Adrián Rubio
Lo dice entre risas un tipo que hace precisamente dos meses alcanzó la cima mundial en su deporte, el kickboxing, convirtiéndose así en el primer deportista español que logra tal éxito en esta actividad. Pero ya se sabe que, en este país, no todos los deportes reciben el cariño y atención que merecen.
Para eso está YoSoyNoticia.es, que dos meses después del triunfo de Kevin Koffi Illueca en Italia representando a la Selección Española contacta con el utielano para ver cómo le va la vida a las puertas de cerrar el mejor año deportivo de su existencia. Y eso es mucho decir para alguien que atesora infinidad de medallas autonómicas y nacionales, cruzando ya el talento de este joven de 23 años las fronteras para conquistar territorio internacional.
Baño de oro para Kevin Koffi, el valenciano campeón del mundo de kickboxing
“La gente me pregunta por la fama pero les digo siempre lo mismo: “soy el mismo ‘pringao’ que hace 2 o 3 meses’ pero ahora tengo una medalla y una copa más”, afirma con sorna este joven de padre francés y madre valenciana nacido en Utiel hace 23 años. Su triunfo mundial ha traído más reconocimiento para su deporte a nivel nacional, pero poco más.
La gente me pregunta por la fama pero les digo siempre lo mismo: “soy el mismo ‘pringao’ que hace 2 o 3 meses’ pero ahora tengo una medalla y una copa más”
“Si estuviera viviendo en un país del Este de Europa, o en Kazajistán o Turquía, pues me hubiesen puesto una casa y un coche y en esos lugares triunfar en el kickboxing sí que te cambia más la vida. En España no están remuneradas todas las horas que entreno ni los premios que yo pueda conseguir”, afirma Kevin, que compagina los entrenamientos y las competiciones en kickboxing con las clases que da a niños en el gimnasio que regenta su padre en Utiel, además de estar cursando la recta final de la carrera de Magisterio.
Siempre un plan B presente porque vivir exclusivamente de lo suyo, por muchas cosas que gane, ya se sabe que en España es imposible. “Una de las preguntas que me suelen hacer los niños cuando voy a dar charlas a los colegios en Utiel y Requena es sobre cuánto dinero gano en el kickboxing. Yo les digo que nada por ser campeón del mundo, y eso les choca mucho”, confiesa, que a raíz de su éxito ha sido requerido por las autoridades políticas de su localidad para inspirar y motivar a las nuevas generaciones.
Recepción oficial por parte de Josep Miquel Moya, el Director General de Deportes de la Generalitat Valenciana.
Su lección de vida es que no todo es el dinero y él lo comprueba cada día en el kickboxing, encontrando en deportes así otras cosas que están por encima de los euros en el banco. Hablamos de disciplina, valores y todo tipo de aprendizaje para la competición y la vida, además de insistir en el plan B que se necesita pensando en el largo plazo. Para cuando llegue el momento en el que no te compense invertir todo tu tiempo, y dinero, sin recibir luego los apoyos mediáticos y de sponsors que gente como Kevin tanto agradecería.
Una de las preguntas que me suelen hacer los niños cuando voy a dar charlas a los colegios en Utiel y Requena es sobre cuánto dinero gano en el kickboxing. Yo les digo que nada por ser campeón del mundo, y eso les choca mucho”
Ser profesor de Primaria está en su horizonte, como también abrir cuanto antes un gimnasio en la ciudad de València, donde podría encontrar más clientes y personas interesadas en el kickboxing. “Es un muy buen negocio si lo llevas bien y fidelizas a la clientela”.
El sueño de unos Juegos Olímpicos
De momento el kickboxing no es olímpico y Kevin no tiene muchas esperanzas de que a corto plazo lo vaya a ser. Eso le impide acceder a becas como la del Proyecto FER en la Comunitat Valenciana o las becas ADO del Consejo Superior de Deportes, aunque la Selección Española que él lidera tras su oro mundial en Venecia el pasado mes de octubre se ilusiona con las opciones que abriría acudir a los próximos Juegos Mediterráneos del año que viene.
“Me han pedido en la selección española que baje a -79kg desde los -84kg con los que he sido campeón del mundo, y que cambiara de modalidad desde kick-light (puedes pegar patadas a cualquier parte del cuerpo) a practicar la de light-contact (con patadas pero solo de cintura para arriba) para intentar quedar entre los 8 primeros en el Campeonato de Europa del 2022”, nos cuenta el utielano. Algo que clasificaría a España para los Juegos Mediterráneos y permitiría empezar a recibir más ayudas, por ejemplo desde el Comité Olímpico Español.
“Necesitamos clasificarnos”, añade Kevin, que siente la presión pero la abraza con entusiasmo y muy responsabilizado, sabedor de que pese a su juventud ya es todo un referente y modelo a seguir para los niños y niñas de Utiel. Ahora mismo es uno de los rostros estrella en la Federación Española de Kickboxing y Muay Thai, que se apoya en él y en otros hombres y mujeres para visibilizar su deporte y así seguir incrementando licencias. Una tendencia positiva en los últimos tiempos, como nos confirma este reciente campeón mundial.
Una calle con su nombre
Patrocinadores no encuentra –“si fuese futbolista lo tendría más fácil aún sin ser campeón del mundo”, pero sí el cariño y gratitud de toda su gente. Utiel se volcó durante el campeonato del mundo e hizo fuerza desde la distancia para empujarle hacia el oro, y luego el recibimiento, como ya nos contó en la primera entrevista que le realizamos, estuvo más que a la altura.
Recepción oficial y nombramiento como Ciudadano Honorario del pueblo, muy merecido para el primer campeón mundial que atesora Utiel. Y sido todo va bien, dentro de un tiempo una calle de la localidad llevará el nombre de Kevin Koffi, cuya familia ya se hizo un hueco hace muchos años.
Y es que allí su padre, parisino de nacimiento, montó un gimnasio que ha sido el templo donde comenzó a practicar artes marciales Kevin. Primero el kárate y luego el kickboxing que ahora le ha dado gloria nacional e internacional, un cambio que llegó hace 10 años aproximadamente y que él explica así: “siempre ha sido de hacer combate y de que hubiera contacto, y en eso el kárate se me quedaba corto. Empecé a ver las clases de kickboxing que daba mi padre y poco a poco fui haciendo la transición, me benefició tener la base del kárate para el deporte que practico ahora”.
Y donde aún tiene retos importantes que superar, como el del Europeo y ojalá que los Juegos Mediterráneos del año 2022. El 2021 lo cierra con una sonrisa de oreja a oreja al inscribir su nombre con letras de oro en el kickboxing español, pero Kevin Koffi quiere más. En la vida y en el deporte, y va a ser difícil frenarle…
