¿A quién no le ha pasado esto? Entreno mucho y no mejoro. Cada día estoy peor, me duele todo. Cuando no es la periostitis, es el aquiles y cuando no el piramidal. Intento esforzarme más y más, pero no voy cara al aire. Estoy frustrado, nervioso, ¡no puede ser!
Esto es justo lo que veo todos los días en muchos corredores: SOBREENTRENAMIENTO, mala base deportiva, mucha prisa por hacer distancias que requieren de años de entrenamiento (maratones, ultras de montaña, etc.), descompensaciones musculares, falta de acondicionamiento físico y psicológico, nula estructura en los entrenamientos, falta de descanso entre sesiones de intensidad media/alta, intensidades de entrenamiento excesivas, falta de carbohidratos en las comida y cenas, falta de hidratación, ausencia del famoso entrenamiento invisible (trabajo específico de fuerza, técnica de carrera, core, estiramientos, etc.), demasiadas competiciones… ¡Y no sigo!
¿Que debemos hacer si este es tu caso o si quieres iniciarte o mejorar en el running?
Es imprescindible conocer tu edad, vida deportiva, si tienes alguna patología, objetivos y otras muchas cosas mediante un buen cuestionario antes de plantearte un plan de entrenamiento bien estructurado y tutelado.
Te llevarás una sorpresa cuando veas que para mejorar no hay que entrenar a tope, sino a umbrales bajos unos días y otros a medios/altos, elegir menos competiciones, mejorar tu técnica de carrera, el core, la alimentación, etc. Verás como en poco tiempo tu cuerpo y tu mente te lo agradecen y mejorarás y disfrutarás cuidándote más, y así alargando tu vida deportiva.
Con el paso de las semanas perderás grasa y ganarás masa muscular, mejorado tu capacidad aeróbica haciendo los entrenamientos de potencia aeróbica y anaeróbica a las intensidades adecuadas. Además, recuperarás mejor, te sentirás mucho mejor y acabarás mejorando tus marcas… ¡Anímate a entrenar bien!