Una temporada histórica, el coronavirus y la incertidumbre | Yo soy noticia

La crisis generada por el coronavirus Covid-19 ha parado al mundo en general y al deporte en particular. Prácticamente todas las competiciones deportivas del planeta se han aplazado hasta nueva orden e incluso los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 parecen predestinados a cambiar de fecha. Y esta situación está afectando a la mayoría de ligas y de equipos a nivel económico y, sobre todo, a nivel de incertidumbre.

Uno de los casos más llamativos lo tenemos en Elche. Allí, en la ciudad alicantina, el Club Balonmano Elche está haciendo historia. O estaba. El presupuesto más bajo de toda la competición se había consolidado en el segundo puesto, con prácticamente la clasificación a los torneos europeos cerrada y con la posibilidad de soñar con luchar por la Liga Guerreras Iberdrola ya que en abril se enfrentaba al líder Super Amara Bera Bera.

A día de hoy, el CBM Elche, como la mayoría de equipos, ha parado su actividad y no sabe cuándo volverá a ella. El conjunto ilicitano, como muchos otros, tampoco sabe si lo logrado hasta ahora se mantendrá, si se reanudarán las competiciones o qué es exactamente lo que pasará. Hoy, viajamos a Elche para conocer cómo se están viviendo estas complicadas situaciones. El técnico Joaquín Rocamora explica cuál es la vida actual de sus jugadoras y de su equipo.

El nivel de incertidumbre es muy alto, pero ya no solo de cara a esta temporada…

Antes de que la situación de emergencia supusiera el confinamiento en nuestras casas, la entidad franjiverde decidió que todas las jugadoras fueran a sus casas y citarlas para volver a actividad, aunque finalmente se tuvo que parar todo. Eso sí, el CBM Elche sigue trabajando: «No sabíamos la gravedad todavía y habíamos quedado en volver el lunes pasado a entrenar, pero decidimos que entrenaran a través de la webcam con el preparador físico. Lo hacen de manera grupal para que no pierdan rutinas, no se pierda el trabajo en grupo…».

Mantener las rutinas de un grupo tan unido como el del CBM Elche, aunque sea a través de webcam, hace más llevadero todo este confinamiento. Pero parece imposible no pensar en el futuro a corto plazo. Y es que la Real Federación Española de Balonmano, como el resto de federaciones internacionales, ni puede ni sabe afirmar qué es lo que pasará con la temporada tanto de Asobal como de Liga Guerreras.

Así, Joaquín Rocamora reconoce que el nivel de incertidumbre es muy alto: «No tenemos más información de la que se ha hecho pública. Pero sí, la incertidumbre es muy alta porque en una temporada que estaba siendo histórica no sabemos si la vamos a poder terminar, si va a haber algún cambio de formato, si se jugará la Copa de la Reina… En este sentido, estamos un poco a la espera».

Pero la situación del CBM Elche va más allá de esta temporada. Sin un principal patrocinador desde la campaña pasada, la entidad ilicitana piensa en el futuro a nivel administrativo: «No sé cómo puede afectar esto a las administraciones públicas, a las subvenciones, va a ser casi imposible encontrar un patrocinador… Hay que ver cuánto es el daño económico que reciben el club y las empresas que tenemos en el territorio nacional».

Cuando Europa iba a ser la salvación

Tras la pérdida de Mustang, el acceso a las competiciones europeas podía suponer el relanzamiento del CBM Elche. Jugar en Europa era una de las bazas más fuertes que tendría la entidad a la hora de buscar un patrocinador de cara a costear sueldos y viajes. Ahora, sin saber qué pasará con la temporada, todo se ha convertido en un mar de dudas en el que nadie es capaz de poder asegurar absolutamente nada.

Por eso, es importante poner en valor lo que se ha realizado hasta ahora reconociendo la dificultad actual: «No sabemos si vamos a jugar Europa, pero tampoco cómo la vamos a poder afrontar. El daño está siendo grande. Tampoco sabemos cómo va a poder hacerse un presupuesto fuerte para el próximo año. Las subvenciones son fundamentales tras la perdida del patrocinador del año pasado y no sabemos cómo van a poder responder quienes nos apoyan. Tenemos que ser muy cautos y entender que van a pasar cosas negativas para todos y para todas».

Y entre toda esta situación de incertidumbre y dudas, la vida personal. Todo ha dado un vuelco y en este caso, el cuerpo técnico del CBM Elche prefiere apartarse y que la única competición sea el trabajo físico: «Con las chicas solo he hablado desde el punto de vista personal, de cómo estaban sus familias y no he hablado nada de competiciones ni de futuro. Todo lo que tiene que ver con el cuerpo técnico lo están haciendo con el preparador físico. Ahora nos importa el tema personal. Es una situación delicada y lo prioritario es que estén todas tranquilas».

El golpe es duro, de eso no hay duda. Pero también lo fue el verano pasado y el bloque de jugadoras se hizo más fuerte todavía. Hoy, el CBM Elche es segundo clasificado de la Liga Guerreras y está luchando codo con codo con los equipos más potentes de la historia del balonmano español. Y eso, pase lo que pase, es algo que nadie les podrá quitar.

Fotos: CBM Elche.

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