Javi Colomina, el joven que supera la parálisis cerebral desde las gradas | Yo soy noticia


Javi Colomina tiene 19 años, aunque parece superar ya la treintena. Su madurez, su templanza a la hora de hablar, su afán de superación, sus saberes deportivos. Nada ni nadie puede toserle. Conoce el nombre de todos los jugadores de fútbol, de balonmano y de fútbol sala de la Comunidad a la perfección; prácticamente de memoria, de «carrereta».

Lleva conviviendo con ellos desde la infancia, cuando apenas levantaba un palmo del suelo y pisaba por primera vez los hospitales de Valencia y de Pamplona. Era su día a día por aquel entonces. No le quedaba otra, pese a su empeño, ya que su nacimiento prematuro a las 24 semanas de gestación derivó en una gran parálisis cerebral que le privó de la movilidad en las piernas y en las manos.

Por ello, con su crecimiento, tuvo que acudir a la ayuda de la silla de ruedas y a la atención de sus padres, que se encargan actualmente de su total cuidado. «Javi es una persona totalmente dependiente, porque no puede comer, ni acudir al servicio y ni siquiera tumbarse en la cama por sí solo. De hecho, mientras duerme, tenemos que ir a controlarle», explica su madre, María del Mar Roig.

Javi es una persona totalmente dependiente, porque no puede comer, ni acudir al servicio y ni siquiera tumbarse en la cama por sí solo», explica María del Mar Roig

Lo hace al recordar la «tabarra» que les daba con el deporte y su ilusión por llegar a ser uno de sus protagonistas: «Tenía la esperanza de probar suerte y practicar la boccia, pero fue imposible. Vimos que apenas tenía movilidad en las manos, por lo que decidimos evitar su consecuente desarrollo en el juego». Eso sí, a cambio, le garantizaron su asistencia a todos los enfrentamientos.

Desde entonces, no faltó a su cita con la competición. Estuvo yendo junto a sus padres a todos los duelos de boccia, hasta que el balonmano femenino, el fútbol sala masculino y el fútbol 11 de l’Alcúdia irrumpieron en su vida. «Me encantó la sensación de poder charlar con los deportistas, conocerles de manera directa, y valorar el esfuerzo que hacen a cambio de nada», afirma Colomina.

Me encantó la sensación de poder charlar con los deportistas, conocerles de manera directa», afirma Colomina

Es más, lo hace a viva voz, poniendo los puntos sobre las íes, ya que se siente muy agradecido por los tantos detalles que han tenido con él: «A diferencia de la élite, ellos me han agradecido el apoyo con muchos regalos, desde un balón oficial a una camiseta firmada. Además, nunca me han puesto impedimentos en hacernos fotos o dedicarme goles».

Todo ello, desde la grada. Es su gran refugio, tanto en el Estadio Municipal de Els Arcs como en el Pabellón Polideportivo de l’Alcúdia. No entiende de prioridades en la elección; se los va turnando según la climatología, porque «sigo sin tener un sitio en el campo de fútbol donde poder ver a los chicos jugar sin pasar frío y sin mojarme cuando llueva».

Sigo sin tener un sitio en el campo de fútbol donde poder ver a los chicos jugar sin pasar frío y sin mojarme cuando llueva», reconoce Javi Colomina

Es lo que le imposibilita, con la llegada del invierno, acudir al estadio y apoyar al club de sus amores. Lo reitera su madre, que ya ha acudido en varias ocasiones al ayuntamiento a pedir una solución: «Aún no ha llegado, pese a mi insistencia. No pedimos nada lujoso, sino una simple carpa o pequeño techo ajustable que nos permita refugiarnos del temporal para ver los partidos».

De hecho, admite que solo pueden convencerle de que no vaya a ver los partidos de los equipos de l’Alcúdia cuando está resfriado. «No hay otra manera», apostilla María del Mar, que ya suma una infinidad de partidos, de éxitos y de vivencias junto a sus dos hijos y su marido en los recintos deportivos de la localidad alcudiana.

Solo pueden convencerle de que no vaya a ver los partidos de los equipos de l’Alcúdia cuando está resfriado», añade su madre, María del Mar

Así pues, tras más de tres años ligado a las aventuras y desventuras de los equipos de balonmano femenino, fútbol sala masculino y fútbol 11, Javi Colomina está dejando de lado su parálisis cerebral para convertirse en uno de los seguidores más fieles, a la vez que «animadores» e «incansables», del deporte amateur valenciano.

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