La realidad del fútbol más puro en tiempos de COVID-19 | Yo soy noticia


Que las temporadas a nivel de deporte están siendo diferentes y extrañas es algo que ya sabemos. Los y las deportistas no se pueden duchar en los propios vestuarios, el ya normal uso de mascarillas, el gel hidroalcohólico que en algunos deportes hay que ponerse antes de entrar a la pista, la hasta hace nada ausencia de público, partidos aplazados hasta nueva…

Un cúmulo de cosas que, aunque para la vida cotidiana es algo ya habitual, en el mundo del deporte todavía está en proceso de adaptación. Y si miramos al verano, todo fue más raro. Si echamos la vista atrás, las pretemporadas han estado marcadas por falta de seguridad a la hora de empezar la propia campaña. Y eso, de manera directa o indirecta, acaba afectando.

En este caso, ponemos el foco en el fútbol más puro, en el fútbol regional. Ahí, el CD Enguera es el único equipo de los seis grupos que todavía no ha sumado ni un solo punto. Cinco partidos, cinco derrotas y tres encuentros pendientes. Pero la preocupación no ha llegado ni a los despachos ni al banquillo. Así lo transmite su entrenador, Paco Martínez, quien cuenta en YoSoyNoticia.es la realidad de un fútbol local en tiempos de COVID-19.

Nos falta ese gol, ese partido ganado… La situación cambiará

No está siendo fácil el inicio de temporada para el equipo de Enguera. Dos derrotas con un sonrojante 0-3 y otros tres partidos cayendo completan el historial del club en los primeros encuentros que ha disputado. Eso sí, la cabeza fría y la tranquilidad se han instaurado en el vestuario de Paco Martínez. Saben que el fútbol y el juego no están siendo justos con los suyos.

Al menos así lo ve el propio técnico: «Los entrenamientos y los partidos están siendo buenos, pero estamos teniendo mala suerte. Estamos compitiendo bien y hasta última hora. Pero nos falta ese gol, ese momento de ir por delante en el marcador… Pero realmente no estamos preocupados. No nos gusta, evidentemente, no haber sumado todavía pero estamos muy cerca pese a los resultados que tenemos».

Y es que el CD Enguera está a solo 2 puntos del penúltimo y a 4 del antepenúltimo. Por eso, el discurso se centra en un mensaje positivo: «Las charlas que tenemos destacan que estamos siempre metidos en todos los partidos y en algunos hemos caído solo por un gol. No nos están arrollando. La situación va a cambiar en cuanto encontremos ese partido. También tenemos en cuenta el handicap de la juventud. Ante l’Alcudia teníamos una media de 20 años».

El cuerpo técnico liderado por Paco Martínez ya sabía que la bisoñez de la plantilla iba a dificultar la competición, sobre todo en sus primeros días: «Hablamos con ellos y les dijimos que tuvieran paciencia. Hay muchos que salen este año de juveniles y ya han debutado. El ritmo es diferente, la liga también… Lo íbamos a notar porque no tenemos esa experiencia. Pero sabemos que tenemos más calidad técnica que el año pasado».

El fútbol más ‘raro’

Pero en esta vida marcada por la pandemia, la incertidumbre del no saber qué pasará mañana lastra cualquier intento de preparación o de programación a corto-medio plazo. Y eso también afecta en el plano deportivo. Y, por desgracia, en el CD Enguera lo están notando desde el verano.

De hecho, el adjetivo que más nombra su entrenador es ‘raro’. No es para menos: «Está siendo todo muy raro. Nosotros no podemos competir a nivel económico con nadie. Hacemos un esfuerzo grande en vincular a la gente con el tema afectivo, no con el tema económico o con grandes objetivos deportivos. Nuestra filosofía siempre ha sido contar con gente de la casa, pero este año está siendo más duro».

El hecho de no poder hacer ‘vida normal’ en los terrenos de juego, la principal complicación: «La pretemporada fue rara. Estuvimos casi 8 semanas y la gente quiere competir y jugar. Pero tampoco se pueden duchar después de entrenar, no podemos hacer cenas para fortalecer el grupo. La gente viene, entrena y se va. Así es muy duro inculcar el valor del sentimiento de pertenencia. No podemos hacer esa piña tan importante en un vestuario».

No podemos mantener a la gente con la tensión competitiva

De las 8 jornadas que llevamos disputadas hasta el momento, el CD Enguera solo ha podido jugar 5 de ellas. La ansiada rutina competitiva no está llegando y esa falta de competición está generando lesiones inesperadas que están siendo más relevantes que las dudas o miedos sobre la pandemia.

Y todo, por esa falta de tensión: «Estamos teniendo más problemas de lesiones que de dudas por la COVID-19. Es duro mantener la tensión de la gente si no compites. Aquí no tenemos una asignación económica para exigir a los jugadores. Aquí no cobra nadie y sin el estímulo económico, es muy complicado tener enganchados a los jugadores. Y si encima preparas durante 8 semanas la liga y te van retrasando las fechas… La gente quiere y necesita jugar».

Sin ir más lejos, las lesiones están haciendo que la filosofía de contar con los jóvenes esté siendo hasta impuesta por la situación: «Hemos hecho ya debutar a tres juveniles y hemos ido a varios partidos con 6 ó 7 lesionados. Es cierto que queremos siempre contar con ellos, pero se están juntando muchos factores que nos están condicionando«.

Vuelves el martes sin haber jugado, repites lo mismo una semana más…

Todos y todas hemos echado de menos la rutina tanto dentro como fuera del deporte. Parecía que todo iba a volver con normalidad pero siempre con prudencia: entrenamientos cada día, partidos cada fin de semana… Una competición al uso. Pero no. Y esa falta de tensión no solo se queda en los jugadores.

Para Paco Martínez, el no jugar con asiduidad está siendo algo pesado: «Hasta uno mismo pierde esa chispa. Es complicado transmitir y entrenar sabiendo que no vas a jugar el domingo. Que tengas lesionados es habitual, pero estamos teniendo tantos parones… No sabemos qué va a pasar mañana. Yo preparo todo igual, pero hacerlo sin esa chispa de jugar… Eso de volver el martes a entrenar sin haber jugado el fin de semana y repetir lo mismo una y otra vez…»

Y con todo esto, el CD Enguera tiene una nueva oportunidad de sumar sus primeros puntos este fin de semana. Antes de despedir el año 2020, los chicos de Paco Martínez se medirán a la UD Canals en busca de romper la mala racha y sobre todo devolver la sonrisa a un equipo joven y que quiere consolidar lo que ha hecho grande al club: su sentimiento de pertenencia.

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