Redacción YSN
No esperen una entrevista en las próximos párrafos, no es una declaración de un protagonista del mundo del fútbol. Aunque sí guarda relación con él, porque tristemente es una de las frases con las que conviven cada fin de semana muchos chavales del fútbol base valenciano.
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Las amenazas, los insultos, las agresiones… en más ocasiones de lo que la gente piensa, es la realidad de muchos partidos que disputan las futuras generaciones de nuestro fútbol. El pasado sábado la sociedad quedó consternada tras ver la imagen de la rodilla de un futbolista juvenil del Torre Levante, agredido por un jugador del CF Malvarrosa, y después de leer todo lo que allí ocurrió: visita de la policía local y suspensión del partido por parte de un árbitro que temió por su integridad física.
Pero ojo, que el fútbol base valenciano no está exento de acontecimientos parecidos a éste en los últimos tiempos, solo que algunos de ellos por desgracia nunca salen a la luz pública. Y el que más lo ha sufrido ha sido el CD Serranos, cuyo Juvenil B tuvo un primer y desagradable cara a cara con el CF Històrics de València el pasado mes de noviembre.
De ahí surge el vergonzoso vídeo de la agresión que incluye esta noticia, observada ‘in situ’ por un ojeador de árbitros y que encima supuso un partido de suspensión para el Serranos por invasión de campo de padres, que trataron de separar y proteger a sus hijos ante la violencia de los visitantes.
Aunque el primer susto, según uno de los padres allí presentes, llegó un mes antes, en octubre del año pasado, jugando en cancha del CF Los Imposibles Levante. Un club que casualidades de la vida comparte terreno de juego con el CF Malvarrosa, que tan mal parado ha salido del envite del pasado fin de semana contra el Torre Levante. Allí se pusieron detrás de la portería visitante unos diez chavales que no pararon de insultar e intimidar al portero rival, continuando con su deplorable actitud a finales del 2014 pero esta vez en territorio del CD Serranos.
Ahora ‘apoyando’ al CF Malvarrosa, realizando el trayecto que separa ambos campos para continuar con sus amenazas detrás del portero del Serranos. Este padre afirma que «solo la intervención de una Policía Nacional, que por aquel entonces andaba muy sensibilizada con la violencia en el fútbol a raíz de la muerte del radical en los aledaños del Vicente Calderón, hizo que esta gente decidiera marcharse de allí». Entonces fue cuando comenzaron los «escupitajos» de los futbolistas del Malvarrosa hacia los locales, respondiendo sus ‘aficionados’ ante las quejas rivales con la siguiente frase: «Escupir es parte del fútbol». El caldo de cultivo idóneo para que con el pitido final la sangre casi llegara al río, evitándolo el sentido común de algunos padres pero no el de un entrenador del Malvarrosa que dejó la siguiente ‘perla’: «No os preocupéis que ya vendréis allí». Palabras que calaron en unos chicos que se niegan a jugar el partido de vuelta el próximo mes de abril.
Y el CF San José también es otro de los clubes que puede dar fe de sus desagradables encontronazos con la expedición del CF Malvarrosa, situaciones que hay que denunciar pasen donde pasen y sea contra el rival que sea. Es responsabilidad de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana acabar con esta lacra, pero lo es más que todo aquel que sea testigo de esto denuncie y señale con el dedo a los que juegan con la ilusión de los niños y niñas que solo quieren disfrutar de su deporte favorito sin hacerle daño a nadie.
