Ana Torres-Quevedo, la controladora aérea que brilla en skeleton | Yo soy noticia


Ana Torres-Quevedo (Madrid, 21 años) es uno de los nombres propios del deporte español este invierno gracias a sus buenas actuaciones como piloto de skeleton, méritos que la han llevado a debutar en un Mundial -haciendo equipo mixto con Adrián Rodríguez- siendo apenas una recién llegada a esta modalidad, que además es realmente compleja y complicada de dominar.

«Haber tenido la oportunidad de debutar en un Mundial ha sido todo un orgullo para mí», empieza contando a Yo Soy Noticia sobre esa destacada actuación que ha tenido en el Campeonato del Mundo, una cita en la que se ha visto cara a cara con las mejores especialistas del planeta.

Bisnieta del inventor Leonardo Torres Quevedo, el ingeniero que en su día diseñó el dirigible y el transbordador Spanish aerocar, que todavía sigue operativo en las cataratas del Niágara, la joven deportista se prepara para terminar sus estudios de controladora aérea al tiempo que pasa muchos meses fuera de casa entrenando y compitiendo, dado que en nuestro país no hay ni una sola pista de skeleton, una noticia a la que hay que tratar de poner solución.

«Estoy muy feliz. El Mundial era el gran objetivo de la temporada. He cumplido con los objetivos de hacer marca personal y he podido marcar mi propio récord de velocidad»

Apadrinada por Ander Mirambell

Orgullosa y satisfecha de lo logrado durante estas últimas semanas, la madrileña se siente ilusionada y con más ganas que nunca de seguir progresando y aprendiendo de un deporte en el que es casi una recién llegada y que está apadrinada por el gran mito del skeleton nacional, Ander Mirambell. «Que sea mi entrenador es algo que valoro muchísimo», dice a Yo Soy Noticia.

«Él es una leyenda de este deporte. Ha estado en cuatro Juegos Olímpicos y, por tanto, contar con él es algo muy positivo para mí y para todo el equipo. Nos aporta mucho conocimiento, nos da las directrices correctas y una serie de ayudas que son esenciales para seguir mejorando», cuenta la joven deportista madrileña, quien recuerda cómo llegó «por casualidad» a este deporte que la tiene enamorado.

«Es que es una historia realmente curiosa», dice entre sisas cuando tira la vista atrás y piensa en esos primeros momentos. «Mira, yo era jugadora de hockey hierba y llevaba muchísimos años jugando», va resumiendo al respecto. «Un día, mi madre leyó una noticia sobre el skeleton, que era un deporte minoritario y que querían darlo a conocer».

«Dieron cuatro días de prueba en Austria, me apunté y me fui para allí con mi hermano. Me encantó desde el principio, me enganché al instante»

Pero todo cambia cuando recibe la llamada del propio Ander Mirambell. «Fue en 2021, se puso en contacto conmigo para que yo empezara a entrenar y a competir», dice sobre su inicio en el profesionalismo del skeleton, un deporte en auge a pesar de esos problemas de infraestructuras que hay.

Ni una pista de skeleton en España

«La realidad es esa: en España no tenemos ninguna pista, así que tenemos que viajar constantemente para competir, para entrenar, para hacer pequeñas concentraciones. Yo lo llevo bien porque es algo que me gusta mucho, pero es verdad que se pasa mucho tiempo fuera de casa», sigue explicando. «El año pasado estuve dos meses fuera, aunque no fueron seguidos, iba y venía».

Sin embargo, esta temporada en la que ha dado dos pasos adelante en su carrera deportiva, ya ha pasado hasta tres meses fuera de casa, dos de ellos seguidos. «Se ha hecho un poco más duro, pero se lleva bien», insiste.

Está contenta de haber llegado a la élite internacional en apenas un suspiro, porque es un deporte que la sedujo desde la primera vez que pisó el hielo.

«Engancha mucho porque es muy especial. Hay una sensación de adrenalina espectacular. Vas a 130 kms/hora con la cabeza pegada al hielo y sabes que todo depende de ti mismo»

Además, para ella es muy importante ver su evolución, «esa sensación de estar mejorando, de querer bajar los tiempos. Es un deporte que hay que probar, porque hasta que no estás en el hielo no puedes darte cuenta de lo espectacular y bonito que es».

El sueño de los Juegos de 2026

Una vez después de haber cubierto su debut mundialista con gran nota, su cabeza viaja a esa cita de Milán y Cortina d’Ampezzo, sede de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno en el año 2026. «No hay que negar lo evidente, sueño con los Juegos como lo hace todo deportista. Además, creo que es un objetivo alcanzable, pero aún quedan tres temporadas duras de competiciones por delante».

Y apela a la constancia como ingrediente clave para llegar a conseguirlo. «Hay que asumir que habrá momentos buenos, otros malas, pero hay que trabajar desde la constancia y sabiendo que las cosas llegan. Es algo que sé que depende de mí».

Por el camino a esos Juegos y desde que ella empezó en el skeleton explica que ve una evolución enorme. «Estoy encantada con eso», dice.

«El año pasado éramos solo tres deportistas en el equipo nacional: Adrián Rodríguez, Alberto Porras y yo. Ahora somos nueve y ya hay cuatro chicas. Es un impacto brutal, un salto muy importante»

Resalta la importancia del equipo en un «deporte individual», algo que conoce de primera mano después de esa experiencia mundialista en la modalidad mixta. «Los nueve hemos encajado realmente bien. Formamos un muy buen equipo tanto dentro como fuera del hielo y eso es muy positivo. El equipo es lo que lo mueve todo y esa relación es clave para ayudarnos los unos a los otros».

Controladora aérea

Pasión y convicción es lo que demuestra Ana Torres-Quevedo cuando se mete en contacto con el hielo y cuando habla del skeleton. Solamente así se explica que esté pudiendo compaginar esos viajes fuera de España, sus entrenamientos y las competiciones con sus estudios para ser controladora aérea. «Lo he podido compaginar todo esta temporada, aunque ha habido algunos momentos complicados».

«He hecho cuarto de carrera y estoy con la oposición para ser controladora. Es algo que merece la pena y compensa el esfuerzo. Estoy muy contenta de cómo ha salido todo», explica alguien que también sabe la importancia que tiene sacar algo de tiempo para el ocio. «Eso también es muy importante y hay que cuidarlo mucho», finaliza la segunda española en debutar en un Mundial de skeleton. El futuro es suyo.  

Aviso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información ‘aquí’.

Aceptar Cookies