La Comunitat volvió a ser ejemplo de seguridad y responsabilidad a través del deporte | Yo soy noticia


Entre el fin de julio y el inicio de agosto, la Comunitat Valenciana volvió a ser noticia por eventos deportivos marcados por la sanidad, la seguridad y, sobre todo, la responsabilidad. El coronavirus COVID-19 sigue ahí, pero el deporte es una de las mejores respuestas para continuar nuestro camino hacia adelante. Y de nuevo, con el tenis como motor.

Si hace unos meses, Benitatxell se convertía en la localidad en la que se celebró el Region of Valencia Tennis Challenge, uno de los primeros eventos deportivos realizados tras superar el confinamiento. Las pistas del resort Cumbre del Sol de Benitatxell fueron testigo de un primer paso hacia la nueva normalidad. Ahora, las pistas de Villena han sido las protagonistas de un evento internacional con público.

El impacto deportivo, turístico y sanitario del hito tenístico acontecido en Benitatxell

El torneo del 25 aniversario de la Academia JC Ferrero-Equelite fue el primer evento internacional en el que pudo acceder el público. Una vez más, la Comunitat Valenciana y el tenis se unían para trasladar una imagen de responsabilidad y de nueva normalidad al mundo. Hoy, en YoSoyNoticia.es conocemos cómo fue un torneo de tal calibre con Iñaki Extegia, Director Corporativo de la Academia.

Decidimos retrasar el torneo y contar con personal preparado para guiar y ayudar al público

Lo primero que destacan desde la organización para poder llevar a cabo un torneo así, internacional y con público en situaciones de pandemia, es la implicación: «Desde Juan Carlos Ferrero hasta el entrenador de Pablo Carreño, todos han estado implicados para poder tener jugadores de nivel. Muchos no están aquí y han tenido que moverse. Era muy complicado».

Pablo Carreño se impone en el Torneo 25 Aniversario Equelite

Una vez lleno el cartel, llegó la hora del público. Algo que parecía sencillo hace unos meses hasta retrasó la fecha prevista: «Tomamos decisiones cuando supimos las leyes y los requisitos de la Generalitat Valenciana. Tuvimos que retrasar el torneo, previsto para la primera semana de julio. Necesitábamos contar con gente formada y que conociera el sistema de sanidad, uso de mascarillas, limpieza… Hay que poner mayor personal más allá de los voluntarios».

Con todo atado, el proceso de venta de entradas fue controlado para evitar problemas. De hecho, la organización decidió reducir el aforo al 50% pese a poder tener un 75% de público: «Así era más sencillo: un asiento sí y otro, no. Separamos a los invitados de la grada normal para que jugadores y familiares estuvieran un poco más separados. Fuimos vendiendo las entradas por tramos para tener todo bien controlado«.

La comunicación, clave para obtener la máxima seguridad

Apelar a la responsabilidad social, por desgracia, es algo que no está funcionando demasiado. Por eso, Iñaki Extegia ensalza el trabajo comunicativo para concienciar a los asistentes al torneo: «Hemos hablado con el público desde el primer día. En cuanto adquirían la entrada recibían especificaciones con el tema de la distancia de seguridad, uso de mascarilla, hacer caso a los responsables… Iban sobre aviso y nosotros íbamos informando con diferentes mails recordando las medidas. Han respondido bien».

Y esa comunicación también llegó a los niveles internos para controlar cualquier irresponsabilidad: «Con diferentes operarios vigilábamos y avisábamos si veníamos a personas juntas. A veces viene una familia y no se quiere sentar separada, pero la gente tiene que entender que hay que cumplir la norma y no hemos tenido ningún problema».

Esto es una forma de dar esperanza, de ver que se pueden hacer cosas siempre que se hagan bien

Y con todo, la Academia JC Ferrero-Equelite y Villena se han convertido en ejemplo para el mundo y, sobre todo, en una visión de esperanza: «Ha sido una labor de todos: Generalitat Valenciana, Diputación de Alicante, el Ayuntamiento de Villena, los tenistas… Todos hemos trabajado para organizarlo bien. Y esto es una forma de dar esperanza a la gente, que ve que se pueden seguir haciendo cosas siempre y cuando se hagan bien».

Eso es lo que ha hecho la academia desde el principio de la pandemia, las cosas bien: «Desde el principio sabíamos que la situación iba para largo y que teníamos que seguir haciendo las cosas lo mejor posible, no podíamos parar todo. En la academia hemos trabajado todos a una ayudado en todo. Vamos poco a poco pero siempre con las medidas de seguridad, cumpliendo y conociendo los protocolos».

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