Carlos Martínez
El empate a dos goles clasifica al Villarreal a la gran final por primera vez en la historia de la entidad.
Mientras el Levante rozaba la proeza en Madrid pero se quedaba a las puertas de la gran final de la Copa del Rey Juvenil al empatar ante el Atlético de Madrid, en otra parte de la capital de España, el turno era para el Villarreal. Los amarillos llegaban con ventaja de 1-0 a la vuelta de las semifinales ante el Real Madrid.
Pronto se iba a igualar la eliminatoria. Solo con tres minutos de juego, el Real Madrid se adelantaba en el marcador y ponía el empate en el global gracias a un tanto de penalti. El encargado de marcar y de apretar la serie era Baeza, que no falló desde los once metros.
Antes de llegar a la media hora de partido, el Real Madrid volvería a marcar y a tomar por primera vez la ventaja en el marcador global. Un disparo desde la frontal de Miguel Gutiérrez ponía el 2-0 en el luminoso y obligaba al Villarreal a marcar si quería clasificarse gracias al valor doble de los goles.
Le vino bien el descanso al conjunto amarillo. Tras el paso por vestuarios, el Villarreal Juvenil dio un paso al frente y encontró el premio del gol en el minuto 69. Un disparo desde fuera del área de Fernando Niño no lo pudo atajar el portero blanco y se convertía en el tanto que ponía al Villarreal en la final. Quedaban 21 minutos de partido y al Villarreal le tocaba sufrir.
Con el Madrid volcado, el equipo groguet supo aguantar las embestidas e intentó cazar alguna contra. Y lo logró justo cuando más duele. En el minuto 94, Gonzaga definía a la perfección un centro desde la izquierda tras una contra de manual. El gol sentenciaba el pase a la final y la celebración fue una muestra de lo que se había logrado.
El empate a dos clasifica al Villarreal a la gran final de la Copa del Rey Juvenil por primera en su historia donde ya le espera el Atlético de Madrid. El partido se jugará este próximo sábado a partir de las 20 h.
Foto: Villarreal CF.
