Cristian Rivero, el guardián del filial líder de Segunda División B | Yo soy noticia


Nacido en Gandia en 1998, al joven representado por InterStar Deporte primero le tocó hacerse un nombre en la cantera de clubes de la zona como el UD Portuarios y El Real de Gandía. Pero un buen día, en su segundo año de Alevín, el ‘gigante’ Valencia CF llamó a la puerta de este guardameta que ya sobresalía por su físico y reflejos bajo palos.

Desde entonces su trayectoria en la factoría de Paterna ha sido intachable, quemando etapas desde el Alevín ‘A’ hasta completar toda la etapa de Juvenil (llegó a estar inscrito en la UEFA Youth League hace un par de cursos), entrando en este curso 2017/18 en la plantilla de un Valencia CF Mestalla que no se lo pensó dos veces antes de darle la responsabilidad de defender la portería del filial en Segunda División B.

Y de momento, aunque sólo se llevan disputadas dos jornadas ligueras en el grupo III, la cosa marcha con el equipo de Lubo Penev como líder tras dos victorias (6 goles a favor y sólo 1 en contra), y a lomos de un vestuario con jóvenes sobradamente preparados como es el caso de Cristian.

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Así es Cristian Rivero Sabater

Internacional con la selección valenciana, siempre fue un portero con envergadura (ahora roza el 1,90) y valiente, de ahí que una de sus mejores virtudes sea el juego aéreo. Es contundente en los despejes, y no teme salir por el aire a despejar o atajar cualquier balón que merodee su zona de influencia.

En en el uno contra uno es muy seguro también, pues no suele tirarse a la primera y sabe aguantar muy bien, lo que suele pone nerviosos a los que quieren perforar su meta. Bajo de la portería es como un ‘pulpo‘, guardando la posición con la ayuda de su altura y sus brazos tan largos, que provocan que al contrario la portería se le haga muy pequeña.

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Durante algún tiempo se ha dicho que su punto débil era el juego con los pies, algo que ahora es tan demandado para ser un portero de élite, pero en este último año en vez de mirar hacia otro lado o sentirse un poco herido, lo que ha hecho en su tiempo libre y en su Gandia natal es pasarse horas y horas ejercitándose con el juego con los pies.

Los que le ven a diario hablan de que lo ha conseguido, y lo que antes era una debilidad ahora se ha convertido en una nueva cualidad a las que, como he dicho antes, ya tenía con el juego aéreo y su uno contra uno.

Cristian, en silencio y poco a poco, ha conseguido que la meta del VCF Mestalla tenga un seguro y demostrar que pese a las salidas de dos grandes porteros como Sivera y Ferran Ferri, la Escuela del Valencia CF tiene una gran cantera de guardametas y se puede confiar en ellos, presentándose un gran futuro para la meta del primer equipo.

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