Daniel Escriche: “La suerte no acompaña si no sales a buscarla”

En julio de 2016, el interior izquierdo, natural de Burriana, se aunaba de ganas y partía hacia la que sería su nueva casa: el CD Lugo. Su fuerte irrupción en el club gallego no tardó en suscitar los elogios de titulares y cabeceras: «Un descomunal Dani Escriche (CD Lugo) capitanea el once ONF División Honor juvenil».

Un hat- trick en su debut liguero no solo le convertía en el crack de la primera jornada, sino que hacía muestra del formidable estado que presenta el futbolista valenciano. Un arranque digno del estrellato, que no es producto del azar sino del trabajo, de la humildad y del sacrificio. “La suerte no acompaña si no sales a buscarla” declara el jugador, el mismo que, doce meses atrás, se proponía el siguiente reto: “Este es el año que tengo que hacer algo importante”.  Palabras que, a día de hoy, ya no son un anhelo, sino una realidad. El nombre de Dani Escriche figura entre las jóvenes promesas del fútbol nacional que mayor progresión demostraron durante la pasada temporada.

Su rendimiento ofrecido, más próximo de la profesionalidad que de la división de honor, es lo que le llevó a debutar en tercera división cuando todavía era un juvenil de segundo año. Un logro del que no cualquier futbolista a su temprana edad pueda enorgullecerse. Mérito que lleva por valor añadido, el breve periodo de tiempo que requirió para agenciárselo.

En septiembre de 2015 firmaba con el CD Castellón con “El propósito de aprender y jugar muchos minutos en la división de honor”. Objetivo con sabor a poco para las aspiraciones de un jugador con ansias de superación.

Tan solo dos meses de exhibición necesitó Dani para atraer las miradas de los de arriba. En noviembre de 2015 era convocado para militar con el Castellón B, en enero de 2016 lo hacía en las filas del primer equipo.  Un hito que inscribe al jugador entre los más jóvenes en debutar con el Castellón. ¿Presión? “La presión no existe. Si tu cabeza está bien, tú también lo estás”. Así de convincente se mostraba el futbolista, quien además de confianza, derrochaba desparpajo y destellos de calidad dentro del rectángulo de juego.

Su carácter y su fútbol electrizante fue lo que le abrió la puerta a la selección valenciana sub-18. Hasta en cinco ocasiones fue llamado a la lista de los mejores jugadores de la comunidad. Experiencia que, no solo le brindó la oportunidad de empaparse de minutos, sino de adquirir “mayor profesionalidad a la hora de competir a un gran nivel”.

No obstante, ninguno de estos logros son los que más le llena, y por ende, mayor importancia concede. Obtener la permanencia en la división de honor junto a sus compañeros es de los momentos que con mejores miras recuerda.

Instantes de índole similar alberga del Atlético Burriana, el equipo de su pueblo, el mismo donde “empezó todo”, cuenta el jugador. “Siempre le tendré un cariño especial, es un grandísimo club que me aportó confianza, muchísima confianza y del que jamás me ha faltado su apoyo”. Algo incondicional para su carrera, así como también lo son los ánimos que recibe por parte de sus familiares, quienes en estos momentos, debido a la distancia, no tiene presentes, pero si guarda en su corazón.

Tras cada gol y cada victoria con su nuevo equipo, el CD. Lugo, Dani se acuerda de sus más queridos: “Sin vosotros no sería nadie”, declara en sus redes sociales. Palabras de agradecimiento de todo un ganador en múltiples sentidos: como futbolista, no solo ha ganado en confianza, ni tampoco técnica o tácticamente.

Su galardón es inmensamente mayor, se ha agenciado el orgullo de sus padres, amigos, compañeros, ex compañeros y del más exigente de todos: el respeto y reconocimiento de este deporte, a veces agradecido y otras, traicionero. En su caso, el fútbol le sonríe. ¿Azar? La fortuna no cae por su propio peso, sino que pertenece a quienes luchan por alcanzarla. Porque, como bien es sabido, en el fútbol como en la vida: «la suerte no acompaña si no sales a buscarla«.