Cocúa Ripoll, nómada del mar: «Me lo he pasado ‘bomba’ en esta vida» | Yo soy noticia

Un indomable nómada del mar que a día de hoy, y a sus 65 años, ya cuenta con más de 150.000 millas de navegación por los cinco continentes a sus espaldas.

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José María Ripoll alias “Cocúa” lleva toda la vida en el mar, pero siempre ha tenido los pies en la tierra porque sabe combinar la bohemia de quien viaja sin rumbo con la disciplina del perfecto navegante. Es capitán de yate, instructor de vela, patrón de altura, oficial de la marina mercante, sanitario naval, submarinista y operador de radio. Y ante todo un incansable aventurero.

Tras 15 años en la alta competición ya había ganado todo lo que podía ganar y me pregunté… ¿Y ahora qué?”

Ha practicado la vela en todas sus variantes, deportiva, recreativa y, sobre todo, de aventura. Durante muchos años se dedicó a las regatas de competición. Con ello y sus otras muchas facetas relacionadas con la navegación ganó dinero y estaba cómodo. Y pudo haber ganado mucho más, pero un día decidió que se había cansado y que quería otra cosa, quería ir más allá, subirse a su barco y navegar sin rumbo fijo viendo el mundo que había allí, al otro lado.

Este infatigable trotamundos ha cruzado trece veces el Atlántico, muchas de ellas en solitario, ha navegado por la Antártida y ha llegado a estar cinco años dando la vuelta al mundo al timón de su inseparable barco, el Archibald. Y ha plasmado sus vivencias en tres libros, el último de los cuales «Navegando a ritmo tropical», lo presentó hace tan sólo unos días en el Real Club de Regatas de Alicante, del cual es socio de mérito.

Justo el lugar donde empezó a convertirse, ya desde pequeño, en el indomable nómada del mar que hoy ya atesora el equivalente a seis vueltas completas al mundo en el cuentakilómetros.

ARRIAR VELAS Y YA VEREMOS

Cocúa viene de familia de abogados, pero pronto comprendió que su futuro no estaba en un despacho sino a mar abierto. Le fue bien en las regatas, pero llegó un punto en que sintió que necesitaba un reto mayor y cambió el subirse a un barco para competir por subirse para escapar: “Tras 15 años en la alta competición ya había ganado todo lo que podía ganar y me pregunté… ¿Y ahora qué?”, nos cuenta.

Así que se montó sin rumbo fijo en el “Ya Veremos”, el barco de su padre cuando era joven y cuyo nombre en sí ya encerraba toda una declaración de intenciones, con el cual vivió durante años múltiples aventuras hasta que acabó naufragando con él en el Caribe. Y después pasó a capitanear su inseparable “Archibald”, embarcación más moderna y robusta que le sigue acompañando en la actualidad.

El barco te habla y forma parte de ti, tiene que haber una comunicación entre patrón y embarcación para poder avanzar en un medio tan hostil como es el mar”

Cocúa afirma que los barcos tienen alma y que se da una conexión muy especial con él a la hora de enfrentarse a las fuerzas de la naturaleza: “El barco te habla y forma parte de ti, tiene que haber una comunicación entre patrón y embarcación para poder avanzar en un medio tan hostil como es el mar”

NAVEGANDO A RITMO TROPICAL

“En el sur la gente ríe y en el norte sólo sonríe”. Con esta frase Cocúa nos resume esa filosofía marinera y de la vida que describe en su último libro, y cuyo trasfondo va mucho más allá de una travesía entre Argentina y Alicante. Se declara un enamorado de esa manera más pausada de entender la existencia que se lleva en el otro lado del mundo. Y aunque cada vez es más complicado, sigue intentando viajar como un vagabundo.

El problema en según qué lugares no es que salgas o dejes de salir si no que, si sufres un percance nadie va a buscarte, porque así está pactado”

En su periplo ha vivido todo tipo de experiencias, la mayoría positivas, pero también malos momentos. Y aunque reconoce haber tenido la suerte de no experimentar nada realmente trágico, sí conoce de cerca casos dramáticos donde algún tripulante de una embarcación ha desaparecido tragado por el océano para nunca más volver. “El problema en según qué lugares no es que salgas o dejes de salir si no que, si sufres un percance nadie va a buscarte, porque así está pactado”.

OTRO DÍA EN LA OFICINA

A estas alturas de su vida, Cocúa considera que ya ha vivido prácticamente todo lo que podía vivir a bordo de un barco y prácticamente descarta volverse a lanzar a otra gran aventura que le tenga meses o años en el mar. Ahora lo que más le hace disfrutar es transmitir esas experiencias en sus charlas, artículos y libros, así como poder mostrárselo sobre el terreno a aquellos que se atrevan.

“Todo ha cambiado mucho y a mí ya no me llena tanto ir por ejemplo al Caribe, porque ya he ido muchas veces, igual que cruzar el Atlántico o tantas otras cosas. Pero estar con alguien que no lo ha experimentado y enseñárselo, decirle como tiene que actuar y afrontar las situaciones y ver su cara de disfrute es muy satisfactorio”, declara Cocúa con fruición.

En el sur la gente ríe y en el norte sólo sonríe”

Os recomendamos enérgicamente que disfrutéis de la muy interesante entrevista completa con esta leyenda del mar y verdadero filósofo, un personaje con un fascinante periplo vital y que quiere ser recordado como alguien que, ante todo, disfrutó su existencia. Y es que, como él mismo dice, “me lo he pasado ‘bomba’ en esta vida”.

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