Adrián Rubio
Los de Vicente Parras lo intentaron sin descanso, pero siempre se toparon con la falta de puntería en Pontevedra
No fue posible. El especialista en decidir eliminatorias adversas fuera de casa no fue esta vez capaz de voltear el 0-1 en contra que traía a su favor el rival, en este caso el Pontevedra, y el 0-0 de hoy acaba con su sueño copero.
El Ontinyent llega tarde a la ida de la final de la Copa Federación
Los gallegos se hicieron fuertes en su estadio de Pasarón y pese a estar protagonizando una temporada más que mediocre en su grupo de la Segunda División B, logran alzar al cielo el trofeo de la Copa RFEF y evitar el segundo alirón para la Comunitat Valenciana, tras el éxito del Atlético Saguntino el curso pasado.
El juego incluso se endureció con amarillas y tánganas en los últimos instantes, fruto del cansancio y la frustración de un Ontinyent CF que dominó, tuvo las mejores ocasiones y acercamientos gracias a Leonardo Miramar o Raúl González, pero nunca encontró el camino del gol en esta vuelta de la final de la Copa Federación.
Terminaron con 10 futbolistas los pupilos de Vicente Parras por expulsión en el descuento de la segunda mitad de Franco Russo, una anécdota en una jornada dura y muy difícil de asimilar para la parroquia visitante.
Héroes los 8 aficionados de la Penya de La Torreta de Ontinyent desplazados en su vehículo particular hasta Galicia, animando a un conjunto que se dejó el alma, pero que se va de esta final de Copa RFEF sin marcar un solo gol en más de 180 minutos de acción.
Ahora tocará centrarse en la liga, donde están a punto de asegurar la permanencia en el grupo 3 de Segunda División B tras ascender el verano pasado. Cerrar de este modo una campaña que pese al ‘palo’ de esta noche de abril, quedará grabada en la memoria de todos los aficionados al fútbol en la Vall d’Albaida por todas las emociones que sus futbolistas les han ofrecido en este torneo copero.
