Llegó a Río de Janeiro 2016 casi de rebote. El combinado nacional no tenía plaza porque había quedado tercero en el Campeonato de Europa. Sin embargo, la descalificación de Rusia por «incapacidad para cumplir con el Código Antidopaje del CPI y el Código Mundial Antidopaje«, según el informe McLaren, le abrió las puertas a España.
Quedando menos de un mes para la cita se enteraron de la noticia. Iván López Cuenca (1992) estaba en Estados Unidos conociendo a Gebi, su perra guía. Este proceso requiere algo más de tres semanas, de modo que le tocó gestionar todos los trámites desde allí y entrenarse por su cuenta para poder llegar en un buen estado de forma al gran evento deportivo que se celebra una vez cada cuatro años.
“La alegría de mi familia era espectacular. Yo no me lo creía, me decía ‘seguro que pasa algo’. Entrar en la inauguración de Maracaná es de las cosas más espectaculares que he vivido. Estaba lleno, me temblaban las piernas. Ves que el esfuerzo de tanto tiempo por fin ha llegado”, cuenta emocionado a YSN.
Se dio cuenta de que había conseguido un sueño que se había propuesto. Solo llevaba dos temporadas jugando a esta modalidad pero fue tiempo suficiente para vivir una experiencia única. “Se nota mucho la diferencia de cobertura de los Juegos con respecto al resto de años”.
Del temor inicial a disfrutar intensamente de cada partido
Había jugado al fútbol convencional pero tras perder la visión a los 21 años a causa de una enfermedad llamada glaucoma tuvo que adaptarse a la modalidad paralímpica. Tenía los dotes de coordinación ya adquiridos pero aun así necesitó muchas horas de trabajo para aclimatarse. “No podía ni siquiera trotar con el balón, podía ir andando y aun así se me iba el balón. Fue un proceso de unos meses hasta ser mínimamente competente jugando”.
“Al principio me daba miedo chocarme. Como no ves la valla, a los compañeros… Iba más tenso, con más cuidado”. En este estilo de fútbol es muy importante tener controlado el balón, no se juega tanto al contraataque como en el convencional.
Al poco tiempo de perder la visión se propuso llegar a ser deportista de élite y a base de entrenamiento y esfuerzo ha trabajado de lo lindo para ganarse un hueco en la selección española. La primera vez que le llamaron para una concentración se puso muy feliz, ahora ya es un habitual.
Desde pequeñito ha sido un fanático del deporte y cuando se enteró de que existía la posibilidad de jugar a fútbol para ciegos no se lo pensó dos veces. Pese a que esta especialidad forma parte de los Juegos Paralímpicos desde Atenas 2004 él no conocía su existencia pero fue a raíz de hablar con la ONCE cuando lo descubrió y en seguida se animó a practicarlo.
“Al ser un deporte minoritario no todo el mundo lo conoce, yo era uno de esos. Pensaba que sería tirar penaltis o algo así. Llegué al primer entrenamiento y me dijeron que había selección española para Eurocopas, Mundiales, paralimpiadas… Entonces, dije esto es lo mío”.
Con el paso del tiempo ha notado una mayor difusión de este deporte, incluso con partidos televisados como sucedió en Río 2016 o en el Mundial de Madrid 2018. “En los grandes torneos de selecciones se está notando un gran avance”.
La continua difusión del fútbol para ciegos
El trabajo por expandir el fútbol para ciegos o fútbol 5 lleva una labor impresionante y por esta razón tratan de asistir a centros, como menciona Iván López Cuenca. Además es consciente de que cuanta más gente les conozca mayor podrá ser el apoyo que reciban por parte de empresas o patrocinadores.
Las instalaciones son equiparables a un terreno de juego de fútbol sala pero ubicado al aire libre y con césped. Una de las grandes diferencias que podemos encontrar es que pese a que la línea de banda esté pintada no hay fueras laterales, además de que hay una valla que ejerce de pared como se puede apreciar en el siguiente vídeo del Comité Olímpico Español:
“Usamos mucho las redes sociales para llenar los campos y que poco a poco se vaya conociendo más. También solemos ir a charlas en colegios para concienciar y dar a conocer nuestro deporte. Aún queda camino pero cada vez se están consiguiendo más cosas”.
En los partidos que disputa como local el ONCE Alicante, donde él compite, afirma que suelen asistir aproximadamente 100 ó 150 personas, quienes deben guardar silencio, en la medida de lo posible, para que se escuche el cascabel que va incorporado en la pelota. De esta manera los jugadores pueden saber por dónde se desarrolla el juego. “Muchas veces me entero de si hay gol por el público”.
El equipo continúa invicto en la liga española y tiene serias posibilidades de repetir el título de campeones. Sería una gran hazaña, aunque todavía falta gran parte de la temporada por disputarse pero es ambicioso y considera que es posible repetir el gran éxito del año pasado.
¡En la empresa privada es complicado trabajar!
Los futbolistas paralímpicos de la Comunitat Valenciana Iván López Cuenca y Sergio Alamar reciben ayudas del Proyecto FER, lo que les permite poder seguir luchando por mantenerse al máximo nivel. Gracias a esta ayuda ambos pueden disfrutar de su sueño y luchar por competir en Tokio 2020. “La mayoría de compañeros que no son de la Comunidad Valenciana sí que tienen que buscar otro trabajo”.
Pensaba que quedarme ciego iba a ser pasarme la vida sentado escuchando la radio«
Iván se encuentra en el tramo final de su paro y le toca buscar un nuevo empleo de nuevo pero no va a ser tarea sencilla. “En la empresa privada es complicado trabajar porque necesitas unas adaptaciones. Falta dar ese paso hacia adelante. Conozco a muchos compañeros con carrera que están vendiendo cupones porque es difícil que muchas empresas privadas confíen en ti”.
Evidentemente a nadie le gusta perder la visión, pero si se tiene que dar esa circunstancia López Cuenca recomienda no quedarse en casa. “Yo estuve unos cuantos meses amargado pero decidí probar. Cuando lo intentas y pruebas puedes sacar grandes cosas. Pensaba que quedarme ciego iba a ser pasarme la vida sentado escuchando la radio».
«Hay que salir a la calle y conocer gente, haciendo vida normal. Ahora hago más cosas que antes, viajo más, he conocido muchísima gente…” Con toda su ilusión y ambición por superarse cada día trata de transmitir sus ganas de jugar al fútbol y contagiar sus vivencias para que otras personas también puedan superarse.
Fotos cedidas por Iván López Cuenca