Redacción YSN
Orihuela es una ciudad monumental con un Casco histórico, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1969, en el que se van alternando iglesias, palacios y conventos. El municipio es uno de los más extensos de la Comunidad Valenciana, lo que hace que las propuestas que ofrece al visitante sean muy amplias
1) Ruta del Palmeral
Se trata de acercarnos a un entorno natural como es El Palmeral, de origen árabe, uno de los lugares con encanto cercano a Orihuela, junto al barrio de San Antón, declarado BIC por la Ley del Patrimonio Histórico Español. Constituye un interesante sistema agrícola de regadío intensivo de palmeras datileras, del tipo Poenix dactylifera, dispuestas en los márgenes de los bancales, sendas y cauces de riego.2) Ruta de las norias
Saliendo desde el Centro Comercial Ociopía, discurre por los sotos de la margen derecha del río Segura hasta llegar a las Norias, próximas al límite con la provincia de Murcia. El objetivo de esta ruta es dar a conocer un turismo de interior para todos los amantes de la naturaleza.
Es aconsejable observar la amplia gama de azules, grises y verdes que ofrece el paisaje de la sierra, junto al cielo y la huerta, así como las distintas aves que pueblan este hábitat. Durante el trayecto, en la margen izquierda del río, se divisa el Molino de la ciudad, uno de los dos molinos hidráulicos que todavía permanecen en pie.
El molino actual, edificado sobre uno anterior, lo compró Pío Wandosell a principios del siglo XX, para construir una fábrica de electricidad que diera luz a Orihuela, Sax, Callosa de Segura, Cox y Granja de Rocamora. El puente, con tajamares en los pilares es del siglo XVII, se edificó para dar paso a los habitantes de Beniel. Delante del molino hay una pequeña laguna que sirve de dormitorio a diversas aves migratorias.
A mitad del itinerario hay una pinada donde hacer un alto en el camino para reponer fuerzas y deleitarse con la visión de los naranjos, limoneros, mandarinos y hortalizas.
El recorrido es de 14 km (ida y vuelta) no ofrece dificultad alguna.
3) Ruta paseo marítimo
Su finalidad es poder disfrutar de los muchos recursos naturales que ofrece el municipio de Orihuela, en este caso la costa. El litoral oriolano comprende 16 km donde se alternan acantilados, calas y playas de aguas cristalinas y arena dorada, además de dos puertos deportivos situados en Cabo Roig y Campoamor.
Igualmente, se da a conocer tanto su valor paisajístico, como la flora (barrón, albaida, azucena de mar, hinojo marino…) que se ha tenido que adaptar a las difíciles condiciones del viento, la sal y el poco alimento; la fauna (pulpo, erizo de mar, estrella de mar, cangrejo, chirla…) o la huella que siglos de historia han dejado en las torres vigías como la de Cabo Roig.
El itinerario se inicia en playa Flamenca, para continuar por La Zenia, Cala capitán, Cabo Roig, Aguamarina y termina en en la playa de La Glea en Campoamor. Como curiosidad decir que la cala de Aguamarina tiene en sus inmediaciones una microrreserva de flora protegida que termina en una playa fósil de unos 125.000 años de antigüedad. Orihuela Costa se halla a 30 km de la ciudad, por lo tanto el desplazamiento, desde Orihuela, se hace en autobús.
4) Ruta Sotos de Molins
Este recorrido es similar al que se hace en la «Ruta de las Norias», con la diferencia, de que parte desde el Puente del Rey hasta llegar a la pedanía oriolana de Molins (se podría continuar hasta la desembocadura del río, en Guardamar).
A la vez que se da a conocer la restauración paisajística de los sotos y márgenes del río y la creación de un área recreativa que sirve de esparcimiento para los vecinos, se hace hincapié en los sistemas de riego, de origen árabe, que aprovechan el agua del río hasta su última gota. El itinerario de 10 km no ofrece dificultad alguna.
5) Ruta gastronómica
Orihuela es un territorio con unas señas de identidad que se han mantenido a lo largo de los siglos. Una de ellas ha sido la gastronomía, elemento tangible que forma parte de su cultura y que, como tal, es un enorme recurso turístico.
Como muestran sus innumerables bares y restaurantes se pueden encontrar los platos típicos de mayor arraigo, como el famoso arroz y costra o el cocido con pelotas, de origen judío. Muchos de ellos cuentan con productos especiales provenientes del entorno de la huerta o El Palmeral, como la alcachofa, el palmito o el dátil.
También el cercano litoral de limpísimas aguas y exquisitos “frutos de mar”, que dan como resultado maravillosos arroces, frituras o parrilladas, así como nuestros típicos salazones.
La ruta gastronómica ha de completarse incluyendo los tradicionales hornos y conventos. Sin olvidarnos de sus confiterías, donde se elaboran exquisitos dulces como las almojábanas, de origen árabe, o los pasteles de gloria.
