Luis Barrachina
El combinero alicantino llegaba al Europeo de Belgrado con unos problemas en el pubis que podían mermar su rendimiento. Lejos de ello, con el apoyo de su padre y entrenador junto a los remedios "mágicos" de los fisioterapeutas de la Federación, el de Onil superó las molestias musculares y consiguió la segunda puntuación más alta. Ahora, volverá a su localidad natal para seguir trabajando con la mente puesta en los próximos objetivos. ¿El gran reto? El Campeonato del Mundo de Londres
Desde bien pequeño la música ha corrido por las venas de Jorge Ureña. Las paradas de las ferias, con sus suculentos instrumentos de juguete, son las culpables de su pasión por la percusión. Tan solo tenía cinco años, pero el atleta alicantino ya le pedía a sus padres que le comprarán un pequeño tambor.
«Venía a con mucha ilusión porque sabía que podía hacerlo bien, lo único que me preocupaba era si la pubalgia que arrastraba me iba a respetar»
Así es como, con 11 años, comenzó en la banda de su localidad, donde en la actualidad continúa percutiendo al ritmo de charanga y folclore valenciano. Sin duda alguna, en su Onil natal conocen bien el tempo de este melómano de nacimiento. Pero detrás de ese joven tamborilero se esconde un deportista ambicioso.
Cuando deja la música a un lado, Ureña se sumerge de lleno en el atletismo y a base de trabajo, se ha convertido en uno de los heptatletas con más potencial del panorama internacional. Con este cartel llegaba este fin de semana a Belgrado para participar en el Campeonato Europeo en pista cubierta. En la capital serbia, el alicantino percutió más fuerte que nunca en la pista para colgarse la medalla de plata al cuello.
Crónica Proyecto FER: El maestro Ureña percute con fuerza en el Europeo de Belgrado
«Venía a con mucha ilusión porque sabía que podía hacerlo bien, lo único que me preocupaba era si la pubalgia que arrastraba me iba a respetar», explica Ureña que desde hace unas semanas sufre molestias en el pubis que le han obligado a tratarse en Madrid con médicos de la Federación Española, los mismos que tuvieron una función crucial en el Europeo indoor el pasado fin de semana.
«Para el atletismo español esta medalla es otra puerta abierta para esta nueva generación joven que va a conseguir grandes cosas y sobre todo, para que las combinadas españolas se valoren más»
«El 60m fue muy bien, pero para la longitud empezó a molestarme y estaba más pendiente de la pierna que de saltar. Para el peso, los fisioterapeutas me hicieron un vendaje en el que no sentía nada y a partir de ahí empezó a salirme todo rodado… La pértiga se hizo muy larga, estaba destrozado, pero solo quedaba aguantar un poco en el mil porque la plata estaba prácticamente asegurada», añade.
Para el combinero, proclamarse subcampeón de Europa supone algo más que un «premio al trabajo bien hecho y el primer objetivo cumplido de esta temporada», esta plata posee una relevancia aún mayor que la recompensa personal. «Para el atletismo español esta medalla es otra puerta abierta para esta nueva generación joven que va a conseguir grandes cosas y sobre todo, para que las combinadas españolas se valoren más».
Ahora es momento de celebraciones y de saborear el éxito aunque Ureña nunca descansa y ya piensa en sus próximos compromisos internacionales. «Esta medalla me sirve para afrontar con ilusión el europeo de aire libre, conseguir esa mínima para el mundial y una vez allí luchar por lo máximo, pero las medallas son dificilísimas», concluye.
Tras batir el récord nacional de puntos de heptatlón en enero, Jorge Ureña ha vuelto a dar la campanada en el Europeo. Con esta dinámica positiva, afrontará en verano el Mundial al aire libre del 5 al 13 de agosto en Londres, donde aspira a conseguir una buena puntuación y quizás, también, pueda seguir nutriendo al ateltismo valenciano de más éxitos.
