Vicente Francisco Lorenzo Albert
El once veces campeón de España acaba de colgarse dos oros en el prestigioso Grand Prix de París. Murad, nacido en Armenia, lleva 18 años viviendo en España y cinco y medio esperando la nacionalidad, que ha solicitado dos veces.
Murad Hayrapetyan acaba de ganar dos medallas de oro en Jiu-jitsu en el Grand Prix de París, uno delos torneos de artes marciales más prestigiosos del planeta. Allí hizo sonar dos veces el himno de España. Algo inusual, puesto que todos los luchadores compiten en una sola categoría (Ne-waza o Fighting), y él lo hizo en ambas.
“Soy el único que combatió en las dos modalidades, y logré dos oros. Estoy muy contento porque es un hito histórico. Y además, por la satisfacción de que sonara el himno de España dos veces. Ha sido una sensación increíble”, nos cuenta.
Ha sido el último logro de un deportista que, con 29 años, lleva ganados once Campeonatos de España absolutos en las dos modalidades que practica: seis en Ne-waza y cinco en Fighting (lucha). Anteriormente fue campeón junior.
Pero su currículum es mucho más amplio. “He ganado casi todos los torneos a nivel nacional y ahora mi enfoque es internacional”, relata Murad a YoSoyNoticia.es. Pero si el palmarés de este luchador es llamativo, sorprende más que compita representando a España y todavía no le haya sido concedida la nacionalidad. Sobre todo porque lleva viviendo en nuestro país desde que era niño y ya la ha pedido dos veces.
“Nací en Armenia. Pero a mi padre le ha gustado siempre España. Así que, cuando perdió su trabajo decidió que nos establecíamos aquí”, nos cuenta.
“Cuando vine a España, con 11 años, empecé a hacer judo –ya lo practicaba desde los 8 en su país-. Pero se cerró la clase y el monitor del gimnasio me animó a practicar Jiu-jitsu. Con 13 años empecé a entrenar y se me daba bien. Con 14 fui a competir a nivel autonómico: luché un combate y lo gané. El profesor pensaba que yo tendría 20 años; pero la Federación le dijo: no, ese niño tiene 14 años y no puede luchar. Así que tuvo que firmar mi padre, autorizando, porque yo quería competir”.
Jiu-jitsu tradicional y brasileño
Existen dos modalidades de Jiu-jitsu: el tradicional (japonés) y el brasileño. Murad practica ambas, con sendos entrenadores y en dos gimnasios: Ases (escuela de Jiu-jitsu brasileño) y Esportiu Valencia Grao (club donde entrena Jiu-jitsu tradicional).
Murad no tiene un ídolo a quien desee parecerse. “Gracias a mis entrenamientos y a mi esfuerzo, he ganado en torneos internacionales a los mejores de mi categoría, que han sido campeones del mundo”.
Así que a él podríamos considerarlo el referente para otros luchadores actuales y futuros. Sin embargo, lamenta no poder formar parte de la selección española, al no haber conseguido todavía la nacionalidad.
Ahora mismo tengo seis medallas internacionales, y me tendrían que haber ayudado para conseguir la nacionalidad española. Llevo toda la vida luchando, y no puedo representar a España en un Campeonato de Europa ni en el Mundial de Abu Dabi”
Esperando la nacionalidad
“La he pedido muchas veces –nos explica-. Después de cuatro años y medio esperándola, me la denegaron alegando que la había tramitado dos meses antes de cumplir los diez años de vivir aquí. La volví a pedir hace un año, y todavía no la tengo. Yo presenté mi currículum deportivo. Ahora mismo tengo seis medallas internacionales, y me tendrían que haber ayudado para conseguir la nacionalidad española. Llevo toda la vida luchando, y no puedo representar a España en un Campeonato de Europa ni en el Mundial de Abu Dabi”.
No cobro nada. Yo trabajo de noche, como vigilante de seguridad, y gracias a eso tengo todo el día para poder entrenar»
Puede competir por España en Grand Slams, Opens… pero no como parte de la selección. Lo cual le produce “frustración, porque ahora estoy en uno de mis mejores momentos y podría conseguir grandes logros para España. Mi mayor satisfacción sería quedar campeón de Europa y del Mundo, pero tengo las manos atadas y no puedo ir”, se lamenta Murad.
Hayrapetyan nos cuenta que lleva el deporte en la sangre y que siempre le han encantado las artes marciales. Su dedicación al Jiu-jitsu es máxima. Entrena dos veces al día, de lunes a viernes, y una vez los sábados. Once entrenamientos semanales en los que alterna el físico y la lucha. Pero no puede vivir de ello: “No cobro nada. Yo trabajo de noche, como vigilante de seguridad, y gracias a eso tengo todo el día para poder entrenar. En toda la carrera que llevo, no he recibido nada. Es más, me tengo que costear yo todos los gastos para poder salir a competir en España y en el extranjero”.
Por ello, termina expresando su mayor deseo: “Ojalá me den la nacionalidad española y algún sponsor me ayude. Estaría realmente agradecido”.
