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El joven jugador ha celebrado en su localidad natal el triunfo agridulce que dejó perder el oro por tan solo un punto.
Hay victorias que no se saborean hasta que se asimila después de un tiempo. Eso es lo que podría decirse en el caso de Guillem Ferrando, pues ha vuelto del Europeo sub16 de baloncesto con una medalla de plata bajo el brazo, pero en su cara se notaba una ligera decepción.
Y es que la selección española se quedó a tan solo un punto de la gloria que significa ser campeones de Europa de la categoría, y se tuvieron que conformar con un gran segundo puesto, que ahora a los jóvenes jugadores les puede saber a poco, pero que seguro que con el tiempo valoran con orgullo.
Fue ante Croacia, con quien perdieron por un 71-70, que significó la única derrota de un campeonato redondo de los españoles, donde se encontraba el valenciano, que demostró su valía a pesar de tener que llevar una máscara nasal debido a una rotura en la nariz.
El jugador de las categorías inferiores del Valencia Basket celebró esta medalla con los vecinos de su localidad natal, Benifairó de la Valldigna, en la plaza del Pi, rodeado de amigos y familiares.
