El fútbol valenciano despide a ‘Josemo’: manos milagrosas y una personalidad irrepetible | Yo soy noticia


FOTOS: Raquel L. Cuartero

Lo suyo eran los masajes, curar las dolencias físicas de aquellos jugadores que acudían a la consulta en su domicilio, o que eran tratados en las instalaciones de los diferentes clubes donde trabajó en su dilatada carrera. El fútbol modesto de la Comunitat le debe mucho, habiendo formado parte de proyectos en Onda, Pego, Requena, Torre Levante, Torrent, San Marcelino o Paiporta.

Pero hubo más clubes en el extenso currículum de un tipo querido como pocos, un número 1 en lo suyo (incluso Pablo Aimar recurrió a él para acabar con su lesión) que además disfrutaba cada segundo de su profesión en compañía de jugadores, técnicos y aficionados del fútbol regional y Amateur de la Comunitat.

Y si algo distinguía a Josemo, dicen los que mejor le conocieron, era su alegría natural. La misma que aplicaba a sus labores diarias, con la que hacía especial cada sesión de masaje y que le hacía sobresalir allá donde estuvo trabajando.

Cada masaje una historia

En el SC Requena le conocieron bien. Allí pasó dos etapas de su vida el bueno de Josemo, y sus recuerdos sobre la figura de este histórico miembro del fútbol modesto de la Comunitat sirven para reflejar el carácter de un tipo único e irrepetible.

«Siempre tenía una buena palabra para todos, y nunca lo veías de mal humor. Se puede decir que por su forma de trabajar cada masaje a un jugador era una historia, contaba mil batallas», rememoran con cariño desde el equipo de fútbol de Requena.

Como anécdota inolvidable junto a Josemo, que las hay a miles y siempre con una cena o comida de equipo como excusa, mencionan una de esas que refleja sencillez y una gracia natural. Un don para sacar una sonrisa en los demás. «Fue en una de esas tantas cenas que hicimos en el campo después de entrenar, pero ese día fue algo todavía más de cachondeo».

«Se hizo un asado de carne y embutido, lo típico de Requena, y también hubo un picoteo. Aquí tenemos un embutido llamado ‘perro’, y en un momento determinado de la cena alguien pidió que le pasaran el perro. Entonces Josemo, que siempre estaba de los primeros, gritó: ‘a ver ese perro no se nos coma la cena’. Lo dijo con tanta gracia que fue un gran momento para todos», añaden.

Era en la parte final de aquellas reuniones cuando a Josemo le salía su vena más artística y se ponía a cantar junto al conserje del campo, y en definitiva, son infinitos los recuerdos que se han agolpado en la cabeza de todos aquellos que tuvieron la gran fortuna de estar cerca de él. Cumplidor como el que más, «siempre era el primero y el último en abandonar el vestuario». Fue genio y figura.

Más de dos décadas de amistad con Josemo

Kike Alcázar lleva más de 25 años vinculado al mundo del fútbol, y si no ha podido reprimir las lágrimas al conocer el fallecimiento de Josemo (mucho tiempo batallando contra una dura enfermedad) ha sido porque durante este tiempo forjó una gran amistad con el masajista valenciano.

«Era un tipo especial, diferente, de los que te dejan marca», apunta sobre alguien al que le tenía «un cariño muy fuerte desde los 14 años que empecé a ir a él. Aparte de los masajes y sus manos, me quedo con todo lo que he vivido con él, que ha sido mucho».

Su entierro en la jornada de ayer martes estuvo plagado de jugadores, directivos y técnicos que le conocieron. Diferentes generaciones de personas vinculadas al fútbol modesto a las que Josemo alivió con sus manos, y con su personalidad.

«Cuando fui Juvenil subí al primer equipo del CD Torrent y por aquel entonces estaba él, ahí fue cuando le conocí», recuerda el actual jugador del Paterna CF, y ex presidente del CD Olímpic de Xàtiva. «Lo que más recuerdo era que cuando él te masajeaba, siempre estaba con la broma y el raje típico de sus jugadores porque eran una ‘ruina xe’,».

Cuando te quejabas te decía ‘eh, ¿que te duele?’, y si contestabas que sí entonces Josemo te decía ‘pues a mí no’ y seguía apretando», añade Kike.

«Una persona maravillosa»

Es lo primero que afirma Dani Serrano, entrenador de fútbol, director y profesor en CENETED Valencia además de psicólogo deportivo. La vida le hizo coincidir por primera vez con Josemo hace pocos años, en una etapa común en el Juvenil de División de Honor del Torre Levante.

«Era el delegado y nos traía fruta con su neverita. Le encantaba la horchata y los fartones, y el café granizado que siempre llevaba al campo», confiesa Dani. Cabría añadir, y esto es cosecha de un servidor y algo de lo que pueden dar fe aquellos que los cataron, que sus bocadillos también eran otro de los placeres de su compañía. Detalles que nadie podrá olvidar.

En la misma tónica se expresa Ricardo Peris, el presidente del Silla CF de Tercera División. Durante muchos años en el fútbol de 1ª Regional y Regional Preferente, Josemo no llegó a trabajar en este club pero sí pudo coincidir con Ricardo muchos fines de semana. Y todos veían lo mismo.

Sin duda que era un hombre que amaba realizar su labor en los equipos donde ha estado, y que sobre todo se hacía querer por los jugadores y los entrenadores», apunta.

«Me consta que allí donde iba, desde que se retiró y dejó de estar a pie de campo, tenía numerosas amistades y siempre le recibían con los brazos abiertos. Eso quiere decir que había dejado huella», concluye.

Las reacciones en redes sociales y la consternación generalizada por su marcha habla a las claras de quién era Josemo, y sobre todo de lo que llegó a significar para tantísima gente. Con la sonrisa y el optimismo por bandera, siempre hizo gala de unas tremendas ganas de divertir y divertirse. Desde Yosoynoticia.es nos sumamos a las condolencias a familiares y conocidos, DEP.

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