Las de Vicente Sos se enfrentaban a un reto casi imposible, y que en este decisivo asalto por la salvación no estuvieron a la altura. Aunque este partido no ha de ocultar la gran segunda vuelta disputada por las saguntinas que en un arranque de orgullo consiguieron aferrarse a la esperanza de otra carambola imposible como la del año pasado.

En un partido de dominio gallego, un gran inicio con un golazo de Shandy que  hacía seguir confiando en la permanencia y unas jugadoras que se dejaban la piel en cada ataque de las pontevedresas. Aun así, la tensión y el nerviosismo que caracteriza este tipo de partidos llevó a las saguntinas a una serie de imprecisiones que marcarían el rumbo del partido. Con un ataque congestionado y una incisiva Micaela Casasola en el lado local, las gallegas poco a poco iban ampliando una ventaja que llegó a ser de 5 goles al término de la primera mitad.

Tras la reanudación y pese a la diferencia de goles, las del Camp de Morvedre apretaron, y con una gran Barbosa y una enorme efectividad de Fiorella desde la línea de siete metros, conseguían mantener al equipo en el partido. Pasaban los minutos y la diferencia no se recortaba, el sueño de Morvedre se iba acabando. Para más inri, Porriño ejecutó un gran final de partido que hundía a las valencianas en el encuentro y la clasificación, y permitía a las gallegas mantener la categoría un año más. Al final un 36-25 ciertamente despiadado que para nada representa la dinámica del final de temporada completado por las valencianas.

Con esta derrota, Morvedre dice adiós a la Liga Guerreras Iberdrola, pero con la esperanza de que pronto volverán a retomar una categoría, que ha demostrado no quedarle grande.