Almassora entra en la élite del balonmano: «Queremos ser una referencia y seguir siendo un club familiar» | Yo soy noticia


El balonmano femenino valenciano está de moda, eso es un hecho. El Club Balonmano Elche es la referencia al haber terminado esta pasada temporada en segunda posición y luchando por la Liga Guerreras Iberdrola mientras selló su clasificación a Europa. La próxima temporada, las de Joaquín Rocamora estarán acompañadas en la Liga Guerreras por el Balonmano Morvedre, campeón invicto en la División de Honor Plata y que sueña con consolidarse en la élite.

Y precisamente la segunda competición del balonmano femenino nacional es el lugar en el que encontramos la siguiente noticia positiva para el deporte de la Comunitat Valenciana. Y es que esta temporada competirá por primera vez en su historia el Club Balonmano Almassora después de haber solicitado la plaza tras la decisión de no disputar las fases de ascenso por la crisis generada por el coronavirus COVID-19.

Allí estará junto con el Balonmano Castellón en una gran noticia para la provincia y junto con el Grupo USA Handbol Mislata, el CBM Elda Prestigio y con el BM Benidorm. Sin duda, un grupo de equipos que pasearán con orgullo el nombre del deporte de la Comunitat Valenciana en busca del ascenso a la élite definitiva. Y precisamente hoy conocemos desde dentro al Club Balonmano Almassora de la mano de Víctor Bagan, director general del club.

Teníamos la ilusión del ascenso, pero no sabíamos si éramos los únicos en pedir la plaza

El CBM Almassora terminó la liga en tercera posición, en plena lucha por estar en una fase de ascenso que nunca se pudo disputar por la COVID-19. Pero, después de la decisión de la Real Federación Española de Balonmano de suspender todo dejando vía libre a los ascensos, la entidad de Castellón no se lo pensó. Había llegado el momento de solicitar la plaza.

Los requisitos no eran muchos pero sí muy importantes y Víctor Bagan desgrana el proceso de solicitud: «Supimos que había vacantes en Plata por los ascensos y solicitamos la nuestra. Nos pedían tener una clasificación buena y pelear por estar en la fase de ascenso, estar al corriente de pagos con la federación territorial, estar legalmente inscritos, actualizados… La Federación pidió que tuviéramos todo en regla, quiso conocer el presupuesto del club y la situación económica. Y valoraban también tener una base fuerte de cantera».

Los requisitos estaban más que cumplidos, pero en Alamssora prefirieron ser cautos: «No teníamos nada claro, la verdad. No sabíamos qué equipos lo habían solicitado, si había vacantes suficientes… Teníamos esa ilusión pero no sabíamos realmente si podríamos. Los dos últimos años estábamos trabajando con la opción de jugar la fase de ascenso. Como club hemos aspirado siempre a lograrlo. Pero necesitas tener una estructura sólida, una estructura de base… Esto es la punta del iceberg. Y también hace falta el respaldo de entidades públicas y privadas».

Somos y queremos ser un club familiar, de gente formada aquí

Como reconoce Víctor Bagan, el ascenso es la punta del iceberg de un proyecto que no quiere olvidar sus raíces: «No queremos fichajes de estrellas. Queremos que la base del equipo sea la gente de casa. Preferimos promocionar gente del juvenil antes que traer jugadoras de fuera. Siempre, en ese sentido, lo primero es que sea un club familiar y de gente formada en Almassora. La trayectoria de un equipo no puede hipotecar la vida del club. Tenemos que ser referente, pero siempre contando con la importancia de la base».

Y precisamente esa referencia se confirma. Ahora, los jugadores y jugadoras de la base del CBM Almassora ven al primer equipo femenino como un espejo en el que mirarse, un objetivo alcanzable: «A nivel provincial intentamos ser referencia, que las jugadoras que pudieran venir vieran que ofrecemos jugar en una categoría nacional y de alto nivel. Y por supuesto queremos ofrecer posibilidades de promoción para todas las jugadoras que vienen por detrás».

Pero eso no quita que el CBM Almassora esté formando una plantilla competitiva. Y para ello, la entidad se ha lanzado en busca de sponsors y apoyos: «Necesitamos contar con una plantilla competitiva, pero sin deshacer todo lo que tenemos. Buscamos también el respaldo económico y estamos tocando muchas puertas buscando esos sponsors. Todo es bienvenido. También tenemos más trabajo organizativo, gestión de instalaciones… El municipio ha respondido bien y nos está apoyando».

La Garrofera tiene que ser un fortín

A nivel deportivo, el CBM Almassora sabe que su objetivo principal tiene que ser la permanencia y para conseguirla, los partidos en casa son vitales: «El objetivo básico es la permanencia. Somos novatos y acabamos de entrar en esta categoría. Para lograrlo, creemos que lo básico es que el pabellón de La Garrofera sea un fortín y que sea muy complicado puntuar. En los desplazamientos, es un grupo complicado pero queremos sacar los más puntos posibles».

Lo que está claro es que la Comunitat Valenciana en general y la provincia de Castellón están en un muy buen momento de salud a nivel deportivo: «El balonmano de la provincia está en un buen momento. Muchos de nuestros equipos están militando en las ligas autonómicas. Y a nivel provincial hay equipos muy potentes. Castellón ha sido siempre el club que ha tenido a los equipos más competitivos, pero también está el Villarreal, el Onda… Cuando salimos de la provincia estamos dando mucha guerra».

Fotos: Club Balonmano Almassora.

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