Cuando los límites dejan de existir, por Raúl Espinosa | Yo soy noticia

De existir la posibilidad de no volver a andar a pelear por correr los cinco mejores medio maratones (Lisboa, Praga, Cardiff, Copenhaguen y Valencia) de Europa, los cinco mejores de España (Sevilla, Barcelona, Madrid, Behobia y Valencia) y el Maratón de Valencia en un año. Quizás pueda ser algo demasiado radical, pero así ha sido la vida de Raúl Espinosa desde que en octubre del año 2015 le diagnosticaran tumor. Concretamente, un astrocitoma medular de bajo grado a nivel D1. Unos dolores fuertes en la espalda se habían convertido en algo muchísimo más grave.

La gravedad fue tal que Raúl Espinosa tuvo que ser intervenido de urgencia porque las consecuencias de este tumor podían ser tales como no poder volver a andar. Como el propio protagonista de esta historia cuenta, el médico le hizo firmar un documento previo a la operación en el que quedaba reflejado que era consciente de que era muy probable que no pudiera andar más.

La vida de Raúl había cambiado por completo. Con 27 años y en uno de sus mejores momentos a nivel deportivo tenía que cambiar el equipaje de runner por el del quirófano. Pero lo que no iba a cambiar era su mentalidad. Hoy, Raúl solo piensa en conseguir su reto de correr los cinco mejores medio maratones de Europa, los cinco mejores de España y el Maratón de Valencia en un año. Hoy, Raúl cuenta en YoSoyNoticia.es cómo ha sido capaz de llegar a este punto después de superar una operación como la que sufrió.

Un día me levanté, noté algo raro y todo cambió

Este valenciano residente en Montserrat ha sido un apasionado del deporte desde bien pequeño, aunque fue en 2010 cuando comenzó a trabajar más en serio su faceta de corredor. Tanto, que las carreras de 10 kilómetros se le quedaron pequeñas demasiado pronto. Y preparando el Maratón Valencia Fundación Trinidad Alfonso, Raúl sabía que algo no iba bien.

Así lo cuenta él mismo, quien entre risas reconoce que pocos días después de notar los dolores culminó un medio maratón: «Ya había decidido dar un paso más y había terminado varias carreras de nivel. Pero un día en 2015, con el maratón de València en mente, noté algo raro en mi cuerpo, sobre todo en la zona de la espalda. Fue un jueves, pero ese domingo terminé un medio maratón».

La mentalidad contra la realidad

Pocos días después llegó la operación y los mensajes relacionados con un futuro que poco o nada tenía que ver con el deporte y ni mucho menos con el running. Pero Raúl Espinosa es una de esas personas hechas de otra pasta. Desde el principio, su objetivo no fue una rehabilitación sin más. Su deseo y su motor fueron volver a correr.

Tanto es así que decidió focalizarse solo en eso: «Yo no quise saber nada de médicos, de información ni de nada. Lo único que tenía claro era que iba a volver a correr, a llegar a una meta. Y a partir de ahí, si podía hacer una hora más de lo que tocaba en la rehabilitación, lo hacía. Trabajaba hasta que la pierna decía ‘basta’. Nunca llegué a pensar que no podría volver a hacerlo a correr».

Sin ir más lejos, al día siguiente de la operación ya intentó levantarse: «Yo estaba en mi mundo, pensando y sabiendo que iba a volver a correr. Me lo tomé como una lesión porque al día siguiente de la operación ya estaba andando por los pasillos. Me decían que me acogiera a la realidad, pero mira ahora cómo estoy«.

Creo que los deportistas somos unos privilegiados

La parte más curiosa de esta historia de superación es que Raúl Espinosa cree que el deportista está preparado para superar todos los obstáculos. Los más duros, también. De hecho, la naturalidad con la que explica los motivos justifica sus ideas.

«Somos unos privilegiados si hablamos de fortaleza mental. Somos muy duros, somos de hierro. Nunca llegas a pesar que no vas a poder hacer algo. En mi caso, ni siquiera tuve que vivir un proceso mental para sentirme fuerte. Desde el minuto 0 busqué levantar y volver».

Y ahora ya ha conseguido mecanizar un movimiento que le permite correr por debajo de los 5 minutos al kilómetro: «Si estoy recto no puedo levantar el pie del suelo, pero tengo el movimiento mecanizado para correr. No puedo talonar con el pie izquierdo y si llevo muchos kilómetros, la pierna se fatiga y tengo algunos temblores. Pero cuando voy rápido, apenas se nota».

Where is the limit?

En la actualidad, Raúl Espinosa busca llevarse una de las becas que ofrece la plataforma ‘Where is the limit‘ (¿Dónde está el límite?), que además es una frase que lleva tatuada en su espalda. El objetivo es invertir el dinero que reciba en poder costear los viajes en su meta de conquistar los cinco mejores medio maratones del mundo y donar la cantidad restante a la Asociación Española Contra el Cáncer.

Para conseguirlo, el proyecto de este valenciano debe ser uno de los 10 más votados en esta página web. Aunque conociendo esta historia, parece imposible que no lo logre: «Siempre he sido así. Siempre he sido muy duro y constante. Si me he puesto una meta he llegado hasta el final luchando. Me da igual que haga sol, lluvia o viento. Si tengo que entrenar y trabajar, lo haré».

Raúl Espinosa quiere hacer su particular historia y llevar el nombre de Montserrat Corre y de Paco Milán, su equipo y su entrenador, a lo más alto y por toda Europa. 

Para ayudar a Raúl Espinosa en su objetivo, haz click aquí y vota por su historia. 

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