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En 2012 surgió este club de paratriatlón que actualmente se llama CDM Avant Moncada. En él los entrenadores ayudan a niños con discapacidad a entrenar y competir en los triatlones. Una historia de superación, fuerza y valor que nos cuenta Miriam Roselló, triatleta y entrenadora del equipo
“QUIERO HACER UN TRIATLÓN YO SÓLO, SIN AYUDA DE NADIE”
Estas palabras se las dijo Rubén Aldas, de 13 años, a Javier Gramaje, uno de los fundadores del equipo de paratriatlón de Moncada.
A finales de 2012 Javier Martínez Gramaje, clasificador internacional de paratriatlón de la federación española, Valeriano Moreno que tiene poliomielitis y es el actual presidente de la federación valenciana de triatlón y Santi Soliño, un chico con parálisis cerebral, fundaron un equipo de paratriatlón para adultos para dar oportunidad a las personas con discapacidad de que pudieran hacer deporte de forma adaptada.
En 2013 junto con Avapace realizaron un reto, llevar a Rubén Aldas, un niño con discapacidad, para que completara un triatlón. Nadando lo llevó Raúl Micó, que tiene acondroplastia, fue él quien tiro de la barca en la que iba Rubén, en bici lo llevó Raúl Gil que tiene parálisis cerebral y corriendo lo empujó Modesto Pascual, quien tiene una pierna amputada.
Tras esta prueba y las palabras de Rubén a Gramaje se planteó la posibilidad de crear un equipo de paratriatlón para niños. Empezaron sólo con Rubén enseñándole a nadar en la piscina, más tarde se apuntó Alejandro, que tiene una enfermedad rara y va en silla de ruedas, y poco a poco se fue apuntando más gente nos cuenta Miriam Roselló, emocionada entrenadora del club. Al principio se hacían llamar Avant El Cantero de Letur, “vimos que teníamos muchos niños con discapacidad, pero niños sin discapacidad no venían, salvo los hermanos de los ya inscritos”.
Decidieron entonces fusionarse con el CDM Moncada para que niños con y sin discapacidad pudiesen entrenar juntos. “Pretendíamos así fomentar la inclusión y que no se sientan apartados. Al fin y al cabo, son todos iguales”, dice Roselló. Nació así el CDM Avant Moncada, un club en el que entrenan todos juntos en diferentes calles de la piscina dependiendo del nivel, intentan que coincidan todos juntos en los horarios además acuden todos unidos a las competiciones y con la misma equipación.
Los niños con los que cuentan tienen parálisis cerebral, enfermedades raras, síndrome de Down… “ahora mismo tenemos dos niños que van en silla de ruedas, pero hacemos los entrenamientos adaptados a cada niño”.
“Nuestra filosofía del club es la inclusión de los niños. Intentamos que entrenen los niños con y sin discapacidad juntos, e intentamos adaptar en todo lo posible los entrenamientos”.
Así es una jornada de entrenamiento con los niños paratriatletas:
Entrenan lunes y miércoles en la piscina, los viernes montan en bici y algún sábado salen a montar en bici, triciclo o handbike… pero siempre juntos.
Todos los entrenamientos se ven reflejados en las competiciones, que “son muy emotivas. Los niños sin discapacidad ayudan en todo lo posible a los paratriatletas para que puedan terminar la prueba”. En estas competiciones sus entrenadores siempre se meten con ellos en el agua, sobre todo en el mar. “Si es en la piscina les dejamos que sean lo más autónomos posible, y ayudarles lo menos posible”.
El público se vuelca animando a estos niños y como comentábamos antes, los triatletas no dudan en ayudarles a entrar en meta y esperarles allí para recibirles entre aplausos. Como se puede ver en la siguiente foto, en el triatlón de Moncada de este año todos los niños del club acompañaron hasta meta a los últimos paratriatletas. “Fue muy emocionante para todos”.
“Lo que pretendemos es que se lo pasen bien y disfruten con el deporte”. Cuenta Miriam que la mayoría de ellos al salir del colegio van al fisioterapeuta o al logopeda, “lo que queremos es que vean que pueden hacer deporte y sentirse incluidos”. Gracias al deporte se han dado cuenta que físicamente muchos de ellos han mejorado mucho en su forma física, por ejemplo Rubén iba con andador y gracias al deporte ahora compite sin él y sólo, como él quería.
La labor inclusiva que realizan parece estar más que lograda, y “si algún niño paratriatleta necesita ponerse el casco siempre hay alguno que se lo pone, no se miran como si fueran niños diferentes. Son unos más, iguales que todos. No hay discriminación”.
Así es el CDM Avant Moncada:
Los entrenamientos no siempre son fáciles, tienen que adaptar los entrenamientos de natación, ciclismo y carrera a pie a niveles diferentes. Unos van en triciclo, otros en bici y otros en handbike. Para ello necesitan muchos entrenadores, para que pueda ir cada uno con un niño y puedan ir al ritmo que el niño le marque. Es por ello que Miriam no es la única entrenadora, cuenta con Raul Micó y también con la colaboración de Javier Martínez Gramaje y Ana Sebastià.
Miriam hace un llamamiento a todas aquellas niñas con discapacidad para que se sumen al equipo, ya que dice que por el momento sólo tienen chicos.
Son ellos los cuatro entrenadores los que llevan la escuela, quienes meten a estos niños en el agua para darles una oportunidad de realizar deporte, quienes le suben a la bici para que pedaleen con ilusión y son ellos quienes les lanzan a la carrera para lograr completar un triatlón al alcance de muy pocos. Cada niño tiene una historia, algo contra lo que luchar, pero con este reportaje Miriam Roselló y el CDM Avant Moncada nos han enseñado a todos que querer es poder, que nada puede frenar a nadie.
Sin duda una de esas historias de las que en YoSoyNoticia.es nos gusta contaros, historias con #AlmaYSN. ¡Gracias Miriam, gracias chicos!
