Àngel Mañana o cuando el baloncesto se convierte en tu vida | Yo soy noticia


El deporte siempre nos regala historias increíbles. Personas que lo dan todo, que combinan su vida profesional con su vida personal en busca de cumplir sus sueños. Afortunadamente, en YoSoyNoticia.es conocemos historias de este tipo y, lo que es más importante, disfrutamos dándoles forma y el espacio que se merecen. Y la historia que vamos a desgranar ahora casi nos obliga a ir colocando chinchetas en nuestro mapa cual moderno empedernido.

La modalidad deportiva protagonista en esta historia es la del baloncesto. Un viaje de canastas, mates y triples que nos lleva desde Valencia hasta Guinea Ecuatorial pasando por Estados Unidos o Inglaterra. Y todo por el sueño de un jugador llamado Àngel Mañana, valenciano de nacimiento y con padre guineano que ha dado y da todo por el deporte de la canasta y por su país.

Hoy, a sus 34 años, Àngel Mañana ha optado por usar el baloncesto como un modo de desconexión sin olvidar lo más importante: defender sus colores nacionales. Actualmente milita en las filas del Benifaió en la categoría Nacional mientras mantiene el teléfono listo para recibir las llamadas de su selección. Y en YoSoyNoticia.es hemos querido conocer los inicios y la historia de este jugador con pasado taronja.

Las cosas en España son complicadas y me tomé el basket de otra manera

La vida de Àngel Mañana está ligada a una pelota desde bien pequeño. De hecho, pronto llamaría la atención del Valencia Basket: «Empecé en el colegio y enseguida fiché por el Pamesa Valencia desde los 12 años hasta los 19. Con ellos estuve jugando mucho tiempo y terminé en el EBA del equipo taronja».

Cuando llegó el momento, nuestro protagonista comenzó su aventura de viajes. Con el sueño de consolidarse como jugador profesional, Mañana pisaría diferentes países: «Cuando salí de Valencia jugué en Estados Unidos en una universidad de Illinois. Cuando volví, lo dejé un año y, al regresar, estuve medio año en Alcàsser y de ahí a Tavernes. Me tomé de nuevo en serio el baloncesto y puse rumbo a Inglaterra. Cuando estábamos jugando los playoffs allí, me llamaron de Guinea Ecuatorial».

Su proceso de madurez había tenido siempre el baloncesto de por medio. Y precisamente, una de las llamadas más importantes bien parecía una broma: «Cuando me llamaron de Guinea Ecuatorial creía que era una broma de mis hermanos. Recuerdo colgar el teléfono y a las dos horas me volvieron a llamar. Querían que jugara en un equipo de allí y fui a jugar los playoffs de la liga local. Jugaba en uno de los mejores equipos, que se llamaba Momgomo Basket».

Allí, en su otra casa, Àngel Mañana encontraría su mejor versión para liderar a su equipo hacia lo que podemos llamar la Euroliga de África: «Tuve una muy buena actuación cuando estuve allí y al año siguiente jugamos un torneo de África Central y lo ganamos siendo MVP. Y de ahí, a la African Champions Cup, algo así como la Euroliga».

En su segunda casa, Àngel estaba jugando como nunca. De hecho, pese a ser una competición muy difícil, su nombre apareció en el segundo quinteto de la African Champions Cup. Pero la morriña por su tierra natal empezaba a tomar protagonismo: «Comencé a buscar ofertas con mi agente para volver a España o a Europa. Estaba cansado de estar fuera, pero las condiciones no eran las mejores. De LEB para bajo, las cosas en España son muy difíciles. Decidí tomarlo de otra manera y busqué en el baloncesto una manera de disfrutar«.

El físico y las diferencias del basket en cada país

Justo cuando cambió su manera de pensar, a Àngel Mañana le llegó la llamada de su selección. Pero ese momento emotivo lo dejamos para más adelante. Ahora, con alguien que ha conocido hasta cuatro tipos de baloncesto, queremos conocer cuáles son las principales diferencias entre ellos. Y, como siempre, aparece la parte más física.

Y de nuevo, en el deporte de la canasta vuelve a ganar Estados Unidos: «La primera diferencia que encontré fue en la parte física. Yo iba muy bien en España físicamente, midiendo 1.90m y hundiendo el balón. Luego, en Estados Unidos, un base de 1.76m se pasó el balón entre las piernas e hizo un mate. Supe que tenía que cambiar mi manera para jugar porque a físico no iba a sacar nada. Intenté ser más listo en la pista».

De tierras norteamericanas a Inglaterra, donde el talento queda en un segundo plano: «Con respecto a Inglaterra, el físico también es importante pero no hay tanto talento. Allí es el quinto o sexto deporte. Por eso es mucho más físico, algo más alegre… Pero sí hacen muy bien el montaje con speaker, animadoras… Tienen el espectáculo muy bien aprendido para hacerlo más divertido«.

Con respecto al baloncesto africano, la evolución del mismo está siendo espectacular. Encontramos jugadores africanos repartidos en todas las competiciones tanto europeas como en la NBA. Sin ir más lejos, el Mundial de Baloncesto que ha ganado España ha contado con la participación de Angola, Costa de Marfil, Nigeria, Senegal y Túnez. Y aunque los resultados no hayan sido los mejores, ver a estos equipos en los mundiales empieza a ser habitual.

Àngel Mañana es consciente del avance. De hecho, él mismo ha visto a jugadores evolucionar hasta llegar a la NBA: «En África, tácticamente son precarios. Pero me he encontrado con jugadores como Salah Mejri, Carlos Morais, Richard Nguema… Ya se está viendo que hay jugadores que son muy buenos en todas las posiciones, no solo los senegaleses que miden más de dos metros. En España aprendes táctica desde pequeño. Aquí es diferente, no existe esa cultura. Pero es cuestión de tiempo y de que los jugadores se puedan acoplar».

La llamada de la selección fue un premio. El partido fue muy emotivo…

Entramos en la zona para buscar la parte más sentimental de Àngel Mañana, para quien el baloncesto lo ha sido y es todo: «El baloncesto es mi vida, mi sueño y lo que he vivido siempre. He tenido la suerte de jugar a un gran nivel desde que tengo 12 años que fiché por Valencia Basket. Me he enfrentado a Rudy Fernández, Marc Gasol… Y la diferencia entre esos jugadores a su edad y nosotros, que estás a un gran nivel también, es que ellos sí han jugado en la ACB. Si te dan minutos es mucho más probable que te quedes jugando».

Pero el camino no ha sido nada fácil. Por eso, cuando sonó el teléfono con la llamada de la selección de Guinea Ecuatorial, llegó la cuadratura del círculo: «El baloncesto ha sido una manera de vivir, el sacrificio, el esfuerzo… He tenido mala suerte, es cierto. Siempre que acababa haciendo buenas temporadas ocurrían cosas. Y para mí, la llamada de la selección es un premio a toda una vida dedicada al baloncesto. Ese partido fue muy emotivo después de tantas vueltas que he dado y que se acuerden de ti…».

Justo cuando la mesa ha cantado ’10’ y se acaba el reloj de posesión, le preguntamos a Àngel Mañana por sus objetivos en el mundo del baloncesto. Disfrutar y luchar con su selección, su camino a seguir: «Mi objetivo es hacerlo lo mejor posible con mi club y poder seguir yendo con la selección. Queremos meternos en una Copa de África y seguir luchando. Tenemos una gran ilusión. Da rabia que no se haya hecho antes porque nos ha cogido mayores, pero sigue siendo especial. Y con el equipo, luchar por estar lo más arriba posible».

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