David Quijal
El jugador valenciano lleva dos temporadas compitiendo en la liga universitaria de Canadá. Una oportunidad para poder estudiar y seguir avanzando en su camino hacia el baloncesto profesional. Eso fue lo que le llevó a partir desde Valencia Basket rumbo a Dalhousie, para jugar en una competición muy infravalorada y con mucho potencial. Hablamos con Álex Ruiz (2002) de su día a día en el campus, sobre cómo está aprovechando esta etapa y de sus planes de futuro.
Cruzar el ‘charco’ se está haciendo cada vez más habitual para muchos jóvenes deportistas. La oportunidad de recibir una beca universitaria y poder compaginar el deporte de alto nivel con los estudios, es a veces irrechazable. Lo habitual es en este caso pensar en Estados Unidos, aunque hay quien opta por ir un poco más al norte.
Es el caso del valenciano Álex Ruiz, que justo acaba de terminar su segunda temporada en el baloncesto universitario canadiense. Con los Dalhousie Tigers, equipo de la Universidad de Dalhousie, han llegado este año a semifinales de la AUS Championship. Una liga que la temporada pasada sí que consiguieron vencer, clasificándose para el campeonato nacional.
En la segunda parte de la temporada ha promediado 11.6 puntos, con un 62% de tiros de campo, 8.1 rebotes y 2.3 robos por partido. Su mejor actuación fue ante Acadia Axemen, en la que hizo 20 puntos, con un 7 de 9 en tiros de campo y 15 rebotes en los 27 minutos que estuvo en pista.
«A nivel personal esta temporada me ha ido muy bien. El año pasado tuve buenos minutos para ser un rookie, y esta temporada sabía que podía tener más importancia. He pasado a estar en 25 y 30 minutos. Era lo que yo pretendía, y por ello me pasé el verano trabajando mucho en lo físico. Estuve yendo tres meses al gimnasio todos los días y se ha notado mucho en el físico, el salto y otros aspectos», comenta de la que ha sido su segunda campaña jugando, aunque debería ser la tercera, pero la pandemia le impidió competir.
«Ese primer año me ayudó mucho. Un año que no juegas, pero que sirvió para adaptarme», indica al respecto. Como nos explica, las reglas son FIBA, y por lo tanto las mismas con las que jugaba en España.
«Un punto intermedio entre EEUU y Europa»
Sin embargo, no deja de ser un estilo diferente. «El baloncesto de aquí está entre medias entre el de Estados Unidos y Europa. Un baloncesto más de equipo y menos de 1vs1 que el estadounidense, pero más físico y más de 1vs1 que el europeo. Un punto intermedio entre los dos», detalla.
Una oportunidad deseada
Álex Ruiz se formó en la base del CB El Pilar de Valencia, desde donde le llegó la primera llamada para la selección española. Tras crecer en el conocido colegio valenciano, dio el paso a L’Alqueria de Valencia Basket, aunque ya antes había recibido la invitación para jugar la Mini Copa con los ‘taronja’.
Tras varios años destacados con Valencia Basket, le llegó la hora de buscar una oportunidad al otro lado del Atlántico. Algo que siempre tuvo muy en mente. «Siempre lo tuve claro. Más que nada por la educación que me ha dado mi padre. Jugó de forma semiprofesional, pero tuvo una lesión gorda. Se rompió los tres ligamentos de la rodilla. Y él siempre lo que me ha recalcado es que estudie y juegue a baloncesto, porque nunca sabes lo que te puede pasar», argumenta.
«Yo únicamente estaba mirando en EEUU, en División I y II», pero el covid lo complicó todo, y no podían viajar desde América hasta Europa para captar talentos. «No hubo tantas ofertas como podría haber tenido otro año», añade.
Entonces apareció la opción canadiense. La oportunidad le surgió por un entrenador que estaba allí y le había visto jugar. Una vez le explicaron cómo era el equipo y qué esperaban de él, supo que era el sitio.
Photo credit: David Cox Photography
«Era justo lo que yo buscaba. Yo soy un tipo de jugador que, por decir de alguna manera, hago el trabajo sucio. Tengo partidos con buenas estadísticas, pero tengo otros en los que mi labor es, por ejemplo, si hay un jugador que hace 30 puntos, se quede en 10. Y eso no se refleja tanto en las estadísticas. Es algo que me recalcaron que se valora mucho en este equipo», comenta de aquellas conversaciones.
También nos apunta que estudió mucho la liga, porque no estaba muy familiarizado. Pero hubo alguien que le dio el empujón que necesitaba. «Aaron Doornekam me comentó que era una liga muy infravalorada, y que no se conocía todavía mucho en Europa», le dijo en exjugador de Valencia Basket, ahora de CB Canarias, quien le recomendó la liga universitaria canadiense después de que él pasara por ella.
«El nivel de los mejores equipos se podría equiparar sobre uno de mitad tabla en EEUU»
«Sí es más reconocida en Estados Unidos, porque en pretemporada jugamos contra equipos de División I. Es una liga muy competitiva y con mucho futuro, y últimamente se están sacando muchos jugadores al baloncesto profesional. A ojo, el nivel de los mejores equipos de aquí se podrían equiparar sobre uno de mitad tabla de División I o uno muy bueno de División II», valora.
Estudiar y competir al máximo nivel
Hoy en día, Álex Ruiz no podría tener en España esta vida. O al menos sería mucho más complicado. Crecer como jugador en categorías nacionales y compaginarlo con unos estudios universitarios, muchas veces parece misión imposible.
«Ese es el principal motivo por el que vine. Yo quería estudiar y jugar. Conozco muchos compañeros que lo han intentado en España y no han podido. Se viaja mucho, y como la universidad es aparte… Nosotros también viajamos mucho, pero como jugamos con el equipo de la universidad, te apoyan mucho. Si faltas a clase en España, eres uno más. Aquí si tienes un partido y examen, te lo pueden cambiar de fecha», compara.
«Se está dando a conocer y hay muchos internacionales»
Eso ha provocado que Canadá sea un destino atractivo para cada vez más españoles: «Yo fui uno de los primeros, pero cada vez hay más. Se está dando a conocer y hay muchos internacionales. En mi liga hay mucho canadiense y estadounidense, y no tanto europeo. Pero a lo largo del país cada vez somos más españoles. De hecho tenemos un grupo que somos alrededor de 30″.
En estas fechas es cuando comienzan los exámenes. Recalca que se necesita una media mínima de un 6 para poder mantener una beca. Álex Ruiz no deberá preocuparse mucho por ello, pues apunta que su media está en 8.5. «Los estudios son algo que personalmente me organizo bien. Ya lo hacía con Valencia Basket. Si eres organizado, puedes sacarlo todo», comenta al respecto.
Su día a día comienza sobre las 6:00h, porque a primera hora le toca trabajo de gimnasio. Las clases vienen luego, en torno a 5 horas diarias, y si no tiene el campo a su disposición para practicar tiro. Por las tardes llega la hora de entrenar todos juntos, con sesiones entre 2 y 3 horas, a las que también cabe añadir el habitual trabajo de video. «Es un día bastante completo», resume.
«No sabes si en el futuro vas a tener una opción así»
Una experiencia que no duda en recomendar. «Tengo muchos compañeros que me han pedido consejo. Les digo que si tienen la oportunidad, luego siempre puedes volver a España. Pero es que no sabes si en el futuro vas a tener una opción así. Tener una beca, haciendo lo que te gusta y estudiar al mismo tiempo. Es una oportunidad única y muy aprovechable», responde sobre qué le diría a alguien que se lo esté pensando.
El salto al baloncesto profesional
Álex Ruiz está evolucionado como jugador en Canadá. Le preguntamos sobre si es muy diferente al que jugaba en Valencia hace unos años: «Sigo teniendo la misma esencia de pelarlo todo, porque eso me caracteriza, pero he mejorado mucho en características técnicas y en el 1vs1″.
Esa adaptación al baloncesto canadiense, más individual que el español, le ha hecho ser más completo. «Yo era muy de equipo. Podía promediar 15 puntos, pero siempre generado por los bases. He tenido muy buenos compañeros como Guillem Ferrando que generaba mucho para mí. Tirar triples solo, puerta atrás, etc. Ahora he mejorado en poder crearme mis propios tiros y anotar con más facilidad», detalla.
Otra cosa es el evidente cambio físico. «Es algo que aquí se destaca mucho. Vamos al gimnasio 4-5 veces a la semana y he notado un cambio radical. Sobre todo en el salto y la velocidad. Ahora puedo hacer un mate por encima de un jugador de 2,06. Eso es algo que no estaba en mi repertorio», añade.
«Cuando acabe aquí, mi plan sería volver a Europa»
Respecto al futuro, su intención es que todo esto le permita hacerse un hueco en el baloncesto profesional. «Si sigo con esta progresión, mi plan sería volver a Europa. Ya sea volver a casa a Valencia Basket o, por ejemplo, no tendría problema de irme a otro país. Estoy abierto a cualquier cosa», indica respecto a su objetivo cuando acabe su etapa universitaria.
Sin embargo, reconoce que no será fácil de primeras. «Cuando vuelva a Europa tendré que demostrar. Quizás no tenga una oportunidad directamente, pero puede que sí un LEB Oro, y luego ya tener la opción de subir. Como no es una liga tan reconocida todavía, tienes que demostrar tu nivel al volver», concluye.
Fotografía de portada: David Cox Photography
