El genio valenciano del billar | Yo soy noticia

Lo suyo es el taco, las bolas y el tapete de billar. Competiciones en hoteles o pabellones, salas donde toca vestirse de gala y jugar partidas de 1 hora y media para derrotar a los mejores oponentes del planeta. Que nadie se imagine habitaciones con poca luz, repletas de humo y ocupadas por ancianos.

El billar no es eso, se trata de un deporte cada vez más popular y seguido por millones de personas en lugares como Asia, donde por cierto Javier Palazón es una figura reconocida por la calle. No es para menos tratándose de un top 3 de España, potencia mundial en el billar, y en el puesto 30 del ranking internacional.

Estamos ante uno de los grandes deportistas valencianos y españoles, un Messi o Cristiano Ronaldo capaz de ganar partidas con una mano escayolada, y al que las medallas y trofeos ya empiezan a no caberle en su domicilio.

El hombre de las 5 ligas

Hace 20 años que Javier Palazón descubrió el billar en el club al que su padre acudía asiduamente. Es el Club de Billar Paiporta, sede de una Escuela de jóvenes talentos y equipo que se codea con la élite internacional. No en vano, se trata de uno de los mejores clubes españoles y europeos, que además recientemente acabó entre los mejores de la conocida como ‘Champions League’ del billar.

Con 11 años ya ganó su primer torneo, el de su estreno en este deporte y organizado durante unas navidades, y desde entonces las medallas y los campeonatos ganados se agolpan en sus cabeza. Son muchos y tiene que hacer memoria para recordar cada éxito, pero valga como ejemplo la foto y vídeo que acompaña este reportaje para hacerse una idea de la magnitud de una carrera que todavía tiene varias décadas por delante.

Pero el actual número 2 de España (el número 1 es un madrileño llamado Rubén Legazpi, mientras que completa el top 3 otro valenciano, en este caso de Moncada, como es el joven David Martínez, todavía en edad universitaria) y 30 del ranking mundial no puede vivir de su gran pasión todo lo bien que su exquisito currículum invita a pensar.

Javier juega en 5 ligas diferentes: la francesa, alemana, portuguesa, holandesa y española, a la que suele dar prioridad porque lo hace enrolado en su querido Club de Billar Paiporta, y también participa en el circuito mundial (este año va a poder estar por imposibilidad de acudir para Legazpi, aunque al no ser número 1 del ranking nacional la Federación Española no corre con todos sus gastos para competir), campeonatos de España y demás citas que surjan por el Viejo Continente.

“Ahora mismo no podría tener un trabajo estable, no podría pedir tantos días libres como necesito ya que disputo competiciones todos los fines de semana del año, y eso implica viajar a mitad de semana y estar muchísimos días al año lejos de casa”, confiesa Javier, que sufraga parte de sus gastos gracias a algunos patrocinadores.

El último de ellos procede de Corea, y le va a venir de perlas porque así podrá viajar con más comodidad a las citas en Asia, que son muchas y con un seguimiento brutal. En aquel lejano continente lucha por tener el éxito que ya ha atesorado más cerca de casa.

En España a nivel Junior lo he ganado todo, como sub 17, sub 21 y sub 25, hasta 3 y 4 veces cada uno de estos títulos. He sido una vez campeón de España absoluto, y luego campeón de Europa lo he sido una vez de naciones, que es como la Eurocopa de fútbol y se disputa con dos jugadores por equipo».

«Ganamos formando pareja con el chico madrileño que este año ha quedado el número 1 del ranking nacional”, recapitula el crack valenciano del billar, que pese a estas palabras se muestra tímido y reservado, agradecido de poder compartir su historia en un medio de comunicación.

Millones de seguidores y un canal propio

Pese a todo lo contado anteriormente, que incluye además un reciente título mundial, Javier tiene los pies en la tierra y ningún pájaro en la cabeza. Se prepara para disfrutar del breve parón que hace en verano la temporada de billar, aunque no ha dejado de competir pese a tener su mano derecha escayolada, fruto de un calentón tras perder una partida y pagarlo con la mesa. Su talento y profesionalidad es tan grande, que eso no le ha impedido recientemente subir al número 2 nacional.

“Fue un error mío, y me debo a la competición y a los que confían en mí”, asegura.

Se casará con su pareja el próximo mes de agosto, y sabe que después su vida seguirá girando en torno a la mesa, el taco y las bolas de billar. Pero sin la fama ni gente pidiéndole fotos por la calle. Al menos en España, porque en lo que se refiere al continente asiático hay lugares como Corea del Sur o Vietnam donde su nombre y rostro son de sobra conocidos por millones de fanáticos que siguen este deporte, incluso por el canal propio donde se emite las 24 horas del día.

“En Corea del Sur hay un canal propio de billar en la televisión, y también en Vietnam hay muchos millones de seguidores”, nos cuenta. Y es gracias a este ‘boom’ asiático que ha encontrado allí patrocinadores, aunque “lo que gano digamos que lo reinvierto para poder seguir viajando a jugar partidas”.

En España es imposible encontrar cualquier tipo de apoyo privado o público similar. Tienes que buscarte la vida en Asia, y que te empiecen a salir patrocinadores de allí tras hacerlo bien en las Copas del Mundo”, añade.

Y no lo cuenta con pesar en su corazón, sino sabiendo que es la realidad con la que el billar convive en este país y que eso no le quita ni un ápice de ilusión por jugarlo. Es lo que más feliz le hace. “Lo practicas porque te gusta, y no lo haces por salir más o menos en televisión o portadas. Cuando vas a torneos y te vuelves de vacío, sin ganar nada y encima te cuesta dinero viajar y competir es cuando te planteas cosas, pero al final es lo que amas y tiras para adelante como sea”.

“Siempre era mi sueño poder vivir y dedicarme a ello, desde que era pequeñito. Y aunque como he dicho es normal que cueste más cuando fracasas y ves que no tienes ningún respaldo mediático, es entonces cuando el apoyo de la pareja y familia te hace seguir adelante”, remarca el genio de Paiporta, que hace dos años alcanzó el primer puesto en la clasificación nacional y lleva dos cursos siendo el número 2.

Un deporte cada vez más joven y moderno

Igual que la gente alucina cuando Javier les cuenta a lo que se dedica y los lugares que visita para sus competiciones, también existe todavía una parte de la sociedad que tiene estigmatizado el billar como un deporte de segunda o tercera fila. Donde no hace falta preparación física, y que se juega en lugares desvencijados.

Pero toca insistir y hacer mucha pedagogía en lo relativo a las Escuelas de billar que cada día más aglutinan gente joven y con hambre por crecer en este deporte, por seguir los pasos de un Javier Palazón al que todavía le queda cuerda para rato.

El Club de Billar Paiporta es un buen ejemplo de esto que contamos, uno de los mejores clubes deportivos de la Comunitat Valenciana o España para iniciarse en un deporte que requiere de físico, y sobre todo de una fortaleza psicológica a prueba de bombas.

“Hay jornadas donde si juegas dos partidas son 3 horas, en las que necesitas estar concentrado y al máximo nivel en cada momento, y sobre todo que los nervios no te jueguen una mala pasada. Hay que estar bien físicamente para poder estar al 100% durante todo ese tiempo que necesitas”, indica Javier, cuya especialidad es la del billar de carambola.

El billar americano está más extendido entre la sociedad, aunque solo sea por el hecho de que es la mesa con agujeros que uno puede encontrar en cualquier lugar donde, además de poder tomar algo, también puedes echar una partida al futbolín o al mencionado billar. Luego tenemos la modalidad, también con agujeros en la mesa, del Snooker, muy popular en los países anglosajones y que aquí en España se puede seguir por la televisión en Eurosport.

El de carambola, con sus respectivas variantes de 3 bandas, sin bandas, de una banda o dentro del de sin bandas también se dibujan cuadros en la mesa, no posee agujeros en la mesa de juego y alberga otra peculiaridad que al tacto no experto, como el de este periodista, impresiona: el tapete verde sobre el que ruedan las bolas posee calefacción, y así mantener una temperatura adecuada para el movimiento de las grandes protagonistas del juego.

Cuando le pedimos que le venda este deporte a la gente habla de aspectos como la “estrategia”, la “intuición” o la “buena ejecución” que hay que poseer. Para ello toca ejercitar mucho la mente, y este no es un detalle baladí. “Es muy bueno de cara a los estudios, de cara a tu habilidad personal, porque es un deporte muy completo aunque la parte física no sea primordial”.

Es un deporte que te engancha mucho. Ves cómo vas mejorando y siempre quieres un poco más, sobre todo cuando vas a los torneos y ves que hay gente que lo hace mejor que tú. Es ahí cuando quieres descubrir por qué hay cosas que se hacen de una manera o de otra”, explica.

Como decíamos antes, su carrera todavía es larga aunque él no se plantea metas númericas. Sólo busca “seguir pasándomelo bien y seguir disfrutando, yendo a los torneos y mejorando en mi juego”.

Su segunda casa

Mención especial merece el ya mencionado Club de Billar Paiporta. Un club deportivo que ha alumbrado a enormes talentos como el de Javier Palazón desde que hace algo más de dos décadas Antonio Ortiz, alma máter de este centro, impulsara el nacimiento de una Escuela formativa que ha dado grandes alegrías al municipio, al billar de la Comunitat Valenciana y por supuesto al español.

Toni Ortiz, padre de otra de las perlas que surgió de la localidad de l’Horta Sud, fue durante 14 años presidente de la Federación de la Comunitat Valenciana de Billar, y actualmente es el presidente del máximo organismo del billar nacional, la Federación Española.

Es gracias a su empuje como surge la residencia permanente en el Centro de Alto Rendimiento de Murcia. Un lugar donde no sólo jugar al billar, sino que es toda una fábrica de personas y deportistas que conoce muy bien Palazón, que estuvo 3 años residiendo allí.

Gracias a este entorno nombres como el de nuestro protagonista no se perdieron en el olvido tras un fulgurante inicio. “No quería que se perdieran jóvenes talentos como el de Javier Palazón y otros, gente que si no ve atenciones, ayudas ni apoyo en su evolución dentro del mundo del billar corre el riesgo de desconectarse de este deporte”, confiesa Toni Ortiz.

A él, que ha sido desde los inicios de Javi en el billar como un segundo padre, le pedimos que diga lo que más destaca del actual número 2 del ranking nacional, y lo tiene muy claro: “Su constancia y la concentración que posee”.

Su mente, desde los inicios, era una esponja y tanto él como otros de su generación sólo tenían la preocupación de captar todo lo que se les decía. Como les encantaba el billar han crecido mucho”, añade.

Nos remarca, entre los éxitos de Javier, cómo ha sido capaz de derrotar con claridad a lo largo de su carrera a todos los grandes jugadores del planeta. Entre ellos el catalán y leyenda viva de este deporte en España, Daniel Sánchez, que vio truncada su excelente racha de años ganando el Campeonato de España por culpa de un paiportino que le quitó el título en 2010.

Desde entonces ha habido más valencianos que lo han hecho, demostrando que el billar de la Comunitat goza de un envidiable estado de forma.

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