Alba Molina San Antonio
Jorge López Palenzuela es un triatleta valenciano perteneciente al Club Triculpelat de Alaquás y cuyo lema, que nunca hay que rendirse, le ha llevado a cosechar sus éxitos.
Jorge López Palenzuela, de 39 años y natural de Alaquás, es un triatleta que demuestra día tras día que nunca hay que rendirse sean cuales sean las adversidades. Su capacidad de superación es sobrehumana, ni siquiera las lesiones le impiden competir y lo que es más sorprendente, ganar. Esta es su increíble historia.
Desde muy pequeño, sólo con 8 años, se introdujo en un mundo que le apasiona: el atletismo. Se metió en el Club Atletismo Alaquás donde fue creciendo como atleta participando en las diferentes pruebas y competiciones puesto que “era realmente bueno”. En 2011 se produciría el traspaso al triatlón después de que sus amigos “me engañaran un poco”.
“Tenía amigos dentro del Club Triculpelat Alaquás y les faltaba un componente para formar equipo y competir. Me dijeron que con mis cualidades haría un gran papel y les hice caso”, explica.
De esta manera la temporada 2011-2012 fue para Jorge una simple “toma de contacto” con una modalidad deportiva desconocida hasta el momento para él. No obstante a medida que los meses se sucedían Jorge fue siendo consciente de cuánto le gustaba el mundo del triatlón, por lo que en 2012 Juan Yuste se convirtió en su entrenador personal con el que “iniciamos un proyecto a largo plazo”.
El primer año Jorge se limitó a hacer carreras cortitas, en el segundo empezó a ir introduciendo carreras más largas ya que como él reconoce “a mí lo que realmente me gustan son las careras a larga distancia”. Tanto Juan como Jorge observan que Jorge es bastante ducho en las carreras a larga distancia, que se acopla con bastante facilidad tanto a la bicicleta como a la natación, y entonces deciden comenzar a “tomárnoslo en serio, empezar a competir”.
A raíz de dicho momento la progresión de Jorge va in crescendo y cada vez es más palpable de qué puede ser capaz. Sin embargo compaginar su trabajo con el triatlón no ha sido ni es nada fácil, y por ello quiere subrayar el gran apoyo de su familia, especialmente de su mujer.
“Mi mujer es el 50%, gracias a ella puedo hacer triatlón porque me apoya en todo. Entreno más de 20 horas a la semana lo que significa quitarme tiempo de estar con ella y mis hijos. Por eso mi mujer es una pieza fundamental, porque sin ella no sería posible”, resalta.
Pero Jorge no lo ha tenido nada fácil, la sucesión de lesiones copan su currículum como triatleta. A diferencia de otras personas, Jorge no se hundió, sino que sacó la fuerza para salir adelante. De hecho parece que su umbral de dolor sea inexistente, es casi sobrehumano.
¿Os imagináis realizar una carrera lesionado? Él no sólo lo consiguió en el último Campeonato de España de Triatlón de Larga Distancia celebrado en Ibiza el pasado 23 de octubre, sino que consiguió subir al podio en primera posición en su categoría.
La semana previa a Ibiza, mientras Jorge salía a rodar con un compañero a la media hora sufre un pinchazo. Jorge tenía una micro-rotura del bíceps femoral derecho, no podía creérselo. Estuvo yendo todos los días al fisioterapeuta, quien le hizo la punción seca. No obstante en el inicio de la carrera, en el kilómetro 4 volvió a romperse.
“Empecé a llorar de impotencia, el mundo se me vino encima. Pero pensé en toda la gente que me había apoyado, que me esperaba ilusionado en meta, y dije que tenía que acabar aunque fuese el último y llevara muñones”, apunta.
Jorge encontró en toda esa gente el impulso para reemprender la carrera a pesar del gran dolor que tenía en la pierna. Jorge modificó la zancada acortándola para intentar minimizar los daños y pasó de correr el kilómetro a 4:10 (idea inicial) a 4:30.
Recuerda que cuando llegó a meta desconocía absolutamente en qué posición había quedado, y que los fisios se le abalanzaron al ver en qué condiciones había llegado a la meta. “No podían creérselo, me miraban incrédulos”, cuenta Jorge. “Estuve después dos semanas sin poder si quiera andar”, agrega.
“Hice en 6:57:00 Ibiza y no miré en ningún momento el pulsómetro. Yo no me complico, me conozco muy bien y sé cuándo tengo que dosificarme”, indica.
La tenacidad y esfuerzo de Jorge tuvieron su recompensa en una carrera que para él era especial tras haber renunciado anteriormente al Ironman de Maastrich (Holanda) por otra lesión. Se rompió la clavícula por cuatro partes el 28 de junio, y el Ironman de Holanda con el que pretendía clasificarse para el Campeonato del Mundo de Hawai, era el 31 de julio.
“Quería correr el Ironman de Holanda pero me rompí la clavícula. Me operaron y el mundo se me echó encima. Intenté por todos los medios llegar al Ironman pero la herida se me infectó y tuve que parar de nuevo la preparación. Fue muy doloroso”, apostilla.
Y es que a pesar de que el médico le comunicó a Jorge que tardaría aproximadamente un año en recuperarse, cinco días después de la operación estaba haciendo rodillos en la bicicleta y nadando al mes. Pero la herida se le infectó y tuvo que cesar su empeño por llegar a Holanda.
“Al no poder hacer el Ironman de Holanda decidí correr Ibiza. Que otras personas lloren por ti es lo más grande que te puede suceder, el cariño no se paga con dinero. Y por eso decidí apuntarme a Ibiza, para regalárselo”, relata.
El Campeonato del Mundo Ironman de Hawai continúa siendo su objetivo número uno, por eso desea que vuelvan a operarle y que le quiten las placas de titanio y los seis tornillos que tiene porque “si me caigo el hueso se rompe, es como una guillotina”.
“Voy por el buen camino, tengo una buena base de estos años y volveremos a hacer un Ironman para julio a ver si consigo la clasificación para Hawai. Estoy entre los Ironmans de Francia, Niza o Vichy”, señala.
Pero para ello necesita patrocinadores porque como el propio Jorge reconoce “el triatlón es un deporte muy caro” y ha de hacer un gran desembolso económico.
“ Todo el mundo que va a Hawai tiene patrocinadores menos yo. Espero que tras lo conseguido en Ibiza se me abran un poco más las puertas”,concluye.
Pero Jorge lo tiene claro, el triatlón es lo que “me gusta, no pienso cambiarme de deporte a pesar de todos los inconvenientes”. Y nosotros esperamos que no lo hagas nunca Jorge. Queremos que sigas siendo un ejemplo para muchas personas. Con tu esfuerzo estamos convencidos de que lograrás lo que te propongas.
