Sergi López Revert
A punto de cumplir los 17 años, ya ha conquistado dos mundiales Ocean Man y tres Copas de España de aguas abiertas, y pone la mirada en el 2021, donde aspira a lograrlo de nuevo si la pandemia y los estudios lo permiten
Si hay un deporte duro, es sin duda la natación. Es cierto que los esfuerzos en muchos otros son también destacables, pero desde siempre, echarse al agua ha sido uno de los mayores retos del ser humano, quizá por el hecho de no ser nuestro medio natural. Pero de vez en cuando, aparecen genios capaces de hacer de lo extraordinario algo cotidiano.
Es el caso de Miguel Bou, alicantino natural de La Nucía que a unos meses de cumplir los 17 años, ha conseguido conquistar la “Posidonia Race” en Ibiza, que consiste en ir a «Es Vedrá» (un isla cercana) y volver.
Sin embargo, esta temporada se han visto obligados a cambiar la ruta “porque había mucho oleaje. La ida fue genial y me sentía muy cómodo, pero la vuelta fue una auténtica locura. Eso sí, cuando el mar se pone complicado es cuando saco mi máximo potencial”, nos cuenta Miguel Bou, que además tuvo que luchar contra las picaduras de varias medusas “por todo el cuerpo. En el torso tenía crema pero en las piernas no y eso pica que no te lo imaginas, aún así no contemplaba no terminar la carrera, si empiezas acabas”, matiza el ganador de la carrera.
Miguel Bou: «Me picaron las medusas por todo el cuerpo. En el torso tenía crema pero en las piernas y eso pica que no te lo imaginas».
Miguel Bou tras la victoria en la Posidonia Race de Ibiza
En un año especialmente complejo por la pandemia, Bou se ha visto alejado del agua durante más de tres meses por primera vez desde que tiene uso de razón. Empezó a nadar cuando apenas había cumplido tres años de edad y a los seis entró a formar parte del equipo de natación demostrando unas cualidades acuáticas impropias en alguien de su edad, y eso que las primeras veces que se metió en una piscina, no paraba de llorar.
Desde entonces, ha conseguido varios trofeos, entre los que destacan dos campeonatos mundiales de “ocean man”, y tres copas de España de aguas abiertas en categoría Infantil y Junior.
Miguel Bou: «necesito meterme en el agua para despejarme, en casa me subía por las paredes».
Sin embargo, el parón le ha afectado más de lo esperado. Los tres meses que pasó en casa “fueron complicados. Yo sin deporte no me puedo relajar, necesito meterme en el agua para despejarme, me subía por las paredes” comenta Miguel, que reconoce que el primer día que puedo echarse al agua “me mató, apenas pude nadar 20 minutos seguidos, y nos ha costado más de mes y medio recuperar la forma con entrenamientos prácticamente todos los días”, apunta Bou.
Prioridad clara por los estudios
Sus padres, que como todo padre de deportista tienen que hacer muchos sacrificios, tuvieron la idea de retar a su hijo a que hiciese una carrera en el Ebro, de tan sólo 30 kilómetros, un reto que lejos de asustar a Miguel, le acabó motivando más si cabe, hasta el punto de lograr la segunda posición y bajar el récord de la prueba.
Miguel Bou: «rendir al máximo en los estudios supera a las ganas de competir y seguir nadando».
Miguel Bou tras una prueba
Esa carrera, junto con la celebrada en Ibiza, son los dos únicos eventos que tendrá este año, por lo que la mirada está puesta ya en el 2021, año especialmente complicado porqué es el año en el que se juega el acceso a la universidad.
Si en algo no duda Bou, es en la importancia que tienen los estudios en su vida. En este sentido, tiene claro que rendir al máximo en los estudios “supera a las ganas de competir y seguir nadando. Si tengo que sacrificar entrenamientos por los estudios lo haré, porque tengo claro que el día de mañana quiero tener una buena formación, que al final, es lo que me dará de comer” matiza Bou.
Si la pandemia no lo impide y los estudios lo permiten, el año que viene peleará de nuevo por ganar el Ocean Man y la copa de España, para seguir dando los pasos necesarios para convertirse en una referencia de la natación en aguas abiertas en no demasiado tiempo.
