Redacción YSN
Pocos municipios hay en la provincia de Castellón que armonicen mejor el turismo de costa e interior. Cabanes es uno de los principales referentes del turismo de interior de la Plana Alta y al mismo tiempo, enclave preferido de los visitantes que buscan costa alejada del bullicio y las aglomeraciones
Origen
Aunque parece ser que Cabanes fue fundada en la época romana como una mansión junto a la vía Augusta, la población actual nació en 1243 como uno de los pueblos del distrito foral de Miravet. Su pujanza en todos los órdenes hizo que en 1575 se anexionasen a su término los de los antiguos castillos de Albalat (la Ribera) y Miravet.
Por ello su término municipal ahora ocupa una extensión de 131´50 kilómetros, permitiendo disfrutar, a quien lo visita, tanto de sus paisajes montañosos como de su playa (Torre la Sal) y parques naturales (Prat de Cabanes-Torreblanca y Desert de les Palmes). Su clima es mediterráneo, templado y saludable.
La creciente importancia de Cabanes durante los siglos XV y XVI, aumentado por las intensas relaciones comerciales que se realizaban en las dos ferias concedidas por la esposa de Fernando II de Aragón, provocó que en 1575 se anexionasen a su término los antiguos castillos de Albalat (La Ribera), Miravet y Xufera, lo que magnificó el término de Cabanes, que hoy es el segundo más extenso de la provincia de Castellón. Desde entonces, Cabanes adoptó como escudo un castillo con tres torres.
Entorno: clima y naturaleza
Entre enero y marzo, el paisaje de Cabanes se transforma, con la floración del almendro, en un valle blanco y rosado único en España. El turista puede adentrarse en él a través de rutas y caminos que se suman a la incomparable oferta senderista que tiene el municipio, con el Parque Natural del Prat de Cabanes y el Desierto de Las Palmas.
Cabanes es además sede del Centro de Interpretación del Prat de Cabanes Torreblanca, ubicado en la playa de Torre La Sal. La ubicación de Cabanes es una de sus principales fortalezas. Buen clima y mar, oferta de interior histórica y cultural y gastronomía son atractivos principales para los cientos de extranjeros que cada invierno eligen los campings de la Ribera, huyendo del frío de sus países
