Silvia Mesa: de jugadora profesional a fisioterapeuta | Yo soy noticia


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Silvia Mesa Sánchez nació en Valencia el 11 de junio de 1978. Residía en el barrio del Cristo, donde montaron una escuela deportiva de baloncesto a la que le apuntaron sus padres con 11 años.

“Yo era muy grande y un poco torpe, por lo que querían que mejorara mi agilidad. Y mira, me enganchó y terminé como jugadora profesional”.

Tras 20 años como deportista de élite, Silvia ha acumulado un gran palmarés a sus espaldas. Desde el club de Manises, hasta la cantera de profesionales como Siglo XXI, el Barça, el Dorna Godella, Claret, la Selección Española e incluso una larga etapa en Estados Unidos.

20 años como jugadora profesional

A pesar de su extensa trayectoria, Silvia recuerda el día que ganaron la Liga de Estados Unidos como el mejor momento de su carrera. “Yo siempre digo que tengo una anillo, aunque no sea el de la NBA”, cuenta entre risas.

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Pero la deportista tuvo que dejar a un lado su pasión hace 7 años por las numerosas lesiones de rodilla que ha sufrido a lo largo de estos 20 años.

“Llevo 3 años de operación en operación. Me he roto el menisco, la rótula, y ahora llevo una prótesis en la rodilla derecha. Cuando llegué a la fase de ascenso con el Claret y vi que no podía ni andar, supe que era el momento de retirarme”.

Ahora mismo no puedo ejercer porque no me puedo mantener de pie»

La valenciana estudió fisioterapia, así que con los pocos ahorros que acumuló como jugadora se montó una clínica en Benimaclet: “Ahora mismo no puedo ejercer porque no me puedo mantener de pie. Me han dado una incapacidad y estoy a la espera de que me vuelvan a operar”.

Como fisio, Mesa ha colaborado con la Federación Valenciana y con la Española de baloncesto, ya que no quería abandonar por completo su afición: “Mi idea era no desconectar totalmente del baloncesto, continuar vinculada al mundillo de alguna manera”.

Una salida diferente

Silvia soñó con estudiar medicina, pero su trabajo se lo impedía totalmente: “Entrenaba 8 horas diarias, así que tuve que elegir entre medicina y el deporte, y elegí una carrera que pudiera compaginar con el basquet”.

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En Estados Unidos he llegado a hacer exámenes en los hoteles»

La valenciana estuvo becada en Estados Unidos, donde le ofrecieron muchas más facilidades para poder estudiar a la vez que continuar jugando a basquet: “Allí está muy bien considerado ser deportista de élite. En España te dicen ‘nos vemos en septiembre’, en Estados Unidos he llegado a hacer exámenes en los hoteles porque la propia universidad nos mandaba un tutor a los viajes”.

Sin estudios todo habría sido mucho más difícil»

La familia de Silvia siempre le ha animado a continuar con los estudios por si algo fallaba en su carrera deportiva: “Luego me lesioné y mira… Sin estudios todo habría sido mucho más difícil.”

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Gracias al esfuerzo que la deportista realizó durante años, pudo montarse su propia clínica para continuar trabajando: “Invertí mis pequeños ahorros en la clínica, y gracias a ello ahora tengo mi medio de vida. Pero no te da para vivir siempre de ese colchón, ni mucho menos”.

Gasol y compañía cobran 20 veces más que las chicas»

La jugadora asegura que no se pueden comparar los sueldos de las mujeres con los de los hombres: “Gasol y compañía cobran 20 veces más que las chicas. Pero siempre puedes buscar otra salida cuando tu carrera se acaba, como Marta Fernández, que ahora ejerce de comentarista en TVE”.

La balanza

No todo es tan bonito como parece en el mundo de los deportistas profesionales. Silvia se fue de casa a los 13 años, cuando ingresó en Siglo XXI: “Era muy duro, yo era muy pequeña. Tuve muchos momentos de bajón, pero gracias al ánimo de mis padres aguanté, y mira donde llegué”.

silviamesa-2Desde Siglo XXI hasta su retirada, la valenciana ha tenido que centrarse en su carrera y prescindir de algunas cosas: “Me he perdido todo: navidades, bodas, nacimientos… Se casó mi hermana cuando yo tenía partido en Madrid, pero tenía que jugar porque me pagaban para eso”.

Gracias al incondicional apoyo de sus padres, sus años como deportista profesional fueron mucho más llevaderos: “Han dado todo por mi. Llegaba de Estados Unidos en verano y me iba con la Selección Española, así que cogían el coche y venían a cualquier parte del país”.

Sin embargo, Silvia tiene claro que si volviera atrás, volvería a escoger ser deportista profesional: A la larga te compensa. A mi sobrino le conocí dos meses más tarde, pero le conocí. Me llevo muchas lecciones de vida que equilibran la balanza. ¿Dónde firmo para repetir?

En el momento en el que más oportunidades tenía para competir en las Olimpiadas, ya estaba muy lesionada de la rodilla».

Pero si hablamos de espinitas clavadas en Silvia, hablamos de las Olimpiadas: “En el momento en el que más oportunidades tenía, ya estaba muy lesionada de la rodilla. Era consciente de que no iba a poder ser porque tienes que estar al 100% para competir, así que llevaron a otras que sí lo estaban”.

A pesar de los sueños que se quedaron por el camino, de los momentos duros y de aquellos de felicidad que no pudo vivir, la jugadora se ha llevado consigo otras muchas cosas.

Valores como el esfuerzo o el compañerismo son algunos de los que Silvia se impregnó gracias a la experiencia de disfrutar cada día de lo que te apasiona y, además, poder vivir de ello durante 20 años.

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