Por potencial y maneras no quedará, siendo Pablo Jiménez García (Aldaia, 14 de febrero del 2000) una de las grandes apuestas ofensivas que posee la cantera del Valencia CF para el presente curso.
Porque hablamos de un chico, haciendo honor al día de su nacimiento, ‘enamorado’ del gol, un rematador que se hinchó a perforar las porterías contrarias durante sus muchos años en el Avant Aldaia de su localidad natal. Hasta que allá por enero del 2016 el ‘gigante’ Valencia CF llamó a su puerta.
El ‘killer’ silencioso
Pablo es un jugador que parece que no está en los partidos, pero siempre está. Es como si tuviera ventosas en las botas pues es capaz de retener cualquier balón que se le mande, y si está perfilado de cara a puerta es gol seguro.
Sabe colocar el cuerpo como pocos para ganarse el espacio, y pese a su cara de niño es capaz de dejar a cualquier defensa desarmada con su forma de jugar. No necesita mucho terreno por delante, ni demasiadas maniobras, para dejar su sello en el área contraria.
Siendo como es de Aldaia, estamos ante un digno sucesor del ‘Romario de Aldaia’, Juan Sánchez, del cual Pablo ha aprendido mucho. Es más, estoy seguro de que el mismo Juan Sánchez está muy orgulloso del que con el tiempo puede ser su heredero en el club de Mestalla.
No hay que olvidar que todavía es muy joven, formando parte del Juvenil A blanquinegro en lo que apenas es su segundo curso vistiendo la zamarra valencianista. Su clase ya la conocen de sobra en la Ciudad Deportiva de Paterna, no en vano fue campeón de Liga Nacional con el Juvenil B y máximo goleador del equipo la última temporada.
Lo tiene todo para triunfar, pero hay que tener paciencia y dejar que eso que es innato en él siga haciéndolo crecer futbolísticamente, quizá camino de un brillante futuro en la delantera del Valencia CF.
Un COTIF con su firma
La evolución goleadora de Pablo ha sido muy significativa, asombrando en la categoría Cadete de un Avant Aldaia donde salía a más de un gol por partido y trasladando su eficacia hasta la Academia del VCF, donde aterrizó sin perder ni un poco de su olfato ante la portería rival.
Nada más firmar por el Valencia CF, enrolado en el Fundación VCF Cadete A, jugó 29 partidos y anotó 18 goles, debutando en categoría Juvenil un curso pasado en el que firmó 14 tantos en 32 encuentros con el conjunto blanquinegro de Liga Nacional.
Ahora ya es futbolista de pleno derecho en División de Honor, curso que encara con la mayor de las ilusiones viniendo de un verano donde se ha ganado la confianza de su entrenador a base de goles.
Fue en el COTIF, el torneo juvenil más prestigioso del mundo, donde su Valencia CF alcanzó el subcampeonato y Pablo Jiménez se coronó como el máximo artillero del evento en l’Alcúdia.
Una actuación que no pasó desapercibida para los responsables de la Academia ‘ché’, sabedores de que en la cantera hay un chico en constante idilio con el gol.