Las familias y el fútbol base que saldrá de la crisis del COVID-19 | Yo soy noticia


Lola es la mamá de dos chavales que juegan en la cantera de un pujante club de la provincia de Valencia (prefiere, al igual que nuestro otro protagonista, no decir el nombre del club para no desviar el foco hacia una Escuela en concreto).

Ya tenía ambas cuotas del año pagadas (cada club flexibiliza el pago según el caso, necesidades o circunstancias particulares de cada familia) pero no quiere centrar su análisis actual en torno a lo que va a pasar con ese dinero toda vez que parece seguro que abril, mayo y tampoco junio van a poder ser utilizados para la práctica del fútbol en las instalaciones deportivas.

Ya buscarán las Escuelas la forma de compensarnos a las familias, que también tendremos que arrimar el hombro para asegurarnos de que estos clubes no sufran más de lo debido a causa de la crisis. Como le va a pasar a cualquier pequeña o mediana empresa, que es lo que son la gran mayoría de estas entidades”.

Sin miedo: ¿por qué van a ir al colegio, y no al fútbol?

Lola tiene claro que no va impedir que sus hijos vuelvan a jugar en esta Escuela de la provincia de Valencia cuando se permita regresar, siempre que las autoridades sanitarias den las máximas garantías y autoricen tal acontecimiento.

Si vamos a tener miedo por el fútbol entonces tampoco llevaríamos a nuestros hijos al colegio. En un terreno de juego al menos estás en el exterior”, señala, haciendo hincapié en las limitaciones de aforo y protocolos de seguridad que se aplicarán a esta actividad a causa del COVID-19.

“Seguro que también habrá gente que tenga miedo y lo considere prescindible, y decida no jugar este próximo año por un tema económico o lo que sea. Pero mi reflexión es que si van al colegio sus hijos, eso es quizá más peligroso ahora mismo que un campo de fútbol que es deporte al aire libre”, añade.

Bajo su punto de vista, seguro que compartido por otras muchas familias, “hay que volver a la normalidad porque toda la vida no puedes vivir confinado. Todos tendremos que darnos un tiempo, pero seguro que de aquí a la nueva temporada pasarán unos meses y el ambiente se va a ir relajando”.

El fútbol base se adentra en el temido mes de abril

Medidas para que la crisis económica no aleje a las familias del balón

En Yosoynoticia.es ya escuchamos la problemática de este parón de boca de algunas Escuelas como la del CD Serranos o el Alboraya UD. Nos contaron que pese a bajar la persiana estos meses y congelar el cobro de cuotas a las familias que ya no podían dejar a sus hijos entrenando y jugando, los gastos no se han acabado y el paso del tiempo todavía hurga más en la herida de entidades modestas en su gran mayoría.

La congelación de las cuotas ha sido una medida para que las familias no paguen mientras no hay deporte, y para aquellas que ya lo habían abonado todo, se estudian fórmulas para compensarles en la cuota de la 20/21, toda vez que el transcurrir de las semanas no aclara si el fútbol base y formativo va a poder terminar antes del verano la presente campaña.

La flexibilidad en las cuotas a la hora de los plazos para abonarlas podría ser una medida que adopten las Escuelas”, señala Vicente, papá de un joven jugador de otra Escuela de la provincia de Valencia.

Cobrar en 10 meses lo que antes conseguían en 6 es algo que está sobre la mesa de los clubes, que durante estas fechas de confinamiento no han dejado de estar en contacto con las familias de sus jugadores y jugadoras. Desarrollando planes de entrenamiento e iniciativas para divertir, y hacer así más llevaderas estas semanas a los chicos y chicas acostumbrados al trabajo sobre el césped.

Una labor que valoran Lola y Vicente, así como el acercamiento para preguntar y solicitar opiniones y sugerencias que las Escuelas han tenido con los papás y mamás. “Las familias tenemos que apoyar y los clubes también ser más flexibles. Si las familias reclaman el dinero de sus cuotas de esta temporada, en vez de trasladarlo a las cuotas del año que viene, le harán mucho daño económicamente a las Escuelas”.

«El fútbol es un negocio pero es clave que ahora cada uno aportemos nuestro granito de arena, porque el deporte es importante para las familias”, señalan con vistas al curso que viene, estando seguros de una cosa porque la escuchan cada día de boca de sus hijos.

Mis hijos quieren continuar jugando a fútbol, y si el club da facilidades a las familias sé que van a seguir jugando pese a la crisis”.

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Reinventarse ante la incertidumbre

Como nos cuenta Vicente, llegan tiempos de abrir la mente y trabajar en un contexto muy especial entre clubes y familias. Cuando la crisis económica golpee con fuerza a muchas de ellas y deban elegir entre comer/vestir a sus hijos, o el deporte federado, las dudas se esfuman y el balompié pasa a un segundo plano.

Como antes ha comentado Lola y para no lastimar más si cabe a las Escuelas que estos meses han seguido sufriendo gastos pese a no ingresar nada, tocará entablar conversaciones para ajustar los pagos en unas entidades que, según Vicente, aún pueden ir más allá para ahorrar costes a familias que lo van a pasar mal.

Las familias podrían mantener la equipación de esta temporada de cara a la que viene. Eso sería un alivio para nosotros, aunque sabemos que al club le perjudicaría porque no puede hacer negocio con la nueva camiseta y otros sponsors que colocar ahí”, indican.

Y luego está la faceta deportiva, esa en la que las familias no se mojan tanto pero que saben que también está en las cabezas de sus clubes, quienes piensan en la captación y atracción de nuevos miembros. Como lo de saber si se puede acabar esta temporada o ya se da por nula, porque no es lo mismo estar en una categoría u otra.

«Estar en una liga superior ayuda en la captación de sponsors y jugadores, así como hay padres y madres que eligen a conciencia dónde ir en base al nivel competitivo de cada entidad”, nos cuentan sobre un asunto que se podrá valorar más en profundidad cuando haya una respuesta definitiva sobre el fútbol base. Por el momento, eso es algo que todavía desconocen tanto clubes como algunas familias a las que aquí hemos querido dar voz.

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