El atractivo del contraste alcanza su cénit en Requena. Inviernos fríos y veranos frescos del Mediterráneo, en la parte más occidental de la provincia de Valencia, otorgan a su patrimonio, reflejo del esplendor de otras épocas, un paisaje inimitable. Rodeada de montañas, la localidad dispone de una llanura cubierta de viñedo, base de su economía, aunque su riqueza se prolonga hasta su entorno, con el cauce del Cabriel y sus riberas como lugar más destacable.
Requena exhibe una historia rica, que se deriva de su estratégica ubicación, dominando desde tiempos remotos la ruta natural que unía Valencia con la meseta castellana, pasando por la sierra de Cabrillas y por el Puerto de Contreras.
Su casco antiguo, refleja el esplendor de aquellos tiempos en los que, curiosamente, el municipio no dependía de la actividad vitivinícola, sino que su economía se centraba en la producción de la seda, como se recuerda en el Colegio del Arte Mayor de la Seda, situado en el pleno Barrio de la Villa.
Una singularidad que Requena ofrece, es la del recorrido por el subsuelo de la ciudad medieval, con un itinerario por las antiguas cuevas en las que se almacenaban, en grandes tinajas, vinos, aceites y cereales.