Israel Molina Gómez
Entre los veinte mejores del mundo, la falta de dureza del circuito tal vez privó al valenciano de un puesto todavía mejor. Van der Poel tumbó a Van Aert en los metros finales
En un Campeonato del Mundo dominado nuevamente por esos dos prodigios de la naturaleza que son Mathieu Van der Poel y Wout Van Aert, el valenciano Felipe Orts volvió a cuajar una notable actuación, acabando en la décimo novena posición pero entrando con el mismo tiempo que el undécimo. Solamente la falta de dureza del circuito de Hoogerheide impidió ver algo más arriba a Orts, nuevamente el mejor español.
Intentó Felipe hacer lo que tantas otras veces ha hecho. Arrancó tranquilo, en un segundo grupo, ajeno a la batalla entre los dos capos del ciclocross mundial y llegado un punto trató de avanzar en el grupo y marcharse hacia delante, pero la falta de complejidad provocó que le cogieran rueda y pronto tuvo que asumir que su aventura en solitario era esta vez imposible.
Se refugió entre esos ocho o nueve ciclistas intentando sorprender en los últimos metros, pero la falta de punta de velocidad le impidió lograr un mejor resultado del que ya ha cosechado. El mejor español en un Mundial, entre los veinte mejores del planeta y cada vez más sobrio ante estos especialistas.
La victoria por delante fue para el fenomenal Van der Poel, que superó a Van Aert en el sprint final en una batalla resuelta en los últimos metros debido a que tampoco ambos encontraron resquicios en el circuito para buscar la aventura en solitario.
Y todavía le queda algo de temporada a Felipe Orts antes de finiquitar este invierno sobre el barro
