Adrián Rubio
De presidente a entrenador de un Cadete de Liga Autonómica en el Paterna CF, pasando también por un regreso a los terrenos de juego como futbolista de Tercera en la entidad paternera. Todo eso en menos de un año de vida para una de las figuras con más experiencias a cuestas en el fútbol modesto de la Comunidad Valenciana
Como se suele decir, Kike Alcázar es de esas personas que ya tiene muchos ‘tiros’ pegados en la vida, y que por suerte o por desgracia también se las ha visto de todos los colores en el mundo del balompié. Pero una cosa sobresale por encima del resto: la ilusión que le pone a cada acción que realiza, a cada decisión que toma.
Por eso, y porque Kike se cuida y vive el deporte con la máxima profesionalidad, no le fue imposible volver a calzarse las botas el pasado verano, cuando el primer equipo del Paterna CF del grupo VI de Tercera División confió en él para liderar un vestuario que aspira a la salvación en la categoría. Varios años después de su retirada y tras vivir el fútbol desde el otro lado, desde la presidencia.
Su etapa al frente de un Olímpic de Xàtiva histórico en Tercera División no acabó de la forma que él hubiera deseado, pero con Kike cada ciclo que finaliza solo es la antesala de un nuevo y emocionante reto, y a él su vida actual en el Paterna CF le tiene feliz y comprometido. Dispuesto a asumir cualquier reto que se le presente.
Kike Alcázar jugará en el Paterna CF: con su vuelta seguirá haciendo historia
Estreno en los banquillos
Menos de periodista, Kike puede presumir de conocer el fútbol desde varios puntos de vista. Antes y ahora como jugador, también vestido de traje y corbata sufriendo a su manera en el palco de autoridades como dirigente y actualmente, con 35 años de edad y una fuerza y vitalidad que no le auguran una retirada cercana, descubriendo lo que significa hacerse cargo de un vestuario.
Apenas dudó cuando hace poco más de un mes le propusieron en el Paterna CF combinar la faceta de futbolista del primer equipo con la de entrenador del Cadete A, y eso que el morlaco asusta, compitiendo en la competitiva Liga Autonómica y teniendo que reflotar un vestuario que ocupa la última plaza en la clasificación.
Kike se ha puesto manos a la obra junto a Alberto Sánchez, su preparador físico, y a David Cerrajería ‘Cerra’, ex futbolista de Valencia CF y Levante UD entre otros, y aunque de momento la dinámica de resultados no les ha sonreído si que han podido mostrar una mejor imagen, como en casa contra el Torre Levante hace pocas semanas.
Se sienten con fuerzas y ganas para enderezar el rumbo de un grupo de futbolistas talentoso, pero que debe aprender a convivir con la exigencia y sufrimiento que la élite conlleva.
Porque aunque todavía están en edad Cadete, su competición autonómica es lo máximo que pueden disputar en estos momentos de sus vidas, y en un entorno competitivo de este calibre no se permiten errores.
Toca mejorar sobre el campo y también fuera de él, madurando como futbolistas y como personas bajo la tutela de un míster temperamental pero que está dispuesto a dejarse la piel para que esto salga bien.
El tiempo dirá y sabremos entonces si la convivencia ha ofrecido buenos frutos, pero a día de hoy Kike Alcázar sigue protagonizando una historia en el mundo del fútbol que nadie sabe qué próximo capítulo ofrecerá. Eso sí, seguro que si lleva su firma no va a dejar indiferente a nadie.
Un vestuario unido jamás será vencido
La pelota, como se suele decir, está en el tejado de los Alexander Estévez, Guillermo Hernández, Asres Martínez, Daniel Martínez, Carlos Prieto, Aaron Viera, Luis Burgos, Jesús Balsells, Álex Arnas, Carlos Edany Aveiga, James Bokoya, Miguel Ángel Castro, Adrián Guerrero, Naim Llorca, Pablo Martínez, Adrián Moreno y José Enrique Real.
De su compromiso, esfuerzo y talento, guiados por Kike Alcázar y sus ayudantes, debe nacer la reacción liguera que puede tener un gran impulso este fin de semana en la Ciudad Deportiva de Paterna. Allí aguarda el líder Valencia CF, pero qué mejor escenario para lucirse con los colores amarillo y negro en esta temporada que aún tiene muchos meses por delante.
