Cata Lluch Pascual, la sirena del surf adaptado español: «Solamente existen los límites que nos ponemos nosotros mismos» | Yo soy noticia

Cruzando la frontera entre España y Francia nos coge el teléfono Cata Lluch Pascual, una de esas deportistas cuya voz tranquiliza a los cinco segundos de escucharla. Optimista y con una visión positiva de la vida siempre junto a ella, la surfista tiene por delante sus dos grandes retos del año, «el Campeonato de España» y «si luego me clasifican, el Campeonato del Mundo».

Es ambiciosa y tiene el anhelo de ser mejor cada día, de no regatear un entrenamiento porque la única manera de crecer es el trabajo y el esfuerzo. «Ahora toca estar de vacaciones, pero con la mente puesta en los próximos objetivos. Venimos de unos campeonatos que nos han ido bien, hemos probado algunas cosas, hemos probado tablas con nuevas adaptaciones, con agarraderos de las manos, con topes en las piernas», va contando a Yo Soy Noticia.

«Ahora estamos esperando a que lleguen las dos grandes citas de la temporada, en septiembre el Nacional y luego el Mundial en diciembre»

El deporte, vehículo hacia la inclusión

Reconoce que el Mundial «es el objetivo prioritario», sin embargo, también dice que el deporte le da «otras muchas cosas» que son igual o más importantes que los resultados deportivos propiamente dichos. «Conozco a mucha gente con discapacidad y estoy muy contenta de tener compañeros como los que tengo. El surf me permite ver otras realidades que no son como la mía, pero que me pueden entender mejor que mis realidades más cercanas porque están viviendo lo mismo que yo. Es es algo muy enriquecedor».

Combina el surf con la bici -que lo hace con la fundación También- dos deportes que están en las antípodas el uno del otro pero que, sin embargo, «son complementarios. Con uno de ellos trabajas el tren inferior y con el otro el superior», sigue explicando. «Eso sí, he de reconocer que estoy más centrada en el surf ahora mismo porque es el que me ha permitido hacer más camino a nivel deportivo».

Respecto a la bici, lo principal para ella es la función que cumple en su vida diaria. «Voy en una scooter, de forma que es el deporte que me permite poder llegar a donde yo no podría llegar».

«Yo tengo parálisis cerebral, pero mi discapacidad no la veo como una limitación. Los límites solo nos los ponemos nosotros en la cabeza. A mí me cuesta hacer las cosas un poco más que al resto y ya está»

Por eso el deporte es tan y tan importante para ella, al margen de los éxitos deportivos que está logrando junto a sus compañeras de la selección, con las que forma una gran familia y con las que ha logrado diferentes medallas mundialistas. «El hecho de viajar al Mundial me ha permitido conocer gente más especialista que yo que me ha ayudado a adaptarme la tabla. Junto con la Federación Cántabra y con la ayuda de Pedro Gutiérrez… todos me han ayudado mucho y me han enseñado cosas que yo no conocía o no sabía».

Además de esto, deja otra reflexión sobre la importancia del deporte. «Es la forma más rápida de inclusión. Es verdad que a nivel social todo está yendo a mejor, pero el deporte es una funete de inclusión muy directa. Y sirve para aumentar mucho la autoestima. Yo también soy psicóloga y he vivido muchas situaciones un tanto extrañas. El deporte siempre me ha ayudado mucho. Y también me ha servido para darme cuenta de que es verdad que hay mucha gente que está mucho mejor que tú, pero hay otra que está mucho peor, así que yo me quedo como estoy», cuenta con esa sonrisa perenne que la caracteriza.

«Está claro que todavía queda mucho camino por recorrer», sigue argumentando sobre lo que ella cree. «Ahora se está luchando para que el surf entre en las paralimpiadas, así que todavía queda camino por delante».

«Hay mucho trabajo hecho y aunque a veces nos quejamos, y con razón, de que la sociedad nos pone barreras, la gente está mucho más mentalizada. Se nos está dando cada vez más visibilidad»

La importancia de las redes sociales y el sueño de los Juegos

También valora la importancia que están teniendo en estos tiempos las redes sociales y su consolidación como ventana abierta al mundo. «Son un instrumento de difusión muy grande. A mí me ha servido para darme cuenta de que puedo inspirar a otras personas y eso es algo que se ha conseguido gracias a que nos conocen a través de las redes».

Incluso de cara al futuro las ve como una herramienta básica para que el surf adaptado crezca mucho más. «Es imposible vivir de esto en España a día de hoy, pero es lo que te estaba diciendo; gracias a las redes sociales estamos llegando más lejos que nunca, se nos conoce cada vez más y yo sí sueño con que algún día podamos vivir de esto».

Ella tiene claro que el surf es una parte fundamental de su vida y tiene la ilusión de llegar a estar un día en esos Juegos Paralímpicos. «Voy a luchar por ello, claro que sí. Es una experiencia que todo el mundo desea vivir en algún momento».

Tiene el nivel, tiene el talento y tiene las ganas suficientes para conseguirlo, así que solamente queda esperar a que el deporte acabe entrando en el programa de unos Juegos lo más pronto posible. Los rumores apuntan a Los Ángeles 2028, los siguientes tras los de París.

El agua, su hábitat natural

«Yo me muevo mucho mejor en el agua que fuera. Soy más autónoma. Me voy a tatuar un delfín o una sirena ahora porque me considero más sirena que persona humana. Si el mundo fuera todo de agua para mí sería todo mucho más sencillo»

Y es que las barreras se las encuentra solamente fuera de ese entorno que tan bien domina ella. «Antes te decía que la bici me lleva hasta sitios a los que yo no podría ir por mí misma, y ahora te digo que el surf no tiene ningún peligro para mí. Llevo nadando desde los 6 meses y es un medio que conozco muy bien. El surf me proporciona una libertad que en el mundo terrenal no tengo. Quiero llegar lo más lejos posible, pero siendo consciente de que esto es una carrera de fondo y de que no todas las decisiones son mías única y exclusivamente».

Por el momento solamente le queda seguir en esta línea, trabajando, entrenando y siendo mejor deportista cada día. «Hace un año más o menos que terminé mis estudios. Ahora estoy trabajando, pero me dejan compaginarlo», explica sobre su situación actual más allá de la tabla de surf.

«Económicamente es complicado. Todos los deportes adaptados son mucho más caros que los formativos porque estos últimos no necesitan adaptación. Si una tabla como la mía, de competición, vale 3.000 euros pues a mí me cuesta otros 1.000 euros extra para poner las adaptación. En definitiva esto viene a querer decir que ganamos menos dinero y nuestro deporte es más caro».

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