Adrián Rubio
Mientras la realidad deportiva de València se agita a diario con los problemas institucionales del Valencia CF, la pelea por el ascenso del Levante UD o la sucesión de partidos en Euroliga del Valencia Basket, hay mucho más deporte que late con fuerza lejos de la mirada de la mayoría de ciudadanos.
Conocemos el Maratón y Medio Maratón en una capital del Turia que ya es la ‘Ciudad del Running’, o nos hemos lamentado por perder la tradición anual de un Mundial de Motociclismo que ahora ya no vendrá cada año al Circuit Ricardo Tormo de Cheste, aunque sigue presente en el calendario.
Pero hay acontecimientos como la Copa América de Vela o el Open 500 de tenis que en el pasado también daban mucho prestigio y reconocimiento internacional a la región, aunque algunos nunca quisieron despegarles la etiqueta de elitistas y consumidores de recursos económicos del entorno.
Gente como Nacho Braquehais puede dar fe de que no hace falta ser un ‘niño bien’ de familia rica para iniciarse en el deporte de la vela, “es cuestión de buscarse la vida y adaptarse. Yo podía navegar en mis inicios gracias a otro y me incorporaba a su tripulación”. Desde entonces han pasado más de 40 años, y la leyenda de este valenciano internacional ya es conocida por todos en el mundo de la vela.
YoSoyNoticia.es charló con él coincidiendo con la semana en la que la Optiorange y sus numerosos participantes procedentes de multitud de países tomaron las aguas del Real Club Náutico de València.
Jóvenes valores procedentes de todo el planeta soñando con tener un futuro de éxito en la vela, siguiendo los pasos de un Nacho Braquehais que comenzó en la Optimist a los 7 años y desde entonces ha sido protagonista en citas mundiales, europeas, Copas Américas y cualquier otro evento de prestigio donde el barco y la mar sean protagonistas.
“Es una disciplina base bastante asequible, donde estás tú con el barco y debes controlar todos los aspectos de la navegación”, rememora Nacho, quien dio continuidad a su adolescencia sobre el mar ganando un Open Mundial en Canadá y posteriormente el Campeonato de Europa por equipos en Génova, acontecimientos que recuerda como si se hubieran producido ayer mismo.
Es un orgullo ver cómo ha evolucionado todo esto en este sentido”
Aunque por el medio ha habido décadas de evolución personal y profesional en su caso, siempre vinculado a la náutica ya sea en competición o en el ámbito empresarial (es encargado de ventas en zona del Mediterráneo de ‘North Sails’), y por supuesto una mejora a todos los niveles en lo relativo a la promoción y condiciones que atesoran las nuevas generaciones que se inician en la vela.
“El Real Club Náutico ha ayudado a que vengan equipos con base permanente en invierno, y por eso ahora tienes casi 500 barcos compitiendo en esta Optiorange 2023. Es un orgullo ver cómo ha evolucionado todo esto en este sentido”, destaca Nacho, que apunta a la inversión en tiempo y en dinero como los dos aspectos que más han influido en el auge de la vela entre las nuevas generaciones.
“Aquí ha costado más que en otros países, y eso que la vela históricamente la ha dado muchas medallas olímpicas e internacionales al deporte español. Ha sido duro, pero ahora es un buen momento para estar en la vela”, indica un deportista en cuyo dilatado y brillante currículum también resaltan los 10 entorchados de Copas del Rey, dos Mundiales de Maxi o los dos circuitos de Swan 50.
El hombre que ‘susurraba’ a los veleros
Y aunque a él siempre le quedará la ‘espinita’ de no haber podido ir a unos Juegos Olímpicos por no tener en la época los recursos económicos que durante aquellos tiempos (hablamos de hace más de 30 años) y en ese alto nivel cualquier competidor necesitaba, su relación con este deporte casi siempre ha sido de amor, éxito y reconocimiento.
Ha sido duro, pero ahora es un buen momento para estar en la vela”
No en vano si uno se sienta a la mesa con Nacho Braquehais lo está haciendo con uno de los poquísimos navegantes valencianos que han estado surcando las aguas a bordo de un equipo de competición de Copa América (ha participado hasta en 4 ocasiones en la cita más mediática de la vela).
Con alguien que actualmente ha adquirido un estatus de tanto prestigio que se desempeña como ‘asesor’ de los armadores que hacen posible con su capital que la vela profesional de crucero, o Grand Prix, sea el espectáculo que es hoy en día.
“Hay apoyo de sponsors en este tipo de circuitos pero sobre todo funciona gracias a armadores privados que son los que compiten, y en muchas clases se exige que esos armadores lleven su propio barco. Nuestra faceta profesional es la de completar la tripulación y ayudar al armador a que el barco quede lo mejor posible».
«Le orientamos en competición, como un asesor”, detalla Nacho, y enseguida uno se imagina a Fernando Alonso o Carlos Sainz junior susurrando al oído del dueño del sponsor principal de la escudería de Fórmula 1, al que el reglamento obliga a conducir el coche en carrera.
“Te lamentas porque se mezcla política y deporte”
Así que Nacho Braquehais, el ‘consejero’ valenciano de alto nivel en la vela internacional, cuatro décadas después de ponerse a los mandos de su pequeño velero en la categoría Optimist todavía no puede despegarse del mar. Se le puede ver habitualmente en el circuito Swan 50 que precisamente celebró el año pasado su Mundial en su casa, en su amada València.
Para mí como valenciano, que llevo toda la vida aquí navegando, es triste y me sentó muy mal porque se podía haber hecho algún esfuerzo más”
Una tierra que sabe llena de posibilidades y en particular en lo referente a un Real Club Náutico de València que durante este siglo, y hasta en dos ocasiones, ya demostró ser la mejor casa posible para la prestigiosa Copa América de vela. Hace unos meses se estuvo cerca de poder ser sede por tercera vez, pero en estos casos la política muchas veces tira de demagogia y cuando el tenis o la náutica están por el medio, las etiquetas elitistas y la desinformación en torno a la inversión requerida suelen acaparar los debates.
“La gente quería venir aquí porque lo conocen y tenemos esa buena fama, saben el campo de regatas que se van a encontrar, pero cuando no se encuentran los apoyos que toca pues se van a otro sitio. Para mí como valenciano, que llevo toda la vida aquí navegando, es triste y me sentó muy mal porque se podía haber hecho algún esfuerzo más”, confiesa Nacho.
Porque además él conoce como pocos los entresijos de los equipos y de todo lo que mueve la Copa América desde años antes de que se celebre en la ciudad escogida como sede. Un retorno económico muy grande pero además una repercusión mundial que no es tangible. “Es un tipo de competición que a la ciudad le nutre mucho, a todos los niveles”, concluye.
Mientras llegan futuras ocasiones, el RCN de València no se detiene en albergar continuas regatas tanto nacionales como internacionales, y si uno se pasea por sus instalaciones un buen día puede encontrarse figuras como la de Nacho Braquehais.
No le paran para firmar autógrafos por las calles como a los futbolistas o a los jugadores de baloncesto, pero él ha alcanzado niveles deportivos que ellos ni siquiera pueden soñar y aún hoy en día, con más de 50 años, todavía goza de un cartel internacional que le hace ser uno de los ‘susurradores’ náuticos más demandados en la vela profesional de crucero.
