Carlos Mayo, tras volar en Tokio, apunta al Maratón de cara a París 2024 | Yo soy noticia


Apenas ha pasado un mes desde los Juegos de Tokio y aún con la temporada atlética sin terminar, los deportistas ya buscan horizontes cercanos y nuevos retos por los que pelear. Uno de los protagonistas estelares en el tartán de la capital japonesa fue el fondista Carlos Mayo, que compitió de tú a tú contra los mejores del planeta y ahora ya piensa en la manera de meterles mano.

Consciente de la dificultad que tiene bajar sus marcas lo suficiente como para acercarse a ellos en la pista, ve la ruta como ese puente hacia la pelea por los metales. «Lo piensas y París no está tan lejos. Son solo tres años y no me quiero quedar con la duda de saber de lo que soy capaz de hacer en la ruta», cuenta a Yo Soy Noticia el deportista.

El salto de la pista a la ruta

«Tengo que hablar todo esto con mi entrenador», continúa diciendo antes de poner el ejemplo de Ayad Lamdassem y lo cerca que estuvo de subir al podio olímpico en Tokio, del que apenas le separaron unos metros y pocos segundos. «Está claro que tuvo que hacer una gran marca, pero el maratón siempre es una prueba mucho más impredecible. Si tu haces una preparación perfecta y te sale un gran día y alguno de tus rivales falla, puedes tener opciones de estar ahí».

«Es muy posible que debute en Maratón antes de los Juegos de París. Para soñar con algo más que un puesto de finalista raspado creo que tiene que ser en la ruta»

Y es algo que explica claramente. «Mira, yo he llegado a Tokio en el mejor momento de mi vida, en una temporada fantástica que no se me ha hecho larga ni nada. He competido bien allí contra los mejores del mundo y sé que tengo alfo más de margen de mejora, pero para meterme entre los ocho mejores. Es muy complicado pasar de ahí, esa es la realidad porque los africanos están todavía un escalón muy encima«.

Sin embargo, tiene claro que algún puestecillo más sí puede rascar. «Esto me ha servido para demostrarme que estoy ahí, que están lejos, pero tampoco tanto. Yo soy ambicioso y quiero acercarme algo más. Creo que con experiencia y trabajo se puede conseguir», medita ahora pasado el tiempo.

Ha salido «satisfecho» de su debut olímpico, aunque reconoce que llegó a la cita soñando con ese puesto de finalista. «Ahora veo los atletas que he tenido por delante, las marcas que tienen y es que es muy difícil».

Tokio, una experiencia inolvidable

Después de ese fantástico 10.000 tenía en su cabeza hacer también el 5.000 pero finalmente no pudo hacerlo. «Me quedé un poco con las ganas porque quería probarme y ver de qué era capaz. Mi preparación estuvo encaminada al 10.000, pero me hubiera gustado saber hasta dónde podía llegar. Las dos carreras del cinco fueron asequibles, podría haber estado ahí, aunque también te digo que mis compañeros europeos que doblaron acusaron mucho el cansancio del 10.000 y creo que a mí también me podría haber pasado. No le he querido dar muchas vueltas».

«Es difícil valorar cuánto ha afectado el calor y la humedad, pero es 100% seguro que algo influyó. A los siete kilómetros y medio yo iba completamente empapado, como si estuviera en la ducha. Jamás había tenido esa sensación»

El calor y la humedad jugaron un papel determinante en muchas competiciones de los Juegos, también en las carreras de fondo, aunque a Carlos Mayo le cuesta cuantificar con exactitud cuánto pudo afectar. «Para mí es difícil valorar esto con tan solo una carrera», explica al respecto.

«Es que además fue la típica carrera propia de un campeonato en la que corrimos mucho a tirones. Salía una vuelta muy rápida y luego otra lenta. Eso distorsiona un poco la realidad, pero sí recuerdo que una vez miré el marcador y marcaba 30 grados y un 85% de humedad. Eso influye sí o sí en la carrera. Es imposible no pensar así. En los últimos 1.500 metros el grado de sufrimiento era muy alto y yo terminé con una marca lejos de la mejor que tengo y la sensación de cansancio y sufrimiento fue mayor que la de ese día», reconoce.

Atrás quedan unos Juegos marcados por la pandemia del Coronavirus, sí, pero también por la fantástica actuación coral del atletismo, que se trajo tan solo la medalla de Ana Peleteiro, pero fue un deporte que transmitió grandes sensaciones. La mayoría de atletas compitieron realmente bien y ese es un mensaje que debe transmitirse, más allá que el de los puestos de podio, algo que llega como consecuencia de lo primero.

«La tendencia de la selección ha sido muy positiva. Hemos crecido en los últimos campeonatos y se ha visto reflejado en la pista. Los Juegos son el mayor espectáculo del mundo»

Aún así, deja claro que el ambiente de equipo que se respira en una cita olímpica es mejor que en otros campeonatos. «Aquí te metes en la villa olímpica y cada uno va un poco a la suya. Es algo diferente a otro campeonato en el que estamos todos juntos en un mismo hotel. Es algo normal en unos Juegos».

Nuevos retos y desafíos: Go Running

Y aunque los Juegos siempre se tienen en la cabeza ahora hay tres años por delante para disfrutar del camino y disfrutar de las grandes competiciones. «Habrá que ver cómo lo hacemos cuando hable con mi entrenador» insiste. «Se que tengo margen de mejora en la pista, pero también veo que en el 10.000 es complicado pensar en pelear por las medallas porque necesitaría un salto de nivel que ni yo mismo espero. Es un objetivo muy ambicioso. Ni siquiera Katir, que está en marcas muy similares a los africanos, ha podido sacar una medalla. Quiero probarme en la ruta y ver qué pasa».

Pero lo primero que ha hecho Carlos Mayo al volver de Tokio es integrarse en el nuevo club de running que nace en la Comunitat Valenciana, que lleva el nombre de Go Running y que tiene como principal objetivo «crear una comunidad de corredores que tengan la posibilidad del deporte y de seguir enamorándose del running», explica el aragonés.

Aunque el centro de operaciones estará en Valencia, Mayo se ocupará de algunos entrenamientos en la zona de Bronchales, «un paraíso» para los atletas. «Queremos transmitir al corredor popular que tienen una maravilla en la Sierra de Albarracín, que es un sitio ideal para entrenar cualquier especialidad; la pista, la ruta y el trail. El objetivo es el de tratar de responder a esa pregunta que siempre nos han hecho de ¿por qué Bronchales?»

Al hilo de esto, lanza una última reflexión que va dirigida a aficionados y a todos los integrantes del atletismo. «Tenemos que aprovechar este boom por el running, tenemos que conseguir que eso repercuta más directamente en nuestro deporte en sí. Es fantástico que tanta gente salga a correr y disfrute de ello, pero falta dar un paso más y redirigir todo eso al deporte en sí».

«Soy consciente de que es algo complicado, pero tenemos que encontrar esa fórmula. A día de hoy vas a las carreras populares y el 50 o el 70% de la gente no sabe quién es el mejor atleta español de maratón, no conocen a los deportistas.

«Nos falta aprovechar ese boom un poco mejor, pero yo, como atleta, estoy muy orgulloso de ver a tanta gente que comparte con nosotros esta pasión»

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