David Quijal
Hablamos con Segismundo Pérez, presidente del Orihuela CR, con motivo del 50 aniversario del club. La entidad de la Vega Baja se encuentra en esos meses de celebración, en los que recordará sus orígenes e historia. En ese pasado se quiere fijar para construir un futuro desde la base.
El Orihuela Club de Rugby se ha sumado recientemente al club de los ‘cincuentañeros’ del rugby valenciano. Un 8 de enero de 1973 se constituía un club que medio siglo después sigue manteniendo vivo este deporte en la ciudad de la Vega Baja.
Sus orígenes son humildes, como es costumbre al hablar de pioneros en el rugby. Alrededor de una asociación cultural (Club Thader) y de la mano de los hermanos Vicente y Dominique Giménez, tal y como relata Segismundo Pérez, presidente de la entidad.
«Vicente practicó rugby en el Liceo Francés en Barcelona, y ofreció enseñar este juego. Lo practicaron, y aquello prendió una llama. Le gustó a los participantes y empezaron a quedar para entrenar e iniciarse al rugby. Se empezó a crear un grupo importante que acabó derivando en un club», explica de los primeros pasos de un Orihuela CR que no tenía campo, pero tampoco balón.
Esos inicios también dan para anécdotas, como precisamente la que rodea la adquisición del primer balón. Un bien no muy asequible para la época con un coste de 3.000 pesetas, y que entre rifas y donaciones se intentaba ahorrar para conseguirlo. «Había una persona en el club que tenía las barbas largas y trabajaba en un bar. Un cliente siempre le decía que se afeitara. ‘Tío Antonio, si me da usted las 1000 pesetas que me quedan para comprar el balón de rugby me corto la barba'», y así se consiguió el dinero que restaba para conseguir el oval para jugar.
Por delante siguieron años que han dado para mucho. «Luces y sombras. Momentos muy boyantes, de mucha participación, momentos que ha bajado, dificultades para practicarlo en un campo digno o poder tener un grupo numeroso para hacer frente a los compromisos…», enumera.
Jornadas de celebración
Desde el Orihuela Club de Rugby están preparando una serie de actos que conmemoren el 50 aniversario. Unos eventos que ya comenzaron con una cena en la que participaron socios, representantes de distintos clubes y federación, jugadores, miembros de diferentes etapas, instituciones, patrocinadores, etc. «Un encuentro muy emotivo», apunta el presidente.
Por delante tienen programado realizar unas mesas redondas. Una primera para hablar respecto a los primeros 25 años, otra que recorra los 25 siguientes y mire hacia el futuro, y por último una para charlar y debatir acerca de los campos de rugby y sus distintos momentos.
En mente también está «dejar impresa nuestra huella en los murales de San Isidro» y la realización de una edición conmemorativa del Memorial Antonio Balaguer de rugby a 7.
Una mirada al futuro
El presente no es sencillo para el Orihuela CR, como es común a tantos otros clubes de cualquier deporte tras la pandemia. «Estamos con los baches que nos generó y que nos minó la participación. Tuvimos un momento previo en el que teníamos casi montado un equipo femenino y se nos cayó. En los senior no tenemos mucho músculo, y estamos intentando recomponernos», expone.
Respecto a la base, actualmente se encuentran trabajando y compitiendo de la mano del Elche Club Rugby Unión, y con el deseo de poder ir creciendo en las futuras temporadas.
«Queremos volver al espíritu de aquellos pioneros de los setenta, creando incluso ligas de institutos. Nuestro deseo es intentar tirar por ahí», comenta, pero eso supone tener a gente dedicada a ello, y eso no es sencillo.
Ese es el objetivo con el que arranca sus primeros 50 años el club. En conseguir una «masa que podamos trabajar desde jóvenes en colegios e institutos», y que por lo tanto dote al club de efectivos para el futuro. «Esa es nuestra gran meta. A ver si con el empuje del aniversario podemos desarrollarlo», concluye.
Fotos: Orihuela CR (Facebook)
