Sergio Almenara, campeón con uno de los gigantes de África: «Es un salto de calidad más grande de lo esperado» | Yo soy noticia


Orlando Pirates se ha proclamado recientemente campeón de la MTN8. Un título importante del fútbol sudafricano, y del que ha podido disfrutar Sergio Almenara como parte del cuerpo técnico.

El valenciano acompaña a José Riveiro como segundo entrenador de uno de los clubes más grandes de toda África, desde que hace unos meses aceptaran el reto de dirigir al equipo de Johannesburgo. En el grupo de trabajo también se encuentra el valenciano Michel Bellver como preparador físico.

Una experiencia que no podría haber empezado mejor, con este primer título que demuestran su potencial para la presente temporada, en la que el objetivo es ganarlo todo.

Este campeonato lo disputan los 8 mejores clasificados del año anterior, lo que le da un enorme valor. «Los clubes y aficionados dan más importancia a esta que a la otra», comenta Almenara, mostrándose muy satisfecho de haber logrado este primer título. «Para los tres del cuerpo técnico que venimos de Europa es especial, por no haber podido conseguir títulos en Finlandia, y aquí lograr justo el primero», añade.

El equipo del pueblo

Este primer campeonato también les ha servido para comprobar la grandeza de Orlando Pirates. «En el primer partido fuera de casa jugamos en Durban que está a unas 6 horas en coche. El estadio estaba lleno con 50.000 personas, y 48.000 eran nuestros. No era que se hubieran desplazado desde Johannesburgo, sino que eran aficionados nuestros de allí», relata Almenara.

El equipo ha ido provocando lleno tras lleno, sea como local o como visitante. Y es que la masa social que mueve este club está al alcance de muy pocos. «Lo siguen millones de personas. Pero no solo en Sudáfrica, sino en todo el continente. Hay gente que lo ve de otros países, y no necesariamente de los cercanos, sino del centro de África como Ghana o Camerún», nos explica.

Un ejemplo de ello es lo que ocurre en sus desplazamientos, en los que tal y como nos cuenta, tienen aficionados recibiéndoles en los aeropuertos pese a ser visitantes.

«Es el equipo del pueblo, donde la gente más humilde se refugia», detalla respecto a la gran cantidad de seguidores que tiene el equipo.

«El fútbol es una fiesta»

Una de las cosas que nos enseñó el Mundial de 2010 es que el aficionado sudafricano va al estadio a pasárselo bien. Es algo que está experimentado en primera persona Sergio Almenara, con situaciones curiosas: «Hemos tenido dos derbis en el Soccer City, y decirte que en los 90 minutos no podíamos comunicarnos con jugadores que estaban a 5 metros por el ruido en el estadio».

El fútbol en Sudáfrica «es una fiesta», por si no había quedado claro. «Van a los estadios a pasarlo bien, bailar y cantar, y tener una noche de diversión», añade. En ese sentido, comenta que el juego no es algo a lo que el aficionado preste demasiada atención, pero sin embargo si es más resultadista.

El fútbol sudafricano es cosa seria

Sergio Almenara nos explica que el fútbol sudafricano no es igual a la idea que tenemos del fútbol africano en Europa. «Es un fútbol muy técnico y no tan físico como países como Nigeria, Camerún o Ghana. Aquí es todo lo contrario. Es un futbolista con una calidad técnica alta en cualquier posición», expone.

¿Y la profesionalización? Ahí, como nos explica, depende mucho del club: «Nosotros estamos en uno de los mejores del continente, y eso se refleja en las instalaciones, recursos humanos y materiales. Gracias al mundial hay clubes que tienen la ventaja para usar ciertas instalaciones».

La mano del Campeonato del Mundo de 2010 se nota, y son 7 estadios mundialistas los que están en la liga. «Algunos de los clubes tenemos la suerte de instalaciones decentes para llevar el trabajo de la semana», continúa.

Una experiencia enriquecedora

La adaptación de Sergio Almenara y sus compañeros ha sido sobresaliente. «Al no ser la primera experiencia internacional, tenemos más ventaja que otros que es su primera vez», apunta, destacando que la ayuda del club ha hecho todo el proceso mucho más sencillo.

Más difícil de digerir, como siempre, es «estar lejos de la familia». También el choque cultural que supone con su anterior experiencia en el norte de Europa: «Es un país de contrastes, donde las diferencias económicas son extremas. Ves gente con Lamborghini y Ferrari, y no muy lejos ves a gente que no llega a final de mes. Eso choca».

Otra de las cosas que le llaman la atención es el bajo «nivel de seguridad» que hay, y su «alta criminalidad». Johannesburgo precisamente está considerada como una de las ciudades más peligrosas del mundo. Un cambio respecto a Finlandia muy alto. «He ido de un extremo a otro», resume.

Sin embargo, la gente «es muy amigable y abierta», destaca Almenara. También da valor a lo bonito que es el país, e invita a la genta a conocerlo.

«Es un salto de calidad más grande de lo esperado»

En lo profesional, la oportunidad que Orlando Pirates le ofrece es considerable. «Es un salto de calidad más grande de lo esperado. Estar en Orlando Pirates no es una broma, y ganar un título tampoco. Creo que podemos crear repercusión no solo en África, también en Europa«, argumenta.

«A nivel personal, toda experiencia fuera de casa en la que debes exponerte fuera de tu contexto es enriquecedora. Te hace crecer como persona y aprender de ti mismo», comenta respecto a lo que le puede aportar esta experiencia para un futuro.

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