La norma olvidada en el fútbol profesional pero habitual en el fútbol base | Yo soy noticia


La FIFA establece una serie de reglamentaciones que se deben cumplir siempre en la práctica del fútbol. A partir de esos reglamentos, las federaciones tienen cierto margen de maniobra en algunas cuestiones organizativas, pero en otros casos deben regirse por la norma internacional sin excepción.

Pero esto que parece tan claro, a veces choca con la realidad futbolística y se ve claramente en la vulneración de una norma que empieza a ser habitual debido a motivos que parecen ser económicos. El fútbol profesional parece que cada vez se deja llevar más por estos derroteros.

La normativa dictada por la FIFA respecto a las equipaciones es extensa y detallada. Habla desde la equipación que deben llevar los árbitros hasta los recogepelotas, pasando obviamente por la equipación de los futbolistas. En este punto el reglamento expresa claramente lo siguiente:

5.1 Las piezas del equipamiento de juego que visten los jugadores de campo, guardametas y oficiales de partido permitirán a los jugadores, oficiales de partido, espectadores y medios distinguir claramente a los equipos que se enfrentan, independientemente de circunstancias tales como condiciones meteorológicas o cantidad de luz.

Esta norma se cumple de manera estricta en la mayoría de los campos de fútbol base, donde equipos con no demasiados recursos económicos se ven obligados a tener segundas equipaciones para ponérselas en caso de que jueguen frente a un rival que vista con colores parecidos, e incluso se ha llegado al caso de tener que cambiarse las medias o los pantalones para poder diferenciarse con claridad.

En cambio, en el fútbol profesional de un tiempo a esta parte parece que la norma empieza a languidecer acomplejada y presionada por el dinero proveniente del marketing. Las marcas quieren vender y al parecer todo vale en el profesionalismo con tal de hacer dinero, incluso confundir a los medios o a los espectadores, algo que prohíbe expresamente la norma.

barcelona-real-madridEl último ejemplo y uno de los más claros se ha producido en el partido de ida de la Supercopa de España jugada entre el FC Barcelona y el Real Madrid en la que el equipo madrileño quiso mostrar su nueva tercera equipación ante la displicencia de los colegiados que no se opusieron al claro parecido con el azul que viste el Barcelona.

En cambio, sin la presión de las marcas, parece que no hay margen para mangas largas de distinto color, unos calentadores descoloridos, unas medias parecidas o equipajes de portero con un ligero parecido al de cualquier otro jugador. Ahí la norma sí que cuenta.

 

 

Aviso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información ‘aquí’.

Aceptar Cookies