Carlos Martínez
Charlamos con el entrenador que ha comandado y guiado al HLA Alicante hacia la LEB Oro.
El primer fin de semana del mes de mayo fue apuntado en rojo en la historia del baloncesto alicantino. El HLA Alicante, mítico Lucentum que se codeó no hace mucho con los mejores equipos de la ACB y que vivió momentos de gloria con jugadores históricos, firmaba su ascenso a la Liga LEB Oro. El proyecto de Pedro Rivero en su estreno como entrenador había sido espectacular: primer año, primer ascenso.
Apoyados por una afición que nunca dejó de creer en el equipo pese a la caída a los infiernos del baloncesto nacional, los chicos del HLA Alicante disfrutaron de un éxito vital para la consolidación de un proyecto que ya vuelve a abrirse paso en las canchas. Como aquel mítico anuncio en el que el ‘Mono’ Burgos aparecía desde las alcantarillas de Madrid tras el descenso del Atlético, el deporte de la canasta en Alicante comienza a recuperar el terreno perdido.
Ahora, pasados unos días del partido ante Navarra y de recorrer las calles de una ciudad que regresa a ser relevante en toda modalidad deportiva, en YoSoyNoticia.es hablamos con Pedro Rivero. Exjugador y entrenador novato, Rivero comparte la felicidad por el ascenso y el orgullo del trabajo bien hecho.
Cuando todos estuvimos seguros fuimos a por ello
Rivero y sus chicos han tenido sus días de fiesta, los momentos que ponen en valor el trabajo después de una dura temporada. Eso sí, el Campeón de la LEB Plata y su entrenador parecen no querer desconectar: «Hemos tenido varias celebraciones con domingo y lunes, pero desde el martes volvimos a la normalidad. Estamos contentos, pero todavía queda un partido y queremos hacer las cosas bien. El resultado es importante, pero también queremos competir al doscientos por cien para evitar lesiones. Esa es la clave».
Si algo ensalza el trabajo de Rivero es ser un novato en su trabajo. Dejar la actividad deportiva profesional es una de las decisiones que todo y toda deportista no quieren tomar. En el caso de nuestro protagonista, esa decisión estaba tomada desde hace tiempo. Pero no tendría que abandonar las pistas.
Tocaba cambiar el chándal por el traje: «No se puede poner ninguna queja por mi parte. Me han facilitado todos el trabajo y la experiencia ha sido muy cómoda y más ganando y ascendiendo.
La decisión ya estaba tomada, la de dejar de jugar. Cuando acabó el año empezamos a hablar sobre la posibilidad de entrenar y, cuando llega la propuesta, lo hablamos. Comenzábamos una vida nueva pero muy similar a la anterior. Cuando todos estuvimos seguros fuimos a por ello«.
Quien ha jugado a baloncesto alguna vez en su vida sabe que el puesto de base es el más importante. Por esa posición pasa todo el juego del equipo y Rivero ejercía como tal cuando vestía de corto en una carrera llena de equipos y de viajes.
Por eso, el propio técnico lo recuerda a la hora de hablar de los cambios: «Se nota en todo. Jugando como yo, que era base, tomas muchas decisiones. Ahora, aunque sepas lo que va a pasar, no estás en la cabeza de los demás. Antes veías las cosas que querías hacer en el momento y ahora lo hacen otros y tú tienes que ayudarles a que lleguen al éxito. Sabía que era muy difícil y lo he disfrutado mucho, pero no hay que acostumbrarse a ganar».
Hay que vivir lo que pasa en el día a día
Lou Roe, José Manuel Calderón, Mario Stojic, Velimir Perasovic, Pepe Sánchez, Larry Lewis… La lista de jugadores míticos que han pasado por ese Lucentum que llegó a disputar en dos ocasiones la Copa del Rey de la ACB (2005 y 2012). Todos hemos disfrutado de momentos históricos al otro lado de la pantalla. Y esos recuerdos, en alguna ocasión, se convierten en una losa. No así en Alicante.
Preguntado sobre la presión por subir y recortar el camino perdido, Rivero prefiere hablar de ilusión: «Había ilusión por conseguir algo que llevaban años buscando, pero no había presión más allá de la que nos íbamos poniendo nosotros. Teníamos el objetivo que tiene Lucentum de jugar siempre las finales y estar arriba, pero no había presión».
Sobre esos grandes recuerdos, Rivero tampoco le da demasiada importancia. Los seguidores y seguidoras de Lucentum siguen ahí juegue quien juegue y eso, sin duda, es el gran valor de una entidad como esta: «No sé si la gente lo recuerda. Cuando lo pasas bien con esos jugadores y entrenadores, la gente lo disfruta y es lo normal. Pero la realidad es la que es. Desde que lo coge la nueva directa tenemos que empezar desde Nacional y subiendo poco a poco, esa es la realidad. Hay que vivir en lo que pasa en el día a día».
Y, tras recordar historias de no hace mucho tiempo y que seguro se vuelven a repetir, despedimos a Rivero pidiéndole una clave de su equipo para lograr el ascenso: «Los jugadores han comprendido muy bien la filosofía de respetarse y conocer el juego de cada uno. La afición nos ha apoyado, la dirección deportiva y presidencia también lo han hecho y nos han dado tranquilidad. Cuando todos somos un equipo se construye algo que nos ha gustado. Todo el mundo ha sumado y nos ha llevado a ganar».
Fotos: HLA Alicante.
