esta plata olímpica en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 sabedor del malestar que su nacionalización para competir bajo bandera española (hasta el pasado 11 de agosto no se cumplieron los 3 años que el COI estima como plazo mínimo para poder competir con otro país en unas olimpiadas) ha originado en el entorno. Tanto en sus compatriotas cubanos como en algunos de los españoles que comparten disciplina con él.

Pero todos los obstáculos del camino quedan en el olvido tras una noche mágica como la que protagonizó la pasada madrugada un tipo que lleva Ontinyent en el corazón. Diluidas entre sus lágrimas de alegría al hablar con su padre a través de los medios de comunicación, llenando de felicidad a la localidad valenciana y especialmente a su CAVA, que ahora presume de tener a todo un medallista olímpico entre los suyos.

Su marca de 13.17 no ha sido la mejor de su trayectoria como ‘español’ en 100 metros vallas, pero culminó una épica remontada en una final que le vio fracasar en el inicio pero emerger como una estrella en los metros finales solo por detrás del jamaicano y oro olímpico McLeod (13.05).

La séptima medalla para España en Río 2016, una presea que devuelve al país al podium de atletismo en unas olimpiadas 12 años después y que también posee sabor valenciano gracias a este atleta que ahora volverá a la residencia Blume de Madrid.

Fotos: Cava Ontinyent